Capítulo 1

Bruno: sabes que ya no tengo tiempo para salir contigo y no me gusta que me molestes cuando estoy trabajando. Sera mejor que evites molestarte cuando estamos en la empresa.

Diana: sabía que este día pasaría. Solamente que fui la única que se enamoró y también fui una tonta al pensar que tu tendrías sentimientos por mí.

Bruno: solo te veo como una amiga. Jamás te he visto de manera romántica y yo siempre te lo hice saber, además tu misma te ilusionaste.

Diana: se perfectamente que tus padres te pidieron que te hicieras mi amigo. Ahora llego el momento de libertarte de la promesa que te hice prometerme el día que nos conocimos.

Bruno: esa promesa te la hice sin pensar y sobre todo en ese tiempo éramos unos niños. Pero lo único que quería es que fueras feliz.

Diana: entiendo que nuestra amistad fuera impuesta por nuestros padres. Nada más que eres libre de hacer lo que tú quieras, eso significa que te puedes casar o tener novias, ya no seré un impedimento para que seas tú mismo, porque yo más que nadie te conozco.

Bruno: si me conocías tanto como me lo acabas de decir esto lo hubieras hecho hace tiempo. Deberías de regresar hacer tu trabajo y con el tiempo espero que no te arrepientas de haberme liberado de la promesa que te hice.

Diana: no me voy arrepentir. Además, no quiere que estés a mi lado por lastima sino por amor y con tus palabras me has confirmado que es verdad lo que pienso.

Bruno: lo siento mucho, pero esa es la verdad. Sera mejor que te olvides de mí, aunque no creo que nadie se interese en ti como mujer.

Diana: muchas gracias por recordarme mi apariencia física. Porque por unos momentos olvide como era mi realidad y ahora que me has demostrado tu verdadera cara no quiero saber nada de ti.

Bruno: es imposible que dejemos de vernos, ya que trabajamos en la empresa de tu familia. Seguramente tu padre será el más feliz cuando se entere que se terminó nuestra amistad.

Diana: este día se terminará para siempre las ilusiones que me había hecho contigo. Necesito agradecerte también todos estos años que has estado a mi lado como un amigo y esto es mi culpa por pensar que algún día me amarías, así que este día también dejaras de preocuparte por mí. Espero que la próxima vez que te vea seas feliz, porque yo haré lo mismo y ahora debes de referirte a mi como la señorita Lawson y con estas últimas palabras me despido del amor que sentí por ti.

Ella sale de su oficina y como Diana no podía seguir trabajando se va con su guardaespaldas a su casa y sobre todo no quería que nadie la viera llorando. Nada más que Maximiliano se dio cuenta durante el camino que la señorita Lawson estaba llorando

Maximiliano: no debería de seguir llorando. Estoy seguro que sus padres se darán cuenta cuando llegue a su casa y debería de tranquilizarse antes de que lleguemos.

Diana: él no me quiere como yo lo quiero. Solamente que Bruno es libre de la promesa que me hizo y como quisiera olvidar que lo amo.

Maximiliano: lo siento mucho, señorita. Pero el señor Andersen se dará cuenta de que la ama, porque alguien como él no se hubiera quedado a su lado por mucho tiempo sino sintiera nada por usted y sé que no es correcto hablar de su vida privado conmigo y sobre todo necesito mantener mi lugar como su guardaespaldas.

Diana: tu si eres un amigo para mí, ya que siempre te has tomado la molestia de escucharme y sobre todo me has sabido proteger y en cambio Bruno nunca hizo eso por mí.

Maximiliano: es que le hice la promesa de protegerla y la he cumplido desde que entre trabajar con usted. No debería de estar sufriendo por algo que muy pronto se solucionara y no debe de olvidar que él es demasiado posesivo con usted.

Diana: no entiendo porque me dices eso. El jamás ha sido así conmigo y estoy decida a olvidar este sentimiento antes de que me siga haciendo más daño.  

Maximiliano: se perfectamente lo que le estoy diciendo. Él siempre le ha molestado mi presencia en su vida, eso significa que él también es celoso.

Diana: me sigues diciendo cosas sin sentido y gracias a ti me pude tranquilizar. Porque no quería que mis padres me vieran llorando cuando me vieran entran a mi casa.

Maximiliano: siento que muy pronto se dará cuenta de que le acabo de decir la verdad y me imagino que no le dirá nada a su familia. Seguramente el señor Lawson me preguntara que fue lo que paso si la ve triste.

Diana: no quiero que le digas nada, por favor. Eso se lo diré más adelante, ahora necesito únicamente estar en mi casa y mañana volveré hacer mi trabajo.

Maximiliano: hare lo que me está ordenando, señorita. Nada más que debemos de guardar silencio, porque acabamos de llegar y necesita justificar su llegada a esta hora.

Diana: definitivamente tu si eres mi amigo. Ahora necesito terminar con esto sanamente y será mejor que no salga huyendo, porque no quiero que piense que lo hago por él.