La hija del pastor

8. La habitación de Abigail Baxter

Vamos, ayúdame con la cremallera, Abby.

Blanche estaba enfrente del enorme espejo que cubría el armario de su habitación, tratando de embutirse un vestido que sabía que le iba pequeño pero que se juró que adelgazaría para cuando el día de la boda llegase. No cumplió su palabra. Abigail estiró el vestido de su espalda y subió la cremallera deprisa.

—Gracias, cariño —le dijo. Bitsy se puso a ladrar—. Ya nos vamos pequeñín, dale un segundo a mamá, ¿quieres? ¿Segura que no quieres venir ni al convite?

Era el día del torneo de videojuegos y el de la boda de Peter Jones y Sarah Carell. Abigail les dijo a sus padres que tenía mucho que estudiar. Y en parte era cierto, pero en realidad sólo quería ir al Paradise Point. Sus padres lo comprendieron, partiendo de la base que Abigail hacía miles de actividades.

—No, mamá, pasadlo bien.

Su madre le dio un beso en la mejilla de esos que dejan marca y volvió a mirarse en el espejo.

—Blanche, ¿te queda mucho?

El pastor Jacob se asomó por la puerta y después remiró el reloj de su muñeca:

—Vamos, tengo que oficiar la boda, no puedo llegar tarde.

—Sí, dame un segundo —dijo entrando de nuevo en el baño.

Bitsy se puso a ladrar de nuevo y Abigail miró a su padre para mostrarle una expresión que decía: «Ya empieza el perro otra vez». Jacob sonrió y se sentó al lado de su hija y besó su mejilla.

—Siento mucho que no puedas acompañarnos.

—Bueno, os acompaña mi hermano Bitsy. Estoy segura que estará a la altura.

Su padre se aguantó la risa y negó con la cabeza:

—Vamos, Abby, no seas cínica. 

Al final Abigail soltó una carcajada y él terminó unido. Se rieron más fuerte cuando Blanche preguntó desde el cuarto de baño que era eso tan gracioso. 

 

 

 

Cuando sus padres se marcharon con su coche, un Ford Country Squire, y se perdieron más allá de lo que podía verse desde su ventana, Abigail fue directa a la cocina y se sirvió un vaso de limonada con la vista en el reloj de pared: eran sólo las tres y media y no había quedado con Scott hasta las cinco. «No puedo esperar tanto». Estaba nerviosa por si no daba la talla en el torneo y hacía pocos puntos en sus turnos. Fue directa al teléfono para llamar a Scott pero enseguida se dio cuenta de que no tenía su número. «Siempre es él quién me llama». Abigail, entonces, marcó el teléfono de información:

—Buenas tardes, por favor, necesito el número de la residencia Schwartz de Sleek Valley, Connecticut.

Enseguida.

Abigail lo apuntó en la libreta de la pared y marcó. Enredó los dedos con el cable y contó dos tonos antes de que una voz femenina respondiera:

¿Diga?

—Hola, ¿podría hablar con Scott Schwartz? Soy Abigail Baxter, una compañera de clase.

Oh. ¿Scott? Vale, sí, sí, está jugando con su hermano, deja que lo avise, ¿eh?

«No sabía que tenía un hermano». En realidad sabía muy poco de él.

¡Scott! ¡Tienes una llamada!

Escuchó algo inteligible.

—¡No, no es la abuela! ¡Es una chica! Una tal Abigail.

Cinco segundos después, descolgó:

¿Hola? —carraspeó y agravó la voz—. Soy Scott.

—Soy Abigail.

Lo sé, lo sé —ahora susurraba—. ¿Cómo has conseguido este número?

—Me lo han dado en información. 

¿Pero como se te ocurre llamar?

—Scott, necesito que nos veamos.

¿Estás bien?

—Sí, sí, bueno, no, estoy muy nerviosa, he tenido una pesadilla horrible en que era uno de los barriles del Donkey Kong y no podía moverme. Sólo podía esperar a que llegara a mí y me tirara.

Scott soltó una carcajada:

¿En serio? Oye, necesito que me cuentes todos los detalles.

—Entonces, ¿nos podemos ver ahora?

Eh… vale, está bien. ¿Dónde?

Abigail pensó en algún lugar donde nadie la viese con Scott, y después de unos segundos, secundó:

—En mi casa. Estoy sola.

 

 

 

 

Scott sintió el corazón en la garganta y un calor incesante en su cuello. Se quedó sin palabras.

¿Sigues allí?

Nunca había estado en casa de una chica que le gustara. Eso le ponía extremadamente nervioso pese a que por fuera, aparentaba ser el más seguro del mundo. «Estar a solas con Abigail Baxter, ¿es un sueño o una pesadilla?». 




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