Me levanto de la silla apresurada y corro hasta el baño, dejando salir todo mi desayuno. Trato de respirar y me cuesta muchísimo, mi estomago arde demasiado.
Me pongo de pie enjuago mi boca, luego mojo mi cara mientras veo mi reflejo en espejo. Este ya es tercer día que estoy con vómitos y nauseas.
Camino a mi escritorio y tomo una pastilla de mi bolso, agarro la botella de agua y la trago.
Emilio entra a mi despacho y me mira con cara de preocupación
— ¿los vómitos nuevamente? — asiento con la cabeza mientras el se acerca a mí. — cariño eso no es normal deberíamos ir al médico.
— no creo que sea necesario, ya se pasaran.
— llevas tres días igual y no pasan, le diré a mi asistente que pida una hora.
— está bien — él besa mi cabeza y me atrae a su cuerpo en un gran abrazo.
Santiago asoma su cabeza por la puerta preguntando si todo esta bien, Emilio le cuenta lo de mis síntomas y entra preocupado.
— ¿si quieres podemos ir ahora mismo a la clínica? — me dice mientras toca mi frente — no tienes fiebre, quizás solo sea una infección estomacal.
— eso es lo que le digo a Emilio, y aun así insiste en ir al médico.
— pero aun así deberías ir, Emilio tiene razón.
Decido cambiar el tema y pregunto por mi madre.
— ¿has sabido algo de mi mamá?
— esta todo bien en la oficina, al parecer están solucionando algunos problemas y volverá pronto.
— me alegra oír eso, ¿y Sebastián?
— tu hermano está perfectamente, se inscribió a unas clases online y esta bastante contento, hasta ya hizo nuevos amigos.
— estoy tan contenta por él, no se merece pasar por todo esto.
— estará bien, ya verás. Bueno ya me voy, me cuentan como les va en el medico.
Santiago me da un abrazo y toma la mano de Emilio palmeando su espalda en forma de cariño.
—t e avisare cuando sea momento de irnos.
— gracias amor — lo beso
Preparo las ultimas cosas en las que estoy trabajando y decido revisar mi correo. En el hay mensajes de mi madre, de mis amigas y de Rhys. Les respondo a mis amigas y luego a Rhys el de mi madre lo dejo para el ultimo.
Abro el correo de mi madre y lo leo rápidamente.
Cariño esta todo bien por acá, no quiero que te preocupes de nada, tu padre te envía saludos. Cuida de tu hermano y por favor quédate tranquila, todo esta muy bien. Te ama mamá y papá.
Le respondo feliz de por fin poder tener noticias de ella, no le cuento de mis problemas de salud para no preocuparla. Le digo que también la amo, a mi padre ni siquiera lo nombro.
Emilio me llama y me dice que un medico me verá al otro día temprano, así que decido seguir trabajando durante el día, las nauseas siguen por horas y los vómitos no terminan.
Sebastián viene a mi departamento esa tarde, me cuenta sobre sus nuevos amigos y las clases que esta tomando online. Estoy muy orgullosa de él tan solo con catorce años ha hecho cosas increíbles.
Él y Emilio se ponen a jugar video juegos mientras yo preparo la cena, en un momento debo dejar de lado lo que estoy haciendo y correr al baño nuevamente. Emilio llega segundos después tomando mi cabello mientras yo expulso todo lo que tengo en mi estomago una y otra vez.
Sebastián aparece en la puerta asustado, me mira preocupado al igual que Emilio.
— esto no esta bien, nena no es normal que estés así. Nos vamos a la clínica ya.
— Emilio tiene razón Ari, esto no está bien.
— estoy bien, no se preocupen por mí. Me recostare un momento y me sentiré mejor. Además, mañana tenemos hora a médico.
— ¿estas segura de eso?
— por supuesto que sí, estaré bien en unos minutos.
— esta bien descansa, me ocupare de la cena.
Cierro los ojos mientras ellos apagan la luz de la habitación, apoyo mis manos en mi estomago tratando de calmar el malestar.
Una hora después Emilio me llama para comer, como muy poco. con miedo de volver a vomitar todo. Ellos se ríen de un chiste que dice mi hermano pequeño, el cual me hace reír también. Cuando son las diez decido que es hora de ir a la cama. Los chicos se quedan viendo una película. Me cambio el pijama y me acuesto, mis ojos se sienten cansados, antes de dormir agarro mi teléfono y veo mensajes en el chat con mis amigas.
Marina: ¿Cómo están mis perras favoritas?
Daniella: aquí preparándome para dormir ¿y tú?
Elisa: yo estoy en un bar con Fernanda, estamos celebrando
Marina: ¿Qué están celebrando y por qué no nos invitan?
Daniella: es por que no nos quieren, solo nos hablan para restregarnos en la cara que ellas si pueden celebrar y nosotras no.
Fernanda: (envía una foto)
Elisa: estamos celebrando que hoy salimos temprano del jodido trabajo.
Yo: felicidades chicas
Marina: Ari por fin, ¿Cómo sigues?
Daniella: si nena ¿Cómo sigues?
Elisa: mierda Ari debes ir al médico.
Fernanda: ya se lo hemos dicho hasta el cansancio y no lo hace.
Yo: estoy bien chicas, no se preocupen. Mañana iré al médico a primera hora.
Marina: cariño como quieres que no nos preocupemos eres nuestra amiga y estas al otro lado el mundo.
Yo: mañana les cuento que tal, las amo. Y no seas exagerada Marina, solo estamos a unas horas de distancia.
Marina: para mi es como si estuvieras en la Antártica. Cuídate nena ¿sí?
Daniella: te amamos Ari, Elisa y Fernanda jodanse ojalá les de resaca y de esas de las peores por malas amigas.
Marina: ja ja ja eres tan cruel Dani, por eso te amo.
Mis queridas amigas comienzan con su discusión de siempre, por lo que envió un ultimo mensaje y apago el teléfono con una sonrisa en mi cara.
Emilio abre la puerta y se recuesta a mi lado preguntado si estoy bien, asiento con la besa mientras él pasa su mano por mi cabello.