La Hija De Poseidon [1.1]

Capítulo 34| La cena de Aileen

Y L E N I Aððð

Y L E N I A
🌊🌊🌊

– Princesa Ylenia tengo malas noticias – hablo una ninfa acercándose rápido a mi escritorio – Las dos jóvenes escaparon – comento la joven doncella estando sumamente nerviosa.

– ¿Cuándo escaparon? – pregunto dejando de lado los trabajo que estaba revisando, las chicas escaparon y su estado no era el mejor.

– Esta tarde despertaron las revise cambiando sus vendas – bajo la cabeza con algo de temor, sus manos se hicieron puños arrugando su vestido.

– ¿Porque no me avisaron cuando ellas despertaron? – estaba enojada quería hablar con esas dos locas antes de que se fueran pero debía controlarle la pobre ninfa no tenia la culpa de nada – Está bien puedes irte yo hablo con Aileen – deje caer mi cabeza en mis manos llevando todo mi cabello hacia atrás.

– Lo siento princesa Ylenia, pero me dirigí a ver otros enfermos cuando entré a su habitación ya no estaban – sonaba arrepentida de haberlas dejado escapar.

– No te preocupes si se fueron deben estar en el mundo mortal tranquila – le sonreí para que dejara de mortificarse.

– Lo siento princesa, me retiro – hizo una reverencia y se fue.

No estuve mucho tiempo para estar sola cuando entra en mi taller Aileen se veía contenta.

– Hola Ylenia – se sentó frente a mi sonriendo.

– Hola Aileen

– Venía a decirte que hoy vendrá a cenar un Artemis ¿lo recuerdas? quería que estén tú y Apolión – sonrió

– Claro que lo recuerdo, puedes estar tranquila de que estaré en la cena ¿le dijiste a Apolión?

– No aún no puedes decirle tu estoy un poco ocupada - levanto una tablilla con su lista de tareas.

– Yo le digo no te preocupes otra cosa me informaron que se escapó Demi y Alida

– ¿Qué? – reaccionó mejor de lo que esperaba

– Si hoy me lo informaron hace poco – suspire acomodando los papeles

– No tuvimos tiempo ni para hablar con ellas, ¿estarán bien?

– Lo mismo me pregunté yo Aileen, pero deben estar bien ambas son fuertes.

– Tienes razón me voy que tengo que terminar a tiempo – se levantó para salir de mi oficina

Tendría que visitar a mi primito en el inframundo, me levante cubriéndome en aguas ya estaba dominado mejor ese poder. Luego de mucha practica obviamente me ayudo Apolión sabía mucho de esto me contó que mi tío Hades lo perdía mucho cuando él era niño por lo cual tuvo que aprender a transportarse desde que obtuvo sus poderes. Llegue justo en la sala de la casa donde Apolión estaba pasando con una lista en mano estando concentrado en ella no se percató de mi presencia. Corrí hasta él para tapar sus ojos mientras me estiraba para susurrarle al oído.

– ¿Quién soy? – hable en su oído

– Alguien que no entiende la definición del espacio personal y hueles a camarones creo que eres una sirena que esta muy lejos de casa – sonrió sacando mis manos de sus ojos para voltear a verme con una sonrisa burlona.

– Lo que dices es ofensivo y no huelo a camarones es loción de salmón algunas sirenas enfermas llegaron al taller – golpeo con fuerza su hombro pero ni se inmuto del dolor que le ocasione.

– Eso es aun peor hueles a pescado tontita – me guiño un ojo de manera burlona.

– Ya deja eso vine a decirte que Aileen nos invitó a cenar con ella y su amigo – comento mirando a mi primo.

– Si tú vas como mi acompañante voy – sonrió cruzándose de brazos

– Soy tu prima que tiene novio idiota ya tengo acompañante – me reí

– No busco ir contigo de manera romántica solo no quiero parecer un idiota, puedo tomo tu otro brazo y voy con ustedes no quiero ir y ver a Agatha – agacho la cabeza hablando entre dientes entendía que siguiera afectándole ver a la chica.

– De acuerdo puedes venir conmigo – puse una mano en su hombro apretándolo un poco.

– Gracias preciosa – me abrazo tomándome por sorpresa pero lo rodeo con mis brazos sintiendo que estoy abrazando al hermano barón que nunca tuve. – Si me esperas me alistó y vamos, luego te alistas tú y Adonis – se alejo de mi para atravesar una pared

– Daré un paseo si no te importa quiero jugar con Cerbero – fui hasta la gran puerta.

Al principio le tenía miedo a Cerbero, pero luego de conocerlo mejor nos volvimos amigos ya podíamos jugar sin que me de miedo y el cachorro es adorable. Pero de repente me siento incomoda alguien me está observando miro todo a mi alrededor y veo a Apolión parado mirándonos.

– Te vez guapo – elogio a mi primo que en vez se veía bien nada a lo que acostumbra a vestir. Cargue al cachorro que comenzó a mover su pequeña cola.

– Gracias – me saco el cachorro de los brazos para dejarlo ir de nuevo con Cerbero. Entrelazamos nuestros brazos y viajamos devuelta al olimpo apareciendo en mi habitación comencé a buscar que ponerme en mi armario no sabía que ponerme. Hasta que lo vi el vestido que me regalo Adonis para nuestra segunda cita. Blanco corto adelante largo atrás con encaje y piedras brillantes. Se verá perfecto con los tacones que use para la ceremonia de diosa.

– ¿Puedes decirle a Adonis que se aliste? – camine con mi vestido hasta la cama.

– Claro – hablo Apolión saliendo de la habitación

Corrí al baño me di una placentera ducha de agua caliente y salí envuelta en una toalla. Me puse unas medias de nylon negras eso resaltaría mejor mi vestido y los zapatos. El vestido se moldeo a mi cuerpo parecía que Adonis había tomado las medidas exactas de mi cuerpo cuando me lo regalo. En el cabello me hice unos lindos risos resaltan con mi corona, mi maquillaje fue algo no tanto natural para resaltar mis ojos azules. Los tacones me hacían lucir un poco más alta el reflejo que me mostraba mi espejo me agrada. Acomode mi corona algo me decía que hoy sería cena formal. Hasta Apolión había traído su corona y era maravillosa de ver era toda en llamas. Cuando abro la puerta me encuentro con Adonis y Apolión esperándome. Adonis me toma el brazo derecho y Apolión el izquierdo y nos encaminamos al comedor.




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