Epilogo
Desde que me enamore de Emilio pensé que él seria siempre el amor de mi vida y no me equivoque, aquí estamos años después volviendo de nuestra luna de miel. Nos casamos hace algunos días en una ceremonia muy simple, junto con nuestros seres más queridos y nuestros hijos, por que si ya no es solo el pequeño Emilio también lo es la pequeña Chloe. Cuando me entere del segundo embarazo no podía creerlo, Emilio solo tenia unos pocos meses, pero pues como verán con Emilio no podíamos alejarnos mucho y ahí están las consecuencias.
Los niños se quedaron con mi madre mientras no estábamos, tampoco puedo creer que ahora seamos una familia mucho más grande, mi madre y Santiago se casaron meses después de la muerte de mi padre. Mi madre tuvo una sorpresa mayor al enterarse que estaba embarazada, así que antes que se empezara a notar su embarazo decidió casarse. Esa sí fue una gran sorpresa para todos, mi madre no se lo esperaba y creo que nadie, meses después me entere de mi embarazo, Chloe y mi hermana Sofia se llevan por muy poco tiempo. Ellas se aman como si fueran hermanas.
Estoy feliz por mi madre realmente se ve feliz, se ve que ama a Santiago, quizás no como lo hacia con mi padre, pero aun así lo ama y él por supuesto la adora como si fuera una reina.
Mi hermano Sebastián ha comenzado la universidad, él será quien lleve las riendas de la empresa de nuestro padre en un futuro. Por eso debe preparase muy bien. Antes de irnos Santiago me entrego su parte de la empresa de mi padre, ahora soy dueña del cincuenta y un porciento de ella, aun no puedo creerlo, él dijo que esto debía ser nuestro que nuestro abuelo había trabajado mucho en ella y éramos nosotros quienes debíamos seguir su legado.
Miro a Emilio jugar con nuestros hijos en la sala de estar, hay juguetes por todos lados mientras Emilio Jr. Corre de un lugar a otro.
Amo mi vida, amo a mis hijos y amo a mi marido. No podría desear nada más en estos momentos o bueno tal vez solo desearía que mi padre estuviera aquí, aun lo extraño.
—tengo preparada una sorpresa — dice Emilio besando mis labios — cuando los niños se duerman te la daré
Me guiña el ojo y se ríe a carcajadas por mi expresión.
—no quiero más sorpresas por favor, con las dos que están ahí me bastan.
—siempre se pueden tener un par más — dice sonriendo
Emilio quiere tener cuatro hijos, pero me asusta. Apenas logro sobrevivir con estos dos.
Cuando los niños se duermen recuesto mi cabeza en el pecho de Emilio y él me rodea con sus brazos.
—estoy tan feliz, no podría querer nada más. Me saque la lotería contigo, te amo – dice besando mi cabeza
—te amo también, me haces muy feliz.
Contengo el aliento cuando Emilio me voltea y queda sobre mí.
— ¿quieres saber cuál es tu sorpresa? — dice meneando sus caderas sonriendo.
—aunque me gustaría mucho creo que prefiero dormir justo ahora.
Emilio comienza hacerme cosquillas, no puedo dejar de reír. Él coloca su mano en mi boca mientras me susurra en mi oído
—si no guardas silencio los niños van a despertar ¿y no queremos eso verdad? — niego con la cabeza tratando de calmarme.
—eres tan jodidamente hermosa — dice entre dientes — jodidamente perfecta.
Acaricia mis piernas con sus manos, cuando llega a mi sexo introduce un dedo en mi interior haciéndome jadear, luego dos entrando y saliendo muy despacio.
—Emilio, por favor…
—nena no supliques, no lo necesitas. Te daría cualquier cosa que me pidieras.
Desliza sus dedos por el borde de mis bragas bajándolas lentamente por mis piernas, hago lo mismo con su calzoncillo, tiro de él hacia abajo liberando su erección…
—oh, vaya — mascullo excitada — nunca voy a cansarme de ti.
— lo dices como si yo pudiera cansarme de ti alguna vez — me rio de su cometario y él me vuelve hacer callar.
Me guiña un ojo sonriente poniéndose de rodillas entre mis piernas, sin apartar la mirada de mi rostro se acaricia de arriba y abajo de forma distraída, aun que me da la impresión que no es más que otra de sus provocaciones. Como no solo él se puede divertir hago lo mío propio, me acaricio con mis manos haciendo que él se detenga por completo y me mire con sus ojos penetrantes.
—joder nena, me vas a volver loco — me dice, quita mi mano y se la lleva a los labios.
—te quiero a ti — digo susurrando — dentro de mí…
Emilio besa mis labios furiosamente mientras toma mis jadeos en su boca, se introduce dentro de mi en segundos el placer que siento es increíble, jamás me cansare del sexo con él.
—quiero hacerte el amor Ari, quiero hacerte el amor hasta que no pueda más y luego volver hacerlo. ¿eres mía nena?
—soy tuya — le digo – por siempre soy tuya… — digo jadeando mientras se mueve descontroladamente
—tú eres mía, siempre lo has sido y siempre lo serás… solo mía
FIN…