Capítulo 1

Hace diez años

Drake: nunca me voy a casar contigo y esto te lo digo para que lo vayas sabiendo. Seguramente mis padres tienen interés de que nos casemos por tu fortuna, pero jamás aceptare este matrimonio y sobre todo nunca me casare con la hija fea de los Campbell.

Ariadna: entonces deberías de hablar con tus padres para evitarlo. Siempre he estado consiente de mi apariencia y más porque mis hermanas me lo recuerdan todos los días y no es necesario que me trates de esa manera.

Drake: eres diferente y ni así te quiero tener a mi lado. Solamente que hablar contigo fue lo mejor para que te enteres de lo que pienso sobre nuestro futuro matrimonio.

Ariadna: te recuerdo que todavía estas a tiempo para evitar esta vergüenza y ya sabes lo que tienes que hacer, pero estoy segura de que no harás absolutamente nada en este momento.

Drake: tienes razón y todavía no es tiempo para hablar con mis padres y dejare que piensen que me casare contigo y después terminare con nuestro compromiso a su debido tiempo.

Ariadna: dejare que eso pase. Además, no creo que sea demasiado fácil como te lo imaginas y ahora ellos nos están viendo conversar y seguramente piensan que nos llevaremos bien.

Drake: ellos no se imaginan lo que está pasando y me molesta que me hayan comprometido contigo. Espero no verte en mucho tiempo y si lo hacemos debes de evitar un encuentro entre nosotros.

Ariadna: tampoco me interesa verte y espero que respete nuestro compromiso hasta que decidas en qué momento se debe de terminar.

Drake: por supuesto que lo hare. Solamente debes de seguir esperando y yo encontrare el momento justo para hablar con mis padres.

Ariadna: antes de que te vayas necesito decirte que nunca me casaría con alguien que solo se fija en la apariencia física y eso me demuestra que eres demasiado superficial.

Drake: ese es mi problema y será mejor que no se lo digas a nadie. Ahora necesitamos comportarnos como si estuviéramos felices porque nos acabamos de comprometer.  

Ariadna: eso sería una mentira, pero lo aceptare ya que no podemos hacer nada para evitarlo. Porque debemos de hacer la voluntad de nuestros padres.

Él se despide de Ariadna y al momento de irse piensa en su primer encuentro que fue demasiado desagradable para él, así que nunca olvidaría este día en que la conoció y de esa manera paso el tiempo

Diez años después

Ariadna: por fin después de tanto tiempo el romperá nuestro compromiso. Eso significa que al fin seré libre y que no existirá nada que me una a él.

Verónica: no entiendo cómo está segura de que eso pasara si ustedes no se han visto en años y antes de hablar necesita saber si ya lo hizo.

Ariadna: él me prometió que lo haría y tendrá que cumplir su palabra. Nada más que nosotros nunca estuvimos de acuerdo con esto y no creo que haya cambiado de opinión, porque él estaba seguro de no quererse casar conmigo y no debo de preocuparme en ese sentido.

Verónica: no creo que eso sea posible. Porque su compromiso ya está establecido y a sus padres no les va a gustar nada saberlo, así que no sería conveniente que lo hagan.

Ariadna: el tendrá que enfrentar a sus padres y los míos tendrán que aceptar que no se quiere casar conmigo, pero espero que ya no me comprometan con nadie más, pero si lo hacen parecerán que tienen demasiado prisa de deshacerse de mí.

Verónica: los padres de usted nunca la han tratado como su hija y eso se vea a simple vista por la diferencia que siempre la han tratado.

Ariadna: ellos siempre han hecho diferencias conmigo. Además, les dan todo lo que les piden mis hermanas por el simple hecho de ser perfectas.

Verónica: ellas no son perfecta y estoy segura de que le tienen envidia, ya que termino una carrera gracias a su esfuerzo y dedicación y ellas nunca lo hicieron.

Ariadna: estudie porque sabía que esto iba a pasar y al enterarse de que no habrá boda me tendré que ir de esta casa, pero no sabes cómo quiero que eso pase para poder olvidarme de mi familia.

Verónica: será imposible que la sociedad la olvide y mucho menos su familia lo hará. Solamente espero que sea feliz en su nueva vida, señorita.

Ariadna: nunca seré feliz mientras este en esta casa y te pienso llevar conmigo. Porque has estado en mi vida apoyándome en los momentos más difíciles.

Verónica: siempre estaré a su lado y para mí es un gusto servirla, pero le recuerdo que he sido la única sirvienta que ha estado a su disposición desde que entre a trabajar a su casa.

Ellas siguieron su conversación en el jardín, ya que era el único lugar donde se respiraba demasiada paz y lo único que quería era tener una vida sencilla como siempre se lo imaginaba