Capítulo 10

Mateo: me imagino que hablaremos únicamente de mi esposa. Porque ese es el único tema que estoy interesado en hablar con usted.

Michael: eso es de lo que hablaremos. Además, necesito aclarar demasiadas cosas conmigo, sabes perfectamente que mi hija ha sufrido mucho por su apariencia y como ahora eres su esposo debes de protegerla.

Mateo: he sido testigo de cómo ha sufrido ella. Pero entiendo cada una de sus palabras y a mi lado no lo hará, eso significa que no dejaré que nadie lo haga.

Michael: la sociedad se cree con el derecho de rechazar a las personas que no son perfectas. Nada más que con mi esposa y mi hija fue completamente diferente, ya que siempre hice que las respetaran desde un principio y algunos no entienden que no deben de circular rumores sobre ninguna de ellas, porque las personas que lo dicen siempre tienen el mismo destino y acaso quieres que te diga lo que les pasa a cada uno de ellos.

Mateo: no es necesario que me lo diga. Porque conozco su destino y sé que lo que menos me conviene es hacerlo enojar y mucho menos tratándose de mi esposa.

Michael: sabes que Alma es la única que se parece a mi esposa, así que le prometí que cuando naciera nadie la haría sufrir. Pero nunca me ha gustado hacer diferencia con ninguno de mis hijos, pero con Alma es diferente, ya que siempre ha sido demasiado frágil, además necesitas tener mucho cuidado con los comentarios malintencionados.

Mateo: sé lo que tengo que hacer, suegro. Ahora solo tendré en cuenta lo que me acaba de decir y esa conversación era necesaria, porque teníamos que hablar del único tema importante entre nosotros.

Michael: será mejor que terminemos con esta conversación. Nada más que tuve que dejar sola a mi esposa y eso no me gusta y no me siento tranquilo al saber que la deje en compañía de nuestros hijos.

Mateo: la sociedad conoce cómo es usted con ella. Solamente que su actitud nunca me ha sorprendido, ya que de la misma manera reaccionó con su hija.

Ellos se levantan de sus asientos para después salir del despacho y tiempo después llegan a la sala, pero después de que lo hacen sus familiares se despiden de ellos. Porque sabían que había llegado el momento de despedirse de ellos y así lo hacen y la pareja de esposos los ve irse.

Alma: me puedo imaginar de que hables con mi padre. Espero que en verdad hayan arreglados las cosas y sobre todo no quiero que existan malos entendidos entre ustedes.

Mateo: hablamos tranquilamente y coincidimos en que debo de cuidarte, así que mi suegro pretendió decirme como hacerlo. Seguramente te imaginarás que fue lo que le conteste.

Alma: por supuesto que lo sé. Estas seguro que no hiciste enojar a mi padre con tu actitud, siempre te recordaré que él es mi padre y quiero que lo respetes.

Mateo: se que tengo que tener mucha paciencia con él. Además, lo respetaré por ser tu padre y lo que más me gusta de todo esto es que al fin estamos solos.

Alma: definitivamente no puedo tener una conversación normal contigo. Siempre que quiero conversar bien contigo terminamos hablando de otra cosa.

Mateo: es completamente normal hablar sobre nuestra noche de bodas. Ahora llegó el momento de que seas mía y no existe ningún impedimento para que lo seas.

Alma: todavía no es el momento de consumar nuestro matrimonio, ya que falta que sigamos celebrando que nos casamos y más tarde lo haremos.

Mateo: entonces celebremos como tú quieres. Pero después de que lo hayamos hecho seras mi mujer y por lo mientras seguiremos celebrando nuestra unión.

Alma: solo te estoy pidiendo que me des gusto en eso y te recuerdo que por tu culpa no pude tener una boda normal, ya que me robaste de mi propia casa.

Mateo: sabes que tenía que hacerlo. Además, me puedes reclamar todo lo que tu quieras, porque tienes todo el derecho de hacerlo y yo no te dire nada.