Despierto con el cuerpo de Emilio presionada a mi espalda, sus piernas están enredadas en las mías mientras que sus brazos de abrazan fuertemente. Trato de voltearme y quedar frente a él, recorro con mis dedos su bello rostro, siempre he dicho que es un ser hermoso, de otro planeta, amo sus ojos, su nariz, la curva de sus labios y esa barba que dos días que entre mis piernas se siente de maravilla.
Decido despertar a Emilio de la mejor forma, me meto bajo las sabanas mientras él se pone de espaldas. Con mis dedos recorro su ancho abdomen lleno de músculos hasta el borde de su calzoncillo, lentamente comienzo a liberar su polla ya endurecida, sonrió para mi mientras comienzo a mover mi mano alrededor de esta arriba y abajo, Beso un camino caliente y húmedo a lo largo de su carne sensible, y Emilio hace un sonido estrangulado.
—joder nena... Jooooder — dice sin aliento, con su voz baja.
El sonido desesperado de él, la sensación caliente y dura de él en mis manos, es suficiente para volverme loca.
Pero sé que tendré mi recompensa más tarde, así que enfoco mis esfuerzos en hacer que Emilio pierda la cabeza. Y lo hace... rápidamente.
— Voy a venirme. — Sus dedos aflojan su agarre, dándome una salida si la necesito. No me echo atrás y me lo meto aún más.
Cuando finalmente recupera el aliento, lo miró fijamente.
— Santo cielo — dice entre risas.
Emilio me envuelve con sus brazos, el calor irradia de él como una hoguera. Murmura contra mi cuello:
— buenos días. — dice con una sonrisa
— buenos días cariño.
Le beso con fuerza la boca, atrayéndolo más a mí. a. Él gime contra mis labios, y sus manos se ajustan a mi cintura mientras se agarra a mí. Cuando nos separamos, ambos estamos sin aliento.
—Me estás matando, cariño — murmura.
Agarra mi cabello Con sus dedos enredados en él, su beso es ahora más suave, más dulce, como si yo fuera un dulce para él. mientras nos besamos juego con su miembro una y otra vez.
Cuando Emilio no puede soportar más mi dulce tortura, se pone encima de mí. Cubriendo mi cuerpo con el suyo, empuja hacia adelante, llenándome con un poderoso golpe. Agarrándolo fuertemente, rezo en silencio para que la suerte que he encontrado para ganarlo nunca se agote.
el sexo con Emilio es realmente increíble, aun que estaba un poco asustada, pensé que nuestra relación había cambiado después de lo de Rhys. Gracias al cielo no fue así.
En el desayuno hablamos sobre lo que haremos hoy, ya que es sábado y mi madre aun no vuelve de su viaje a casa decido quedarme, pasar el día en el departamento con Emilio se ve mucho mas atractivo que salir de paseo.
— ¿podríamos quedarnos todo el día en cama?
— si, sabes que estoy a favor de estar todo el día en la cama junto a ti, tengo mil ideas de cómo mantenerte ahí.
— ¿entonces que estas esperando — digo sacándome su camiseta por la cabeza y corriendo hasta nuestra habitación.
Estoy completamente desnuda en la cama cuando él llega atrás de mí.
Camina hasta la cama y se presiona sobre mí Su boca toma la mía en un beso feroz, uno que viaja hasta mis huesos. Me quita el aliento.
— Abre las piernas para mí — ordena, la lujuria sangra de su tono. Hago lo que dice.
— Joder, Ariana. — Exhala con dureza —. Estás empapada.
Emilio se coloca entre mis piernas y presiona su pulgar contra mi clítoris hinchado, aplicando la presión suficiente para hacerme gemir.
— Tan jodidamente hermosa.
— Emilio... — Su nombre pasa por mis labios en un gemido, y sus ojos arden, de alguna manera cada vez más calientes por el sonido.
Me voltea haciéndome quedar sobre mi estómago, presiono mi pecho contra la superficie de la cama, mi corazón retumba en mi garganta.
Golpeando mi trasero, luego agarrando una nalga, lentamente desliza su enorme polla dentro de mí, centímetro a centímetro. Gimiendo, dejo caer mi cabeza sobre el colchón, luchando por mantener el equilibrio mientras me ajusto a su impresionante longitud. Hay una ligera punzada de dolor, pero le doy la bienvenida, incluso lo anhelo, siempre que sea él quien la cause. Cuando está completamente dentro de mí, agarra un puñado de mi cabello y tira de mi cabeza hacia atrás hasta que nuestras miradas se encuentran, y él susurra:
— ¿así es como querías pasar el día, Ariana?
No tengo la oportunidad de responder. Me golpea implacablemente, manteniendo una mano en mi cabello y golpeándome el trasero cada vez que gimo. Me ahogo con la respiración. Las sensaciones que me está provocando son demasiadas. Cuando siento la cabeza de su polla empujar algo en lo profundo de mi interior, un grito ahogado sale de mi pecho, y agarro la almohada, sintiéndome abrumada por la sensación. Superada con lo plena que me siento.
Un latido, grande y palpitante, se aferra a mi cuerpo y viaja por mi cuero cabelludo hasta los dedos de los pies. Ondulo entre él y el colchón. Gimo su nombre, y él hunde sus dientes en mi hombro, y mi sexo se inunda de humedad. Los sonidos de la carne golpeando y jadeando resuenan a nuestro alrededor. Es increíblemente erótico. Cierro los ojos una vez más cuando me doy cuenta de que en realidad es diez veces mejor que lo que había imaginado.
Emilio suelta mi cabello y desliza una mano hasta mis pechos, apretándolos mientras susurra en un tono ronco:
— entonces estaremos así todo el día, voy a cumplir tu fantasía.
La emoción sube a mi pecho, burbujeando allí. Al escucharlo decir eso. Jadeo, incapaz de reaccionar mientras mis piernas tiemblan violentamente de nuevo.
— Voy a… yo… — Agarro el borde del colchón mientras él golpea mi trasero de nuevo.
— ¿Vas a qué? — se burla de mí, con una leve sonrisa en su voz — ¿Vas a correrte? ¿Es eso, nena?
Gimo y asiento imprudentemente, incapaz de encontrar las palabras. Susurra mi nombre mientras los temblores continúan acumulándose dentro de mí, y lo escucho decir: “Espérame”, pero ya estoy allí. He fantaseado con esto toda la mañana, así que de ninguna manera puedo contenerme. Mi sexo palpita de placer y el orgasmo golpea mi cuerpo, dejándome flácida y sin aliento contra mi cama.