Una historia 2/3

La niña entusiasmada, le dió gracias a la directora y vió como ella sacaba un papel de su bolsillo, en el cual se veía una dirección escrita.

Toma... Tengo un amigo que nesecita una buena empleada, si te interesa ve a esta dirección, mañana después de la escuela_ Dijo la directora. La niña acepto muy feliz, agarró el papel y le dió un fuerte abrazo.

Aunque la directora siempre quiso ayudarla económicamente, nunca pudo debido a que solo ganaba lo suficiente para ella y su hijo, su esposo había fallecido hace varios años, sus padres vivían lejos y sus suegros solo ganaban lo suficiente para vivir ellos dos.

Al día siguiente, después de la escuela, la niña fue a la dirección que indicaba el pequeño papel. Se encontró con una pequeña tienda de antigüedades, el lugar era bastante bonito y tenía muchas cosas que llamaban la curiosidad de la niña.

Ah. Tú debés ser la chica que me recomendó Marisol_ Dijo un señor de unos 37 años masomenos.

La niña solo asintió y el señor le empezó a contar cual sería su trabajó. El trabajo consistía en que ella se encargaría de la tienda los martes y jueves que eran los días que el no podría, la niña acepto ya que no era muy difícil,  tendría todo anotado en un papel y lo que le pagaría era una buena cantidad para una niña tan pequeña.

La niña vivió así unos meses, en la mañanas estudiaba, en las tardes iba a trabajar, y en las noches volvía a casa para hacer sus tareas y con algo para comer en su habitación, no era una buena vida para una niña de su edad, pero a ella le gustaba así.

Asta que una noche, cuando regresó de su trabajo, con el estómago lleno gracias a la esposa de su jefe, quién le había invitado a comer para conocerla, una señora muy amable y divertida. Vió qué todas sus hermanas estaban reunidas en la sala y su madre bajaba las escaleras con algo entre los brazos. Su curiosidad era gigante así que se hacerco a ver qué pasaba, al parecer su madre al fin había dado a luz, a la bebé que había llevado por 8 meses en su vientre, lo que le pareció raro, ¿no era que tenían que estar 9 meses en el vientre? Se preguntaba la niña, pero luego investigaría para saciar su curiosidad.

Escuchen todas... Esta es... Emilia, su nueva hermanita, para que la conozcan la dejaré un rato con ustedes, yo estoy cansada así que me voy a dormir_ Finalizó la madre. Para después irse a su cuarto, dejando a la niña al cuidado de sus hermanas.

Todas sus hermanas miraron a la bebé, ya que ninguna quería cuidar de la bebé agarraron a la más pequeña que tenía 2 años, y se fueron todas, dejando a esa inocente criatura en el sofá. La bebé se había quedado sola en el sofá de esa fría sala, la niña no soporto escuchar a la bebé gritar y llorar, así que se hacerco caminando al sofá y cuándo la bebé la vió paro su llanto. La niña la alzo en sus brazos con cuidado y la bebé se durmió, tenía un rostro tan angélical, que la niña no sabía si por qué se sentía feliz al ver a la bebé dormir tan plácidamente.