La Historia de Ely

Asimilando las penas

No es que desee afirmar que inconvenientes generan más inconvenientes, no sé si tenga algo que ver con la energía que emana de nosotros pero las cosas no estaban marchando, nada mejoraba,  por el contrario solo se juntaban una a una   las situaciones difíciles.  

A pesar de los esfuerzos realizados David no consiguió que le ofrecieran una buena indemnización por lo que era necesario que abandonara ese litigio  innecesario y se ocupara en buscar un empleo que beneficiara a la familia, las deudas estaban creciendo y con ella recibimos varias  notificaciones del banco por atraso en el pago de las cuotas del crédito inmobiliario, decidí ocuparme de eso al día siguiente y me dirigí a la entidad  con mi libreta de ahorros para realizar los pagos pendientes; quedé totalmente perpleja y en conmoción cuando el cajero me dijo que no tenía saldo en mi cuenta para transferir dichos fondos. Completamente alarmada le solicite me actualizara la libreta y mi asombró fue creciendo cuando observe el retiro de una cantidad significativa de efectivo cada dos días.  

Obviamente y sin detenerme a pensar le indique que yo no había retirado ese dinero pero el mismo insistió que los retiros se habían realizado con tarjeta y al notar tanto desconcierto e incredulidad en mí, pasó a darme datos específicos de la entidad,   cajeros y frecuencia donde se efectuaron los retiros; hice grandes esfuerzos en mi mente para recordar donde había dejado guardada mi tarjeta, si acaso la había extraviado,  rebobiné y  rebobiné y entonces recordé haber dejado la tarjeta en la cómoda  de nuestra habitación  y comprendí entonces  quien la había tomado,….. David…… claro, no fue que la perdí,  ni mucho menos que me la habían hurtado….. Pero…….. Por qué él nos expondría de esta manera, si sabía perfectamente que era con lo único que contábamos  para enfrentar los momentos de crisis  que estábamos pasando.

 

David no tenía cultura de ahorro, todo lo que percibía lo gastaba y si podía gastaba hasta más…. Siempre fue un tema delicado entre nosotros,  sumamente desilusionada por enésima vez me dirigí a casa de mis suegros, no sé qué tipos de sentimientos habitaban en mí en ese momento, no sabía cómo iba a mirarlo a los ojos y reprocharle su mala actitud y su inmadurez.

 

Cuando llegué abrace a Alejandro un instante y luego me encerré en el baño;   la frustración, el enojo y el miedo se fueron esparciendo dentro de mí, fue como abrir las ventanas a las emociones más destructivas, sentía que si lo tenía en frente sería capaz de golpearlo, de lastimarlo,  por un momento quise romper cosas y destruirlas pero reaccioné y entendí donde me encontraba  ¿Por qué? ¿Por qué siento que él  hace aflorar lo peor de mí?  Quizás sea porque no logro sacar afuera esto, porque no lo dejo salir, porque solo lo imagino y luego vuelvo a reprimirlo, lo guardo y lo dejo estancado en lo más profundo, obvio que estoy  consciente de que no soy  capaz de lastimar a nadie y menos a él…. Porque siempre tengo que dejar que el vaso se rebose hasta su última gota y después la nada……. ¡Dios!  ¿Porque no somos capaces de tener una conversación adulta, seria, responsable y sobre todo productiva que nos ayude a ambos, que nos permita sacar nuestra apatía, nuestro desdén, eso que nos inquieta y arrojamos sobre el otro?  ¿Dónde quedó la seguridad que me infundía  antes?.....  creo que estoy enloqueciendo.

 

Solo pude desahogar mi pena llorando, una vez alguien escribió  que las lágrimas son “aguas sanadoras” cuanta razón tenía, no sé por cuanto tiempo lloré, también  dicen que no remedian nada, cuanta falsedad claro que ayudan y claro que sanan, benditas lágrimas, si no fuera por ellas, ya todos nos habríamos ahogados por dentro…. Cuando creí estar lista y   me sentí capaz de afrontar  todas las preguntas de sus padres segué mi rostro y  salí del baño,   les comenté  brevemente   lo que estaba ocurriendo, sin dar muchas explicaciones, después de escuchar largas disculpas en su nombre, excusas y consejos sobre el apoyo mutuo, sobre la pareja y la  tolerancia, sobre en las buenas y en las malas  me  perdí en una sucesión de  voces: ──Pero hija, cuando amas a alguien perdonas todas sus equivocaciones una y otra vez.  Sí claro…. ¿Significa que el apoyo es unilateral?  …. Siempre el…. ¿Quién me favorecía a mí?, ¿quién no terminaba de crecer? y ¿quién arbitrariamente violaba los acuerdos? ¡Quien estaba destruyendo la relación?  ellos no tenían ni idea de todas las imprudencias y bestialidades que el querubín de su hijo estaba  cometiendo y que en nombre de eso que ellos llamaban sagrada unión  yo estaba soportando. 

 

En nombre del amor yo me atrevería a decir….…¡ya basta!, pero que estaba pasando conmigo,  en realidad me estaba creyendo esas sandeces de que el matrimonio es para siempre……… y que debes pasar la vida soportando todo tipo de  necedad e injusticias, acaso iba a permitir que estas cosas siguieran pasando a mi alrededor y que se pusieran cada vez peor.

Cuando David llegó y me vio a los ojos notó la evidente desilusión, una vez más había traicionado mi confianza y no pudo sostenerme la mirada, solo le pedí que tomara al niño y que nos marcháramos enseguida a casa. Una vez en el apartamento le recriminé su actitud……. No dijo nada en su defensa…… solo lloró…...se recriminó, me abrazó,  pidió disculpas una y otra vez, alegó  que no volvería a pasar y  afirmó que buscaría una solución.

Al otro día intentó explicarme que algunos de sus amigos le habían convencido para invertir en algo y que él había usado el dinero para ese fin,  que quería darme una sorpresa…. Vaya que sí lo hizo pero no como él lo esperaba…. Al parecer luego que les entregó el dinero comenzaron a darle una y mil excusas y a desaparecer hasta que no pudo contactarles más. No quise escuchar más,  pensar que alguien puede ser tan ingenuo para no decir  tan idiota estaba empezando a causarme nauseas.




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