La hija de Zeus y Hera [1.2]

Capítulo 20| Cargas eléctricas

A I L E E N⚡️⚡️⚡️

A I L E E N
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Las nubes de mi habitación dejaron de moverse, hace mucho que no recibo una descarga eléctrica de un rayo y tampoco salgo de mi habitación desde hace semanas. Deje de lado completamente todas mis responsabilidades, no tengo fuerzas para realizar nada y lo único que me apetece en estos momentos es dormir, comer y a veces tampoco me apetecía mucho hacer eso. Mis primos tuvieron que encargarse de todas mis tareas en el olimpo, incluso se encargaban de cuidarme porque yo no quería hacer nada, intento pero no puedo. Cuando me esfuerzo demasiado por salir de este hoyo en el que me estoy hundiendo, me olvido de algo o no sale perfecto como yo quiero y me enfado conmigo, soy una inútil.

Algunos días solo me dedicaba a llorar, otros solo quería dormir y en algunos días no me apetecía hablar con nadie o ver a nadie tampoco. Estaba afectando a las personas a mi alrededor, absorbiendo sus energías para darles inyecciones de negativismo. Quería que todos me dejaran sola, yo era la única culpable de mi miseria, de que Damián se encuentre ahora muerto. No tenía fuerzas para ir a visitar nuevamente su tumba, me sentía demasiado culpable y tampoco quería salir de mi cama. Apolión comenzó a perder la paciencia con tantas negativas de mi parte, Ylenia lo calmaba pidiéndole que me tuviera paciencia. Estoy pasando parte de mi duelo y que cada persona lo vive de distintas maneras, que debían dejarme ir a mi propio ritmo. Pero no pensaba que esto se me pase, Alysa tiene razón si yo no hubiera conocido a Damián nada de esto hubiera pasado.

—Por favor Aileen tienes que interesarte por algo —mi prima arrojó lejos los tacones que me había traído para animarme.

—Lo siento —me dejé caer en la cama queriendo llorar otra vez. Lo único que hacía era llorar, pedir disculpas por llorar y sentirme culpable por llorar.

—Ya basta se acabó —Apolión me tomó de las piernas y mi espalda cargándome fuera de mi cama donde había estado todos esos días sin querer salir. Ylenia le seguía el paso con algo de torpeza, mi habitación se había convertido en un basurero.

—Puedes bajarme, quiero volver a mi cama —el tono monótono de mi voz pareció enfadar a mi primo. Apresuró su paso hacia donde sea que me estuviera llevando. Las enormes puertas fueron abiertas por un oleaje que provocó mi prima. Para ser más específica, Ylenia pasó encima de ambos sin mojarnos, pero abrió la puerta en una ola gigante que ella montaba. Se estaba acostumbrando bastante rápido a esto de los poderes.

—Es hora de que sientas algo, lo que sea para que dejes de ser un zombi —soltó el agarre de mis piernas y mi espalda para dejarme caer. El agua envolvió mi cuerpo, la sorpresa que tuve fue que el agua estaba helada y había peces de rayos. Esos peces se pegaron a mi cuerpo dándome descargas que despertaron algo. Mi cuerpo pedía más de los rayos, los peces se aglomeraron a mi alrededor rodeándome. Subí a flote sintiendo que los peces se pegaban en mi cuerpo siendo consumidos por este. —Al menos está flotando — escuché la voz ahogada de Apolión por el agua, este se encogió de hombros mirando a mi prima. Ella le arrojó agua a la cara en respuesta y me tendió la mano.

—No es por ser grosera, pero si te toco terminaras convertida en carne asada acabo de consumir mucha energía —le informo a mi prima que retira su mano y me dejé flotar en el agua escuchando el ruido del ambiente con los ojos cerrados. Todo es tan pacífico. —Me gustaría odiarte primo, pero las descargas que acabo de recibir me impiden hacerlo —mis sentimientos se estaban dirigiendo a otro sitio. Debía fingir estar feliz así las personas a mi alrededor serían felices. Tal vez y hasta yo me crea mi propia mentira y pueda ser feliz otra vez.

—hablas como si estuvieras drogada primita o el mejor término sería estás recargada de energía —se burló mi primo de mi estado relajado de paz. Donde mi cuerpo desprendía chispas eléctricas. Me reí de su comentario, en serio tenía razón podría parecer drogada al recibir un exceso de energía.

—Estoy demasiado cansada para cuestionarte primito —me moví para nadar a la orilla, me canse de estar apática con el mundo o solo me canse de que todos me traten con lástima. Fingir una sonrisa siempre sirve me sirvió antes porque no lo hará ahora. Apoyé mis manos fuera del estanque y me senté en la orilla contemplando los peces que aún quedaban en el agua.

¿Cómo habrán hecho para materializar a peces de truenos?

Los únicos con esas habilidades somos mi papá y yo. Estas últimas semanas no me he movido de mi cama por lo que es imposible que haya podido crear a tantos peces y eso solo quiere decir que mi papá...

—¿Por qué no me lo dijeron antes? —Me levanté saliendo del agua. Mis primos me miraron sin comprender de qué estaba hablando —Mi papá fue el que logró hacer los peces rayo, él está aquí —por primera vez en muchos días sonreía con verdadera felicidad. Pero los momentos felices son fugaces como un trueno que cruza veloz por las nubes hasta perderse en un punto en la tierra.

—Tu papá no está aquí linda, yo descubrí los peces por un mensaje que nos envió tu mamá. Tu papá tenía peces preparados para el día que tendrían como familia hace meses, pero él no pudo venir. Por lo cual los peces estaban en la habitación de tus padres en una pecera, los traje al estanque con mis poderes envolviéndolos en una burbuja de agua —Ylenia camino unos pasos hacia mí. Tan solo quede congelada en mi lugar procesando sus palabras, mi papá no está, pero dejaron los peces en su habitación. Suena lógico, pero en verdad deseaba ver a mis padres, necesito un abrazo de ellos para saber que todo estará bien. Estoy dejando de ser una princesa para convertirme en una mortal triste.




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