La historia de Rosalie Williams

CAPITULO 3 '

 

-Oh por Dios, tienes que ver al mejor amigo de tu hermano, esta como quiere- dijo Betty a través de la cámara, la extraño a ella y extraño a mi hermano.

-Lo se, Betty, se que el mejor amigo de mi hermano es un tonto al igual que el, no lo conozco, pero se que es un tonto, ambos intentan buscar novias- gire los ojos al recordar que mi hermano hablaba de chicas todo el tiempo- Betty, dile a mi hermano que lo extraño, ya me tengo que ir, papa tiene una reunion en cinco minutos y ya sabes... ahora estoy de secretaria.

-Buena suerte, amiga- extraño a mi hermano, y se que el me extraña a mi, no quiso venir a Inglaterra con mi padre y conmigo por el entrenamiento del equipo de football americano.

 

La reunion estuvo bien, me encontré todo lo que decían muy interesante, hasta que una señora que estaba a mi lado intento hablarme lindo, me alagaba mucho y todo por que ella quería estar con mi papa... el si que le presto atención, eso fue lo único que me hizo tener cara aburrida y enojada toda la junta, esa no me caía bien, y ahora estoy discutiendo con mi papa porque no quiero que valla con ella.

-Rosa, cariño, no me hagas esto, por favor- dijo suspirando cansadamente- Cielo, desde que tu mama se fue de la casa y conoció a su prometido, yo no he vuelto a estar con ninguna otra mujer.

-Pero papa, esa señora no me agrada- dije haciendo un puchero.

-Ya lo se, mi cielo- dijo acariciando mi mejilla- Te prometo que si esa mujer hace o dice algo que no me guste me ire y ya no la vuelvo a buscar, pero por favor, compórtate.

-Esta bien... pero no olvides que mañana regresamos a casa, extraño a mi hermano- el me sonrió y beso mi frente para luego irse a cenar con aquella mujer que estaba a mi lado en la junta.

La verdad es que después de que mi madre se fue, mi papa comenzó a ver a otras mujeres, muchas de ellas, después de que se hizo millonario con el primer negocio de su empresa muchas otras mujeres comenzaron a ir detrás de el, nunca las llevo a casa, solo salía con ellas y las dejaba porque no eran lo que el esperaba. Claro que eso de llevarlas a casa fui yo quien se lo pidió, no quería ver mujeres raras en la casa en la que crecí.

Hace tiempo que ella se fue de casa, y hora tiene otra hija, a la que tampoco quiere... como tampoco a Lia y a mi, solo finge que nos quiere delante de mi padre y de su nuevo prometido, pero no lo demuestra, ella solo demuestra que nos quiere cuando quiere algo de nosotras, pero prefiere a Jake y la verdad, es lo mejor que sea así, porque no la queremos tener encima, yo, por otro lado, le enseño a mis hermanas como tienen que actuar o como tienen que ser, porque mi abuelo me enseño a no ser como mi madre y mi abuela, tengo que demostrarle que soy mejor que ella y que yo no dejo a mi familia por otro hombre como ella lo hizo. 

 

Al día siguiente me encontraba en el restaurante del hotel esperando por mi padre junto a Linnet, su secretaria, ella me agrada y la verdad es que se ve muy bien al lado de mi papa, ella era de este país tan hermoso y su acento era muy bello, me gustaba como hablaba. Estábamos esperando a que mi padre llegara junto a nosotras para empezar a desayunar juntos antes de partir hacia el aeropuerto y regresar a casa.

Cuando veo a mi padre en la entrada del restaurante no puedo evitar hacer una mueca de disgusto por ver a su acompañante, los miraba con odio, no podía ocultar lo poco que me agrada la señora esa y mi padre lo sabe, por lo que cuando llegaron a la mesa yo me levante de mi silla y ni siquiera me disculpe para retirarme, no me importo en lo mas mínimo lo que la tipa esa pensara y mucho menos lo que mi padre me dijera por la falta de educación con la que me levante y me retire de la mesa.

 Al llegar a mi cuarto asignado, tome mis maletas y me dirigí hasta la recepción del hotel a esperar que los demás para ir al aeropuerto. No paso mucho tiempo después que llegue para que Linn y mi padre se aparecieran en recepción, mi padre se acerco a la recepcionista, la cual lo miro de una manera que me dio asco. Linn me vio y se dirigió hasta donde me encontraba.

-Rosa, ¿Qué paso, porque te fuiste así de repente?- me pregunto preocupada.

-Nada, Lin, es solo que no me agrado la compañía y eso el lo sabia- lance un suspiro frustrado- estoy enojada con el por llevar a la bruja esa, se que solo soy una niña, pero soy la única en mi familia que tiene la mente clara y no se deja llevar por las idioteces que se crucen por mi cabeza, mi padre esta obsesionado con estar con mujeres que solo están con el solo por su dinero- baje la cabeza un poco triste- Lamento haberme ido sin decirte nada a ti, Linn.

-Lo se, pequeña, pero algún día tu papa se dará cuenta de que esta cometiendo un error, no te preocupes por eso- dijo reconfortándome, ella es tan dulce- mira, yo se que apenas soy una adolescente que esta empezando sus estudios, pero si hay algo de lo que estoy segura es que apenas comencé a trabajar para tu papa, es que el los ama, a ti y a tu hermano, ustedes son lo mas preciado y eso que has hecho no estuvo bien, no es a mi a quien le tienes que pedir perdón, le debes una disculpa a tu papa.

-Pero no me gusto lo que hizo, el sabia que esa mujer no me agrada y no le importo, eso me enojo mucho- tal vez Linn tiene razón, pero yo soy una persona muy orgullosa y me es difícil pasar algo por alto.




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