La hija olvidada

¡No te lo daré!

Cuando despertamos, gracias a luz del sol que entraba por la ventana de mí habitación. Nos dispusimos a desatar al muñeco, y sacarle el rosario... El muñeco no volvió a mostrar signos de posesión, así que lo escondimos en una caja que guardaba bajo mi cama.

Nos arreglamos y higienizamos, para bajar a ver sí ya había llegado la cocinera, cuando bajamos vimos a mis padres desayunando en el comedor, cosa que me hizo feliz. Quise correr a abrazarlos pero algo me detuvo evitando que hiciera cualquier movimiento.

Buenos días, ¿cómo amanecieron? par de reveldes_ Dijo mí papá, lo que me hizo entender que Julieta ya les había contado sobre que nos desvelamos de más en la noche.

Buenos días López, lo que pasó es que nos quedamos despiertas por qué tenía que preguntarle unas cosas sobre unas materias... Cómo ya saben se acercan las pruebas_ Dijo Maca, mientras volvía el recuerdo de mí difunto cuaderno de notas.

Desayunamos rápido para poder volver a mí habitación para ver si hablaba esa copia barata de chuqui...

Intentamos hablar de nuevo con el muñeco, pero no dijo nada, ni hizo nada, Maca lo amenazó con cortarle la cabeza, pero no hubo ninguna reacción por parte del muñeco...

Tal vez se enojó Katia..._ Dije sacudiendo el muñeco de un lado a otro, pero tampoco hubo ninguna reacción.

Pues, le hemos estado diciendo muñeco cuán su nombre es Katia, lo intentaste patear, la atamos y le pusimos un rosario. Es lo más probable_ Dijo Maca con tristeza. La verdad es que yo también me sentía mal.

Escuchamos abrirse la puerta de mí habitación, miramos para saber quién era, mí mamá entró con un plato lleno de frutas para nosotras. Dejó el plato en mí cama y miro el muñeco con una expresión de curiosidad en su rostro.

Emilia, ¿Me prestas ese muñeco?. Lo quiero ver de cerca_ Dijo mí madre…

No... Lo siento pero no te lo voy a dar_ Dije sería.

Emilia Aldana López, ¡dale ese muñeco a tu madre!_ Dijo mí madre sería.

Mí madre y yo empezamos a discutir por el muñeco, mientras Maca prefirió no meterse en nuestra pelea y salió de la habitación sin que nos dieramos cuenta.

Sin previó aviso, mi madre me intentó quitar el muñeco de las manos, pero no la deje (no sabía por que, pero no me quería alejar del muñeco, sentía que si lo soltaba me moriría). Empezamos a tirar las dos del muñeco, yo intentaba no jalar muy fuerte el muñeco por lo débil que era, al final mí madre me lo logro quitar de las manos y caí al suelo.

En ese instante, me volví a levantar y la agarré por atrás del pelo a mí madre, para acto seguido, quitarle el muñeco de las manos y salir por la puerta en dirección a la sala. Corrí lo más rápido que pude olvidándome que tenía que tener cuidado al bajar las escaleras. Tropecé en los últimos escalones y cuando mí cara estaba por tocar el piso, sentí que algo me agarraba.

Abrí los ojos para ver qué estaba por tocar el piso, logré pararme y entre a la sala donde escondí al muñeco, para que mí madre no lo encontrará.



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En el texto hay: misterio, odio, inocencia

Editado: 02.08.2025

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