A la mañana siguiente mi madre me avisa que Emilio salió de cirugía y se encuentra bien. Esta en una sala especial recuperándose más. Me avisan que en unas horas podre ir a visitarlo.
Esa mañana la policía viene a interrogarme, Santiago tiene un abogado presente en caso de que quieran acusarme de homicidio.
No les miento tengo mucho miedo, si mate a Aurora, pero fue en legítima defensa.
—señorita Ariana Garner, necesito que nos cuente un poco de lo que paso ayer.
—no creo que este en condiciones de hablar — dice Santiago al policía
—no te preocupes, puedo hacerlo.
Tomo un respiro y recuerdo todo con lujos y detalles.
—esto viene hace mucho tiempo, ella ya había intentado matarme antes y mi padre se interpuso él recibió la bala por mí y murió. Ella lo mato, se suponía que ella estaba en la mejor cárcel del país y logro escapar. — comienzo a llorar y mi madre me abraza
—ella mato a mi padre, quería llevarse a mi bebé e iba a matar a Emilio.
—usted le disparo a su novio — dice el policía mientras toma nota en una libreta
—lo sé — digo llorando — pero fue sin querer, jamás querría matarlo, lo amo.
—él será quien decidirá si pondrá una denuncia en su contra o no, por ahora me interesa saber si ella estaba sola.
Pienso en Harry, él la ayudo en todo momento. Pero jamás me hizo daño.
—no, ella estaba con un hombre.
— ¿logro reconocerlo?
—no, no se quien era. Él tenia la cara tapada. — no sé qué estoy haciendo debería denunciarlo.
— ¿Por qué le disparo a su hermana?
—ella no era mi hermana.
—lo es, tenia su mismo apellido y su mismo padre.
No discuto con él, solo ignoro su maldita pregunta.
—por que iba a matar a Emilio y se iba a llevar a mi hijo. Emilio me dijo que debía siempre protegerlo pasara lo que pasara y eso es lo que hice.
— ¿de dónde saco el arma?
—Emilio me la dio.
— ¿de dónde la consiguió él?
—yo se la di — dice Santiago dando un paso adelante — yo le di él arma.
— ¿de dónde la saco usted?
—es mía, puede revisar en sus registros. El arma está debidamente inscrita.
—bien, eso seria todo por hoy. Él juez les enviara una citación en unos días, habrá un juicio por homicidio será él quien decida que pasara con usted. — dice el policía mientras toma sus cosas.
—esto debe ser una broma — dice mi madre — ella actuó en legítima defensa.
—eso lo determinara la justicia señora, yo solo cumplo con las órdenes. Buenas tardes.
Santiago acompaña al señor a la salida mientras mi madre me abraza, no puedo dejar de llorar esto es una pesadilla.
—todo estará bien cariño, estoy segura de eso.
—quiero ver a Emilio — le digo mientras me limpio las lagrimas
—veré si una enfermera puede llevarte — mi madre sale de la habitación.
Minutos mas tarde mi madre entra con una silla de ruedas y una enfermera detrás. La misma que nos revisó la noche anterior.
—buenas tardes Ariana, ¿Cómo amaneciste?
—hola, muy bien gracias.
—yo te llevare unos minutos con tu novio, ¿vas a llevar al bebé contigo? — asiento con la cabeza y me subo a la silla.
Mi madre me entra al pequeño Emilio y nos sigue de cerca, subimos el ascensor durante tres pisos, no doy más de los nervios.
Cuando llegamos a la habitación de Emilio lo veo conectado a algunas máquinas y me corazón se encoje con miedo a perderlo.
—todo esta bien, es solo cosa de horas para que despierte. Es muy bueno que no necesite oxígeno. Los dejare solos unos minutos.
Acomoda la silla al lado de la cama de Emilio y tomo su mano mientras que con la otra trato de acomodar a nuestro hijo.
—hola cariño – le digo mientras me llevo su mano a mis labios — estamos bien, te estamos esperando para ir a casa.
Trato de no llorar y es inútil, los y ¿sí? que se vienen a mi cabeza no me dejan pensar con claridad.
—te amamos Emilio, merecemos ser felices. No nos dejes te juro que si no abres los ojos pronto voy a morir de agonía.
Pequeño Emilio se incomoda entre mis brazos y comienza a llorar. Trato de no soltar la mano de Emilio, pero es imposible, la dejo sobre su cama mientras trato de calmar a nuestro hijo.
—bebé tranquilo — digo en un susurro — todo está bien, aquí esta mami nene.
Le hago algunas caras graciosas mientras beso su cabecita, sus ojitos están fijos en mí. Con su pequeña mano agarra mi dedo.
— ¿Quién es el bebé más hermoso del mundo? — pregunto haciéndolo sonreír. — aguuuuu, aguuuu…
—te ves increíble — pego un salto del susto, y giro mi cabeza para ver a Emilio sonriendo.
—despertaste — digo llorando de alegría
Presiono el botón de emergencia y la enferma viene corriendo.
—despertó — digo emocionada
La enferma sonríe en respuesta y comienza a llamar al doctor.
—te amo — me dice en un susurro, su voz suena muy rasposa
—no hables, quédate tranquilo. — digo mientras tomo su mano y él la aprieta con la suya — también te amo.
Me sacan de la habitación para revisarlo bien, mi madre al igual que yo no para de llorar de alegría, Santiago llega minutos después con Ignacia la madre de Emilio a su lado.
Llevamos meses sin verla, solo hablábamos por teléfono en algunas ocasiones. Cuando supo lo del tiroteo no dudo en venir, solo fue cosas de horas para que estuviera aquí.
—cariño ¿Cómo estás? — me pregunta besando mi mejilla — santo cielos, es hermoso. Se parece mucho a su padre.
Saluda a mi madre con un abrazo y mi madre le cuenta que Emilio despertó.
El medico sale a contarnos que todo esta bien y que podemos entrar a verlo, pero no debe hablar demasiado.
Soy la primera en entrar con nuestro hijo en los brazos, cuando camino a su lado es tan irreal todo.
—no sabes la alegría que me da verte despierto, yo lo siento mucho. No sabes como he llorado pensando lo peor. —digo llorando
Él toma mi mano y me atrae hacia su boca, me deja un suave beso en los labios.