La hija de Zeus y Hera [1.2]

Capítulo 19| Depresión

A L Y S A💜💜💜

A L Y S A
💜💜💜

—No pienso pedirle disculpas, Agatha, ella es la responsable de toda esta mierda. Que enfrente por una vez las consecuencias de sus actos, a mí no me compra con sus actos de la madre Teresa —reprocho cruzando mis brazos sobre mi pecho, viendo a mi hermana con una ceja alzada, no pienso cambiar de opinión. Agatha y Adara vinieron desde el olimpo a regañarme por las cosas que le dije a la princesa Aileen, algo que se merece, viendo el estado deplorable de Penny por lo de Damián me enfureció que se viera tan normal luego de lo que pasó por su culpa.

—Por supuesto que lo harás, ella es la princesa Alysa y lo que pasó con Damián fue terrible, pero no podemos culpar a nadie cuando fue algo que no sabíamos qué pasaría. —sentenció Agatha caminando de un lado a otro haciendo ademanes con las manos, había olvidado cuán dramática se pone.

—Adara ayúdame — supliqué a mi hermana mayor esperando que le dijera algo para defenderme como siempre es habitual en ella cada que me pongo a discutir con Agatha.

—No me metan en esto —Adara se levantó del sillón donde estaba mandando mensajes con su celular —Alysa sabes muy bien que le debes una disculpa a Aileen, no solo por ser la princesa sino porque fue la novia de nuestro hermano. Ella no es la responsable de lo que le pasó a Damián, nadie tiene la culpa salvo esos monstruos que fueron a atacarlos. Entiéndelo de una vez Alysa, Aileen no es la culpable en esta historia —declaró la castaña levantándose para irse de la sala al ala de habitaciones de las chicas, donde seguramente iría a ver a Penny que estaba llorando en su habitación.

—Si Damián no hubiera conocido a Aileen estaría vivo, es su culpa —vuelvo a quejarme apretando el cruce de mis brazos, esa princesita había arruinado la vida de mi hermano, ella lo llevó a su muerte. Es igual o incluso peor que sus padres porque ella aparenta ser dulce y perfecta cuando por dentro se esconde un monstruo.

—Sé que es difícil aceptar que Damián ya no está más con nosotras, pero no es la culpa de Aileen, puedes llorar si quieres Alysa, pero deja de buscar culpables donde no existen —Agatha dejó de caminar de un lado a otro para frenar y mirarme su voz sonaba más calmada.

—Es fácil de decir eso cuando vives en el olimpo. Tú no escuchas como llora Penny cada noche Agatha, lo extraña mucho —baje la cabeza al escuchar los sollozos de mi hermana nuevamente en mi memoria que se grabó a fuego desde que este calvario inicio. Cada noche Penny llora en su habitación intentando ocultarlo, pero las paredes de la cabaña son demasiado finas y se escucha en todos los rincones su llanto ahogado. Eros y Anteros lo intentaron todo, pero Penny no quiere salir de su habitación.

—Alysa solo pide disculpas, solo llama a Eros si te vas a disculpar —Agatha beso mi frente para irse de la cabaña. Después de meditar unos minutos estoy segura que Damián quería que le pidiera disculpas a su princesa del rayo.

—Eros te necesito —espere unos minutos, pero no apareció mi adorado hermano, últimamente casi nunca está —¿Anteros? —pregunte al aire esperando no ser ignorada por mi hermano mayor.

—¿Qué? —mi hermano apareció frente a mí con su arco y flechas plateadas en mano, el trabajo siempre lo tiene muy ocupado.

—Llévame al olimpo, por favor —mi hermano Anteros es el más duro de todos, poco amable y vive sin corazón por el mundo. Se dice a sí mismo como el vengador de amor no correspondido, suena a superhéroe de Marvel.

—No soy un taxi andante, ¿sabes? —comenta con cierto tono de enfado en su voz. Cerré los ojos para decirle una respuesta sarcástica y me dejé aquí botada porque Eros no se encuentra disponible.

—Olvídalo llamaré a Eros — giré para invocar a mi otro hermano una vez más, pero Anteros nos transportó al Olimpo para ser más específica a la habitación de mamá. El aroma a rosas y aceite corporal invaden mis fosas nasales.

—No me vuelvas a mencionar a Eros, Alysa llámame cuando tengas que regresar niña tonta —desapareció en una nube rosa. La pelea que tienen Eros y Anteros se remonta hace milenios. No quiero entrar en detalles para no aburrirlos, pero todo se debe a que Eros le arrancó el corazón a mi hermano Anteros. Y desde entonces su enemistad no hizo más que crecer.

Observo las nuevas flores nacen en la cama de mi mamá, nuevos pedidos están llegando, será mejor que me vaya antes de que las rosas hablen. En el pasillo se escuchan los cánticos de los hijos de Apolo, las sirenas los acompañan. La habitación de Aileen está bastante cerca de la de mi mamá, justo al lado de la de Ares. Al ser la princesa, ella no duerme en el ala de los semidioses, sino que duerme en las habitaciones de los dioses, al igual que la princesa Ylenia. Desde que fue convertida en una diosa por entero el día de la presentación.

A esta hora de la mañana Aileen está por salir a trabajar, como la puerta de su habitación estaba sin seguro entre sin llamar encontrándome algo que en verdad no esperaba. La princesa estaba acostada en su cama dormida junto a alguien que no logré ver de quien se trataba porque su rostro estaba cubierto por una capucha negra. No supe qué hacer en ese momento.

Quería gritar, llorar, tomar de los pelos a la rubia oxigenada de Aileen, pensar que en tan poco tiempo se había olvidado de mi hermano. Tan fácil lo reemplazó, no podía seguir viendo esto y con una rabia creciendo en mi interior tomé lápiz y papel de su escritorio para dejarle una nota pegada en la puerta.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.