¿Podemos hablar de lo cariñoso que esta Emilio últimamente? Tanto así que siento que esta insoportable, me cuida como si fuera una joya preciada, como si en cualquier momento pudiera desaparecer.
Hace unos días nos cambiamos por fin a nuestra nueva casa, el cuarto del bebé esta casi terminado, mi madre se ha esmerado demasiado, quiere que todo este listo y de la mejor manera posible cuando nazca.
Ella y Santiago están felices, me encanta ver a mi madre sonreír.
Hoy tenemos control de rutina, Emilio no para de hablar de todo lo que quiere preguntarle al médico. Solo falta un mes para que nazca nuestro hijo.
— ¿Deberíamos ya saber el sexo? — pregunta dudoso — no creo ser capaz de seguir esperando.
— solo queda un mes Emilio, cual es el apuro.
— quiero llamarlo por su nombre ya.
— ni siquiera aun elegimos uno que nos guste a los dos.
— estaba pensando en si es niña ponerle Florencia — dice mirándome
— a mi me gusta trinidad, ¿quizás podríamos elegir los dos?
— me gusta Florencia trinidad — dice sonriendo
Sonrió junto con él tratando de no reírme de su entusiasmo
— ¿y si es hombre? — pregunto — me gustaría que llevara el nombre de mi padre.
— en ese caso también podría ser el nombre del mío — dice mirando la carretera.
— entonces sería tú mismo nombre — digo poniendo los ojos en blanco — pero Emilio federico o federico Emilio no pega mucho.
— entonces tendremos que elegir otros nombres
— seguiremos buscando — digo mientras me desabrocho el cinturón
Entramos a la clínica, Emilio toma mi mano y seguimos directo a la consulta de la doctora.
Al llegar nos recibe con una gran sonrisa, hacemos las preguntas relacionadas con el parto y la recuperación. Algunas dudas que surgen el camino son respondidas de inmediato y eso me tranquiliza.
Cuando es hora de irnos reviso mi teléfono encontrando cientos de mensajes de mis amigas.
Todas quieren saber el sexo del bebé, se pelean entre ellas apostando quien ganara y reclamando por quien será la madrina una vez que nazca. Cuando comienzan con sus cosas solo les dejo los mensajes en visto y no les respondo.
Suelto una carcajada cuando leo el mensaje de Marina
*Ustedes peleando y yo ya se el sexo del nene, Ariana me lo conto hace tiempo. Y lo otro obviamente yo seré la madrina. No se hagan ilusiones estúpidas.
Segundos después todas me envían mensajes al privado ocasionando que mi teléfono colapse.
Emilio me mira mientras toma mi mano guiándome hacia el auto.
— no le digas Marina ya tiro su típica broma del sexo y todas te están enviando mensajes.
— ¿cómo lo sabes? — pregunto riendo
— porque siempre es igual, tu amiga está loca.
— pero aun así la quiero.
— ya pensaste en quien seria la madrina de ellas.
— aun no, siento que no puedo elegir.
— si quieres lo hago yo, total no son mis amigas y no me será complicado elegir entre ellas.
— lo voy a pensar — digo mientras beso sus labios.
Al llegar a casa voy directamente al baño, desde que comenzó el embarazo las ganas de ir al baño han aumentado el triple. Y cada vez que queda menos para el parto ciento que podría orinarme en los pantalones.
Cuando salgo del baño veo a Emilio recostado en la cama en una posición demasiado sexy y se me seca la boca de verlo.
Otra cosa que también ha cambiado es mi apetito sexual por él, lo deseo cada vez más.
— ven aquí — me dice palmeando la cama a su lado.
Me acuesto a su lado mientras el levanta mi camiseta dejándola justo en mi pecho, mi abdomen queda totalmente expuesto. Coloca su mano en él y comienza acariciarlo mientras le habla al bebé.
— hola nena, soy papi — dice mientras deposita un beso en mi abdomen
— ¿Cómo nena? También puede ser hombre
— no lo sé, solo siento que será una nena. La más hermosa de todos.
— ¿y si es un nene? — pregunto mientras coloco mi mano sobre la suya
— será el más hermoso de todos, por será nuestro.
— te amo muchísimo Emilio, no quiero que esto se acabe.
— ¿Por qué tendría que acabarse?
— tengo miedo
— ¿de que tienes miedo? — pregunta mientras coloca mi camiseta en su lugar y me mira atentamente
— de que me dejes de querer, de que conozcas a otra mujer y te vayas lejos de mí.
— no creo que eso sea posible nena, estoy muy enamorado de ti, tanto que si no te tuviera junto a mi podría morir.
— ¿y si me dejas de querer o quieres más al bebé?
— por supuesto que querré mas al bebé, es algo que hicimos juntos. Algo solo de nosotros. Pero jamás te dejare de amar, porque para mí eres lo más importante.
Emilio me besa y me acerca a él quedando sentada a horcajadas sobre sus piernas.
Beso sus labios una vez más ya ustedes se imaginarán en que termino todo.