Rosalie
Aun no se como es que todos en la agencia ven potencial en mi, dicen que voy avanzando demasiado rápido, pero apenas llegue al tercer nivel con algunos de los chicos y no llevo mucho tiempo aqui, con apenas diez y seis años de edad y ya estoy en la universidad, todos se sorprendieron por mi capacidad de aprendizaje, a mi no me sorprende ya que mi padre es un hombre muy inteligente y mi hermano y yo sacamos eso de el... por suerte no sacamos la idiotez de nuestra madre y menos mis dos hermanas menores, ellas también salieron muy inteligentes.
En este momento me encontraba en uno de los dormitorios recostada leyendo un libro en mi cama asignada, mis demás compañeros estaban en el gym o quizás estaban por ahi haciendo alguna estupidez, la gran mayoría de aqui eran unos malditos presumidos ya que sus padres pertenecen a la agencia y eran de los mejores agentes, todos esos malditos engreídos estaban en los niveles mas bajos, ellos llevaban tiempo entrenando e intentando subir hasta donde yo estoy... ahora entiendo porque dicen que tengo mucho potencial... pero yo tengo una motivación para eso.
-¿Te crees mucho por subir tan rápido al nivel tres?- dijo uno de los chicos que se creía la gran cosa- No eres mas que una simple ingresada, no eres tan buena como lo soy yo, mis papas pertenecen a esta agencia, son de los mejores y por ende yo también, yo soy uno de los mas fuertes... ¿Con quien tuviste que acostarte para llegar a un nivel alto?
-Con tu padre- le dije simplemente, el estaba enojado y a mi me daba igual- Mira, niño bonito de mami y papi, mas te conviene no tocarme los guevos porque no estoy de buen humor para eso.
-Yo no te di permiso de que hablaras, maldita rata- me estaba haciendo enojar.
-¿Por que no vas y te quejas con tus papis porque una niña es mejor que tu?- le dije sin quitar la vista de mi libro.
El chico continuaba molestando y yo decidí ignorarlo, pues no estaba de humor para soportar sus berrinches de niño con orgullo roto, me daban igual sus malditos problemas, de hecho, los problemas de cualquiera aqui me daban igual, algunos Vivian sus vidas y permanecían con sus pasados ocultos y nadie les decía que hacer y que no, ellos tenían sus secretos, asi como yo tenia los míos y los que los sabían eran los de arriba.
Un cuchillo a través de mi libro interrumpió mi pacifica lectura, subí la vista para mirar al niño de mami con el maldito cuchillo en mano y volví la vista a mi libro para regresarla a el con enojo, nadie destrozaba mis libros, nadie tocaba mis libros y menos los miraba sin mi maldito permiso.
-¿Acaso tienes miedo, ratita?- este maldito mocoso esta muerto.
Me lance hacia el sin que se lo esperara y comencé a golpearlo, estaba tan enojada que no me importaba si el moría o vivía, a este punto de mi enojo me importaba una mierda lo que pasara con nadie, cuando me hacían enojar era la persona mas peligrosa en el mundo, el estar en esta agencia solo hacia que fuera mucho peor, mi ira, mis emociones en general eran mas poderosas conforme pasaba el tiempo.
Continue golpeando al chico con rencor, alguien me había tomado de la cintura y me separo de el, no me di cuenta de quien era, solo se que también lo golpee hasta el cansancio, la persona que me había separado del bastardo mal parido no se defendia, necesitaba sacar mi rabia, alguien llamo mi nombre, mas bien grito, mire hacia esa dirección y me di cuenta que era Johan, uno de los compañeros de Alex, mire hacia la persona a la que estaba golpeando y me encontré con Alex todo golpeado.
-Alex- no podia creer lo que había hecho, lo ayude a levantar y lo mire con mucha cautela, de seguro se enojo conmigo por esto- Lo siento, no sabia que eras tu.
-No te preocupes- dijo haciendo una pequeña mueca de dolor, la cual nadie mas que yo noto- Recuérdenme no hacerla enojar nunca, esta mujer es el diablo cuando se enoja.
-No fue mi intención golpearte- mis ojos picaban por las lagrimas que querían salir pero que yo no dejaría que salieran.
-No importa.... ¿por que golpeabas a ese chico?- su pregunta me hizo mirar hacia mi libro en mi cama, el volteo a ver hacia donde yo veía y abrió los ojos como plato- Te comprare otro igual, mañana a primera hora, te lo prometo.
-Alex, no me enoje tanto por el libro- aunque eso me hizo enloquecer- este chico me estaba tocando los malditos cojones desde hace tiempo.
-Hablare con sus padres, esto no se puede volver a repetir bajo ninguna circunstancia.
Ha pasado una semana después de que aquel chico fuera al hospital, hoy el estaba mas o menos reintegrado en los entrenamientos, aun seguía con muchos dolores, el ya no me molestaba, pero estaba su maldito hermano que quería cobrarse el que enviara a su maldito hermano al hospital... su hermano acababa de entrar al cuarto nivel, era muy bueno peleando por lo que lo habían estado entrenando para asesino.
Volviendo a mi, estaba intentando dormir como mis demás compañeros de cuarto, pero algo no me dejaba en paz, esta noche estaba distinta a las demás y si mis instintos no me fallan, algo me esta por pasar, asi que me levanto de la cama y pongo las almohadas para que parecieran cuerpos y me oculto en una esquina de la habitación.
Una sombra entra al cuarto y camina justo hasta donde esta mi cama y levanta un cuchillo y lo entierra en la cama, cuando ese alguien se da cuenta de que no estoy ahi se da la vuelta y yo ya estoy justo detrás de el, golpeo su cara haciendo que esta se le volte hacia un lado, el se recupera del golpe e intenta enterrar el cuchillo a uno de mis costados pero se lo impido y lo vuelvo a golpear, pero esta vez en la garganta, el no se da aun por vencido y cuando vuelve a intentar enterrarme el cuchillo agarro su ante-brazo y en un rápido movimiento ya lo tengo en su espalda, cuando el intento soltarse de mi le di un golpe en una de sus piernas haciendo que esta se rompiera y el chico gritara de dolor, todos encendieron las luces del cuarto habiéndome cegar un poco.