La hipótesis de Galehidrelle Jane Libro # 2

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—¡Mamá! Llegaré tarde al parque y no tendré mucho tiempo después —chillé ante la demora que tenía mamá en su habitación.

Ese mismo día saldría con su compañero Edward, aunque mamá negaba que Edward Holland estaba enamorado de ella; yo sabía perfectamente que era todo lo contrario. Estaba locamente enamorado de mi mamá. Quedaba fascinada cuando los observaba de lejos, él sacándole una sonrisa deslumbrante, haciéndola reír y ruborizarla ante palabras que solo ellos sabían.

—Gal, hora de irse —observó su reloj de mano y me observo detenidamente.

—Lo siento, me he quedado ensimismada. Por cierto, te ves hermosa, ojalá pudiese maquillarme como tú —comuniqué las ultimas palabras como una indirecta.

—Sabes que solo brillo labial, nada más. Estás muy joven para esas cosas —aclaró y agregó—: soy de la vieja escuela cariño, hasta que cumplas quince años podrás usar lo que tú quieras —me dio un beso en la frente y salimos de casa.

Mamá solía ser muy sobreprotectora conmigo, a veces demasiado. Solía dejarme siempre en los lugares a los que iba y no se marchaba hasta que llegaban mis amistades o, las madres de mis amigas quedaban a cargo de mí. No obstante, en este caso fue diferente; le informé que me encontraría con nuestro vecino Dylan. Mamá y la señora Laker habían entablado una buena amistad en los últimos días. Por lo que tenía confianza con la familia Laker.

Tras despedirme de mamá, bajé del automóvil a una cuadra del parque en donde me encontraría con Laker.

Me encaminé rápidamente a mi destino y de pronto divisé a un chico. Sin embargo, no era Dylan; era un chico dos grados mayores que yo y lo había visto varias veces en el instituto, pero jamás había conversado con él.

«No puede ser él, seguro esta esperando a alguien» pensé. Y cuando finalmente me detuve a esperar, él caminaba a mi dirección.

—Hola, me llamo Liam —sonrió y agregó—: soy el chico de la nota, gusto en conocerte.

—Hola, soy Galehidrelle —vacilé y agregué—: ¿y que se debe este encuentro? —indagué con curiosidad.

Mi suposición sobre la persona que había escrito la nota había sido errónea. Apenas lo conocía y no me simpatizaba mucho, tenía algo que no me agradaba, e iba averiguarlo pronto.

—Eres una chica rápida ¿no? Pensé que eras de las difíciles —sonrió maliciosamente.

Hice un gesto de asombro y de inmediato, Liam se acerco a mi rostro y sabía lo que quería hacer, pero no se lo permitiría.

—¡Pervertido! —golpeé sus partes íntimas y agregué—: jamás intentes hacerte el listo conmigo, porque Galehidrelle Jane siempre te ganará —sonreí y le guiñé el ojo.

Salí corriendo a toda velocidad del parque y antes de cruzar la calle para regresar a casa. Un pelinegro de ojos azules me tomó del brazo.

—Liam viene detrás de ti, tenemos que escondernos —estableció.

Le sonreí, obtendría la segunda prueba de la hipótesis.



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En el texto hay: fe, creencia, humor y romance

Editado: 21.05.2018

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