Rosalie
Se había ido, murió justamente en mis manos.... ya no lo volvería a ver, el ya no me diría lo mucho que me ama, no lo escucharía reír, ya no trataría de sorprenderme, ya no me calmaría mientras lloro porque extraño a mi hermano.... ya no estará conmigo y nunca le dire lo mucho que lo amo, ya no voy a volver a abrazarlo, no voy a estar con el.... no vamos a hacer nuestras vidas juntos como lo prometimos, como el quería... y todo por mi culpa.
-Estamos todos aquí, reunidos para darle el ultimo adios a nuestro hermano, amigo, compañero.... un leal hombre que nos protegió, nos ayudo, nos entreno.... estuvo cuando mas lo necesitamos- decía el tío de Alexander, el era el hermano de la madre de Alex, todos estamos tristes por su perdida, yo mas que nadie, el se convirtió en todo lo que necesitaba, el se convirtió en lo único que quería para vivir.
La ceremonia había terminado, ya todos se estaban poniendo de pie para retirarse, todos menos yo, por si se lo llegan a preguntar, la ceremonia se realizaría en Estados Unidos... en Boston, para ser mas específicos, pero su cuerpo lo regresaran a Rusia para sepultarlo allí, yo no se si tenga la fuerza para regresar hasta allá, no creo ser fuerte y estar ahi por un tiempo.
Me arrodille ante la lapida donde estaba un ataúd vacío, solo con armas de fuego, las de Alex precisamente, yo misma le pedí a los tíos de el que me las dejaran a mi, que las pusieran en ese ataúd y hacerla pasar por una tumba de verdad, yo solo quería sentirme cerca de el, quería volver con el y no se si soporte el dolor de haberlo perdido, no se si esta vez tenga la fuerza suficiente para no caer en un inmenso vacío.
-Rosalie- dijo alguien detrás de mi, no voltee para verlo, solo me quede así- Hermanita, ¿estas bien?
-Nunca voy a estar bien- le dije dura, se que no es su culpa, pero no lo podia evitar, no quería llorar.
-Vas a estar bien- dijo abrazándome, a el le duele lo que a mi me duele, pero esto es algo que no es para el, es algo solo mío- Prometo ayudarte a salir adelante.
-No puedo sin el, no creo poder salir adelante- esta vez si explote, ya no soporte el llanto, el nudo en mi garganta y explote nuevamente.
Creí no tener mas lagrimas, creí que ya no podría llorar mas, pero me duele el corazón, me duele mi alma.... me duele todo porque perdí al hombre que amo, siento que ya nada vale la pena, siento que mi vida se termino, siento que mi mundo se vino abajo, ya no queda nada en mi.
-Rosa, ya veras que todo volverá a como era antes, no te preocupes, todo estará bien, te prometo que sere fuerte por los dos hasta que tu seas la niña fuerte y segura de si que antes eras- me decía mi hermano llorando a mi lado, es por eso que lo extrañaba, cuando el lloraba yo era quien le consolaba y lo consentía, ahora todo es alreves, ahora el es quien me consuela por mi perdida.
Mi hermano seguía abrazándome mientras yo continuaba con mi llanto, tenia ganas de matar a medio mundo, quería buscar al desgraciado que mato a mi razón de ser, quería encontrarlo, atarlo a una silla con cadenas y someterlo a la peor tortura que exista en el mundo, quería deshacerme de el y de todos sus malditos empleados y juro por mi vida y la de mi hermano que lo encontrare y lo matare con mis propias manos.
-Te juro por la vida de mi hermano y la mía que voy a vengar tu muerte, Alex, así tenga que mover mar, cielo y tierra, encontrare a ese desgraciado y lo matare con mis propias manos- dije antes de que la oscuridad me abrazara y me arrastrara con ella.
Desperté en una habitación desconocida pero a la vez conocida, no recordaba lo que había pasado o como llegue a este lugar, la habitación era de un color claro, era color crema, odio los colores así por lo que mejor salgo de ese lugar. Al salir me encontré con un pasillo por el cual tenia tiempo no caminaba pero que lo conocía como la palma de mi mano, continue caminando hasta llegar a las escaleras, nada cambio en este lugar desde que me fui... mas bien, desde que me alejaron de todo esto.
Baje las escaleras y comencé a caminar por todo el recibidor de la casa hasta toparme con una puerta de donde se escuchaban voces, la puerta estaba abierta por lo que se escuchaban claras.
-...Si, pero ella tiene que volver con nosotros- por el acento supe que era Marie.
-Es una niña, y es mi hija, ella no puede volver a irse- ¿por que tenia que estar aquí Katherine?
-Usted tiene la culpa de que ella se fuera en primer lugar, es su culpa que su hija se haya deprimido- volvió a atacar Marie, ella ha sido como una madre para mi, yo le tengo mucho cariño- Si no dice nada es porque yo tengo la razón- entre a la sala y me quede observando el rostro de mi madre, estaba roja.