Rosalie
El día de hoy tenia una misión con Alex, ambos entramos a una escuela como si fuéramos una linda pareja de adolecentes, el entro siendo el típico chico malo y yo entre siendo una niña linda y buena o eso es lo que tenia que aparentar, odiaba aparentar algo que no era, yo era mucho mas mala que el mismísimo Alex... Y EL ERA UNO DE LOS MEJORES DE LA AGENCIA.
Nadie se metía conmigo por miedo a ir al hospital, menos después de que aquel chico intentara matarme y que quedara con una pierna totalmente quebrada todos me tienen miedo y me respetan, no por el miedo sino porque yo misma me he ganado el respeto... como dije, nadie se mete conmigo y menos con los mas débiles de la agencia, a mi me falta mi graduación, cada cosa que ellos me han enseñado la he aprendido en cuestión de meses, cuatro para ser exacta, ahora estoy en una prueba que determinara que tan buena soy en todo esto.
-Rosalie, ya es hora- me aviso Alex desde el micrófono que tenia en el oído. Ambos procedimos a la misión sin perder mas tiempo.
-.... y es por eso que la condecoramos como una de nuestras mejores agentes y una de nuestras maestra para los mas jóvenes... esperemos que nuestros estudiantes aprendan un poco de ella- termino de decir el tío de Alex, el era uno de los mas interesados en este asunto de las graduaciones- Tania, por favor, hija, pasa por aqui.
Mi fiel compañera de entrenamientos paso a por su diploma, el mío lo tube hace una semana, justo después de volver de la misión que se nos asigno en aquella escuela a Alex y a mi, el y yo éramos un duo, según los demás, el y yo éramos la pareja perfecta, siempre que los chicos hablaban del mismo tema en mi crecía una pequeña porción de esperanza de que Alex y yo estuviéramos algún día.
El tiempo trascurría de manera rápida mientras que nosotros íbamos a paso lento, yo ya tenia mis misiones y debo decir que no podría estar mas conforme con el compañero que siempre me tocaba para ellas, siempre nos hacíamos pasar por una pareja de adolecentes enamorados, y es que la única que era adolecente de los dos era yo, el ya era mayor pero no lo aparentaba, yo era la chica buena, la inocente y el era el chico malo, el que me podría corromper de todas las formas posibles, las personas siempre nos lo decían pero la verdad es que era todo lo contrario, el era el chico lindo y tierno mientras que yo era la que hacia las cosas malas, era muy gracioso hacerle entender eso a las personas con las que nos enfrentábamos.
Hasta que llego este día, esta maldita misión que quería acabar de una maldita vez y por todas, quería matar a la persona que me envió a ese maldito lugar y la matare, con mis propias manos, todos en la agencia saben mi urgencia por terminar con ese asunto. Yo estaba apuntando a la entrada del edificio esperando que la perra esa saliera o diera entrara, cualquiera de las dos, solo quiero acabar con esa perra.
-No crees que sea mas fácil si lo hacemos como siempre?- me dijo Alex, se que esta aburrido de esperar, yo misma lo estoy, pero no me quiero perder el momento de darle un tiro a esa maldita, además de que ella mando a matar a una niña que había dicho lo que hacían, yo no le voy a perdonar la vida.
-Esa zorra conoce mi cara, asi como conoce a mi familia, no voy a permitir que los meta a ellos en esto- le dije sin apartar la vista del lugar- Acaba de llegar un auto.... espera, es ella, esta apunto de salir- le dije, el se acerco a mi con sus binoculares para poder ver.
-Oye si, no esta nada mal- se que lo dijo apropósito, solo porque le gusta verme celosa y lo logra con facilidad, lo estaba fulminando con la mirada mientras el me hablaba sobre la vieja esa- Amor, sabes que es para molestarte.
-Lo se, y no es gracioso, ahora con mucha mas razón me voy a deshacer de esa maldita momia- dije afirmando mi rifle calibre 80, ese era mi bebe en la lejanía no me fallaba, le apunte en la cabeza a la maldita, creo que por un momento ella miro hacia donde yo estaba y su expresión fue de susto, nada de eso me importo y jale del gatillo disparando y dando justo en medio de sus ojos.
Mi trabajo había terminado, lo único que no quería era a Alex fuera de todo esto, quería asumir las consecuencias por mi misma.
-Alex....- no pude terminar ya que sentí un golpe en la cabeza, lo ultimo que vi fue a mi amado Alexander caer a mi lado inconsciente.
Al despertar estaba atada a una silla, había un señor con traje y un tipo al lado de un cuerpo, el cual se me hacia familiar, el señor de traje tenia el semblante serio, como si estuviera enojado, y creo reconocerlo, es el señor que se beso con la perra a la que mate.
-Vaya, hasta que al fin despiertas- me dice serio el señor de traje- Tu novio me quito algo que yo amaba y yo le quitare lo mismo.
-Y que se supone que te quito mi novio?- le dije seca, quería que Alexander saliera de este maldito lugar, por lo que encendí mi localizador que traía en una de mis uñas.