La Hija del Jefe

Capítulo 21

 

Aurora

Llevo meses encerrada en esta porquería de clínica mi padre ha sido capaz de encerrarme aquí y todo por su perfecta hija. Odio con mi alma a Ariana, ella me quito el amor de Federico. Yo era su única preocupación hasta que su madre llego arruinar toda mi felicidad y se quedó embarazada para amarrarlo. Muchas veces trate de hacer que mi padre la odiara, otras intente interrumpir su embarazo y jamás resulto. No quedo mas remedio que acostumbrarme a ella y tratar que me amaran solo a mí. Tampoco resulto, Ariana era todo para ellos y yo quede a un lado.

Cuando Emilio apareció en mi vida fue el regalo que había estado pidiendo toda mi vida, literal el era el niño perfecto, cuando fue creciendo se fue convirtiendo en mi hombre perfecto. Pero nuevamente ella tuvo que robarme la atención, a pesar de que es varios años menor a él, logro cegarlo por completo con su belleza. Cuando vi que ella estaba sintiendo un enamoramiento por mi amado Emilio fue cuando decidí que no la dejaría quedarse con nada más que fuera mío.

Había logrado alejarla de él, pero la maldita no pudo quedarse lejos y volvió arruinar todo lo que había logrado, Emilio ya me había besado algunas veces, puede que algunas muy alcoholizado, pero lo había hecho.

Miro mis uñas mientras espero la llamada de mi “novio” Harry, puedo recibir una llamada semanal y esta es la que he estado esperando por mucho tiempo. Harry me sacara de aquí y me ayudara a escapar a Londres donde se encuentra el amor de mi vida y la zorra de mi hermanita pequeña.

Suena el teléfono y la enferma contesta, hace un gesto hacia el teléfono y otro hacia a mi mientras me acerco a contestar.

— hola cariño — digo tratando se parecer normal — ¿Cómo estás? ¿Pudiste hacer lo que te pedí?

— esta todo listo, el avión sale en cuatro horas, así que haremos esto rápido. Vas a seguir las instrucciones al pie de la letra y todo saldrá bien.

— ay amor no sabes qué alegría me da escuchar eso — la enfermera toca su reloj con el dedo informando que me quedan solo dos minutos.

Harry me explica todo lo que debo hacer para salir de la clínica psiquiátrica y luego corta.

le doy las gracias a la enfermera y corro a mi habitación.

Busco la ropa que me pondré, mientras mi compañera de habitación prepara la tintura para pintarme el cabello de negro. En una hora debo estar afuera de aquí.

Cuando estoy lista me miro en el espejo y no me reconozco en absoluto, la mujer del espejo no es Aurora.

Una enfermera me ayuda a salir como si fuera una de ellas, afuera me espera un auto rojo sin patente, me subo y dentro encuentro a Harry con una sonrisa, me acerco a él y lo beso en los labios.

— eres increíble — le digo mientras pone el auto en marcha y acelera a toda velocidad.

Ya en el aeropuerto me entrega un pasaporte con mi foto y otro nombre, me entrega dinero y una tarjeta de quien me ayudara en Londres.

Harry mira su teléfono mientras dice:

— debes irte, ya saben que escapaste. Sube al maldito avión y has lo que tengas que hacer.

— la voy a matar — digo sin pensarlo — si no es mío no será de ella, Emilio me rogará de rodillas.

— vete de una vez

Me despido de Harry y corro a subirme al avión, todo está fríamente calculado y es cosa de segundos cuando el avión sale de la pista.

Rumbo a Londres repaso mi plan una y otra vez, allá una persona de confianza de Harry me dará lo necesario para reanudar mi venganza.

Cuando el avión aterriza en Londres una mujer de mi edad me recibe con un gran abrazo, me lleva hasta un auto y me cuenta que es hermana de Harry, que ella será quien me ayudará. Cuando llegamos a su departamento me entrega un arma.

— ¿sabes utilizar un arma? — pregunta dudosa

— Harry me enseño — digo mientras paso el arma de una mano a la otra

— bien, entonces sabes lo suficiente. Ahora ¿Cuál es el plan?

— matar a Ariana — digo mientras sonrió — y hacer que Emilio me ruegue de rodillas y me diga que me ama.

— tienes el tiempo contado, lo mas probable es que todo el mundo ya sepa que estas aquí. Tienes que tener mucho cuidado, mis hombres te ayudaran con la seguridad que pueda tener tu hermana, si la vas a matar debes hacerlo rápido.

Asiento con la cabeza mientras trazamos un plan de ataque para esta misma tarde.

Los hombres de Teresa son lo bastante agiles, en un dos por tres se deshacen de la seguridad que hay en el edificio donde se encuentra Ariana y Emilio limpiándome el camino hasta que llego a su puerta.

Toco el timbre y en cosa de minutos la puerta se abre, una exclamación de sorpresa sale de sus labios mientras trata de cerrar la puerta y la aparto de una patada, Liliana cae al suelo gritando.

— hola mami — digo apuntándola con el arma — te extrañe, ¿Dónde está mi hermanita?

Mi padre, Sebastián, Emilio y Ariana llegan segundos después, sus rostros son la expresión que he querido ver toda mi vida.

— tenemos reunión familiar y no lo sabía, ¿Por qué no me invitaron?

— Aurora…— dice mi padre, o más bien Federico. — baja el arma

— cállate Federico, esto es entre ella y yo — digo apuntando con el arma a mi querida hermana.

Apretó el gatillo sin pensarlo dos veces, el sonido me aturde unos segundos, y veo caer su cuerpo al suelo luego del impacto. Todo el mundo corre a su lado mientras veo la sangre correr por su cuerpo, una sonrisa de satisfacción se posa en mis labios.

 

 

 

 




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