La Hija del Jefe

Capítulo 33

Emilio me mira serio mientras toma mi mano y dice:

—no sé de qué será capaz Aurora desde ahora.

— ¿Qué es lo que quieres decir? — pregunto alarmada

—solo quiero que sepas que pase lo que pase siempre tienes que proteger a nuestro hijo, jamás pienses en mí. Si debes elegir a alguien siempre debe ser nuestro hijo.

—Emilio me estas asustando, ¿Qué mierda está pasando?

—Aurora nuevamente se arrancó de la cárcel — dice mirando directo mis ojos.

—no, no, no, no me digas eso. No puede ser, se supone que nunca podría salir de ahí.

—nos equivocamos, escucha bien lo que diré — dice sacando de su espalda un arma — esconde esto bajo tu almohada, no dudes en usarla si debes hacerlo. No vendrá aquí, al menos eso es lo que creemos. No sería tan estúpida para dejarse ver cuando todo el mundo la busca.

— ¿Santiago sabe esto? Oh Dios mi madre, mi hermano. — digo llorando

—ellos están bien, Santiago tiene a la policía y a los guardias de seguridad rondando la casa y el hospital justo ahora. Todo estará bien.

Saco a mi pequeño hijo de su cuna mientras lo acerco a mi pecho acunándolo con amor.

—jamás dejaré que nada te pase. — digo besando su pequeña cabeza — mami y papi jamás de té dejaran solo.

—mírame Ari — dice mientras toma mi mentón — debes estar tranquila en todo momento, debes pensar en ti y en nuestro hijo. Si debes usar el arma hazlo, no lo dudes.

Asiento con la cabeza mientras no dejo de llorar, me acomodo en la cama dejando al pequeño Emilio entre mis brazos.

Emilio acaricia mi cabeza hasta que me relajo y me duermo.

Me veo a misma en el hospital disfrutando de mi bebé cuando ella entra con un arma amenazando a todo el mundo y llevándose a mi hijo no sin antes dispararme. La maldita pesadilla aun continua, ese maldito sueño me persigue. Despierto asustada mirando a mi alrededor, veo a una enfermera con mi hijo en brazos mientras le canta una canción de cuna, la misma canción que mi padre nos cantaba a Aurora y a mi antes de dormir, la puerta de la habitación se abre y veo a un doctor entrando junto con Emilio, un arma apunta su cabeza.

—no pasa nada, tranquila — dice Emilio mientras se acerca a mi lado.

— ¡No! — dice la enfermera — ven a mi lado.

Mi mundo se derrumba al darme cuenta de quien es la voz, cierro los ojos tratando de tranquilizarme.

Cuando loa abro la luz de la habitación me ciega por un momento, Emilio esta al lado de Aurora que tiene en sus brazos a mi hijo, el hombre que entro con Emilio está vigilando la puerta.

— ¿Qué es lo que quieres? — pregunto en un susurro

—sabes perfectamente lo que quiero, te dije que si no querías que algo le pasara a tu hijo dejaras a Emilio, no me hiciste caso. Grave error de tu parte hermanita.

—déjala tranquila, déjalos tranquilos. Llévame a mí, haz lo que quieras conmigo, pero no les hagas daño.

Aurora me mira mientras encarna una ceja y dice:

— ¿Qué es lo que le ves a ella? Es solo una mocosa malcriada, en cambio yo soy una mujer completa, podrías ser muy feliz conmigo.

—por favor — suplica Emilio — entrégale el bebé a Ari.

— ¿Qué dices Harry? ¿le entrego el bebé o lo hago parte del trato?

El hombre que al parecer se llama Harry me mira unos segundos, mi cara de sufrimiento debe decirle algo porque segundos después le responde.

—el bebé no es parte del trato Aurora, prometiste que no le harías nada. Entrégaselo a tu hermana.

—mi hermana, que bien suena. ¿Sabes?, logré quererte un poquito, pero cuando comenzaste a mirar a Emilio de otra forma me di cuenta que no puedo quererte, eres el enemigo.

—no soy tu enemigo Aurora, nadie lo es. — digo mientras trato de controlar mis manos.

—Harry acércate — él chico hace lo que dice y Aurora le entrega a mi hijo — aun no se lo entregues, hazlo cuando yo salga de aquí, no vaya a ser cosa que me arrepienta y le me lo lleve.

Emilio me mira mientras menea la cabeza queriendo decir algo, recuerdo el arma bajo mi almohada, mis manos comienzan a moverse mucho mas con los nervios, si le disparo y sale mal ella podría matarme o incluso matar a mi hijo.

—te odio tanto — dice mirándome — eres tan perfecta, tan linda. Has logrado todo lo que yo siempre he querido, te quedaste con mi padre, con mi novio, ese podría ser mi hijo, nuestro hijo Emilio — dice mientras le besa los labios

Aparto la mirada de inmediato no queriendo ver que hará a continuación.

—mira Ariana, mira lo que le hare a tu príncipe azul delante de ti.

No muevo la cara y ella se acerca hasta a mí, golpea su mano en mi mejilla haciéndome girar la cara.

—mírame zorra – dice furiosa, trato de apartar la cara y vuelve a golpearme una vez más.

— ¡BASTA! — grita Emilio — deja de golpearla.

Miro a Emilio con lagrimas en los ojos y Aurora sonríe, pasa sus manos por el cuerpo de Emilio mientras va dejando besos por su cara y cuello.

—Aurora basta — dice Harry — si no nos vamos ya llegara la policía, dijiste que sería rápido.

—tienes razón, ya tendré tiempo para disfrutar del sexo. — besa una última vez a Emilio mientras él aparta la cara. — no cariño, no quieres hacer eso o el castigo será muy peor.

Me preparo mentalmente para lo que viene, el chico no tiene a la vista su arma y tiene al bebé en sus brazos por lo que sería muy difícil poder usarla, miro detenidamente a Aurora viendo si tiene un arma en su cuerpo y no logro ver nada.

No dejare que se lleve a Emilio, no puedo dejar que él sea el que siempre se sacrifique. Merecemos tener nuestro final feliz y ella no me lo va arruinar.

—chaito querida hermanita, despídete de tú querido amorcito por qué no lo volver a ver jamás. Como dije una vez si no es mío no será de nadie.

Se da media vuelta y el pánico que siento es horrible, no, no, no ella lo va a matar.

Antes de que salga por la puerta agarro el arma que guarde bajo mi almohada hace unas horas, Harry me mira detenidamente y no dice nada, Aurora camina empujando a Emilio que no mira en mi dirección ni una sola vez. Miro entre Aurora y Harry, el chico me mira y asiente con su cabeza mientras camina hacia la ventana con mi hijo resguardándolo.




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