Capítulo 1

En el jardín de la familia Reynolds

Alma: todo este tiempo me mentiste. Porque no me dijiste que estabas enamorado de mi hermana y ahora te pido que me dejes en paz.

Mateo: no te pienso negar que me gusta tu hermana. Pero cuando estoy contigo me siento diferente y no me vuelvas a pedir algo imposible.

Alma: no quiero que me vuelvas a buscar. Solamente que nadie de mi familia debe de enterarse de esto y estoy segura que tampoco quieres que lo hagan, además esta noche conoceré a mi futuro esposo y seguramente seré feliz.

Mateo: si no quieres provocar mis celos le dirás a tu padre que no quieres casarte y que prefieres seguir siendo una solterona toda tu vida.

Alma: será mejor que te vayas de mi casa. Necesito entrar y no pienso ser un obstáculo para que seas feliz con mi hermana y me casare con el caballero que mi padre eligió para mí.

Mateo: jamás permitiré que eso pase. Sabes que con el único que te puedes casar es conmigo, ya que no permitiré que seas la esposa de otro.

Él sabía que lo que estaba diciendo no tenía ningún sentido. Porque no existía ningún impedimento para que se casara y los celos lo hicieron hablar de más, ella simplemente se va dejándolo solo y Alma no tenía ninguna necesidad de seguir escuchándolo.

En la sala de la familia Reynolds

Fernando: seguramente estás emocionada porque vas a conocer a tu futuro esposo. Solamente que si él rechaza casarse contigo habrá consecuencias graves.

Alma: si él me rechazara no podríamos hacer nada. Además, si mi padre lo eligió para mi será por algo y si él no me acepta al conocerme lo entenderé, porque nadie quiere tener una esposa fea.

Fernando: si hablas de esta manera seguramente alguien se atrevió a burlarse de tu apariencia física. Nada más que los haré pagar muy caro por su atrevimiento.

Alma: solo digo lo que pienso. Siempre he estado consciente de mi apariencia, pero tú y nuestra hermana son demasiados perfectos y yo no lo soy.

Liliana: sabes que no debes de hablar así. Recuerda que nuestros padres nos han contado su historia de amor y eso quiere decir que también vas a conocer el amor.

Alma: muchas gracias por sus palabras. Pero ahora quiero ir a descansar a mi recámara y sobre todo espero que nada malo pase esta noche.

Liliana: no tiene que pasar nada. Porque simplemente te comprometerás en matrimonio y serás feliz al lado del caballero que se convertirá en tu esposo.

Alma: el amor en algunas ocasiones llega después. Sabes que mi sueño siempre ha sido tener un buen matrimonio y si no es así solo será un hermoso sueño y en esta noche al fin se decidirá mi destino. Además, ustedes también deben casarse y estoy segura de que ustedes serán felices, así que ya me voy a mi recámara a descansar y bajaré más tarde a conocer a mi prometido.

Ella se levanta de su asiento y sube las escaleras para poder dirigirse rumbo a su recámara. Alma cuando llega camina unos cuantos pasos y se sienta en su sillón, ella en verdad esperaba que Mateo no hiciera nada.

En la casa de Mateo Lawless vizconde de Lincoln

Mateo: mi mujer estará comprometida esta noche. Nada más que al fin llegó el momento de reclamar lo que es mío y ella sabe que me pertenece.

Leandro: le recuerdo que usted no está enamorado de la señorita. Solamente que esta será una oportunidad demasiado perfecta de estar con la joven que ama.

Mateo: no soy un tonto para permitir que se case. No dejaré que deje de amarme nunca y sobre todo en esta vida no hay nadie que se atreva a quitarme lo que es mío.

Leandro: entonces cuál de las dos hermanas ama de verdad. Porque no puedo amar a las dos al mismo tiempo y si no está seguro no debe de hacer nada para impedir su matrimonio.

Mateo: solo sé que la quiero para mí. Además, el único esposo que tendrá en esta vida soy yo, pero me gusta pensar en ella y esta noche visitaré su casa de nuevo.