La historia de un amor jamás vívido

“EL COMIENZO DE UN ETERNO AMOR”

Sonó el despertador, me levante sintiendo que el mundo flotaba conmigo, no podía imaginar ser más feliz que en aquel momento, no recordaba mi vida, mis enredos y preguntas de lo que sucedía era lo q menos importaba en ese momento, solo vivía lo que sucedía en ese instante que pasaba enfrente de mis ojos, no había más pasado, ni presente, ni un futuro diferente al que estaba escribiendo en aquel entonces. Sonó el teléfono ¿quién podría llamar a esa hora? pensé; conteste, no podía creer quien era, su dulce voz llenaba de armonía mis oídos, no podía ser más feliz por ser su voz quien me llenara de alegría en las primeras horas de la mañana.

- hola - sonaba aun algo dormido pero sin dejar de ser su voz cálida y tierna

Lo salude; hable solo minutos con el su llamada era para que nos encontráramos en el cruce de camino que conducía al colegio, así que me afane alistarme, no quería hacer esperar a mi dulce caballero con armadura que robaba cada latido y suspiro que pudiera brotar de mi corazón. Caminando algo apresurada para llegar pronto al punto de encuentro, al llegar al cruce comencé a disminuir la velocidad no quería verme ansiosa ni mucho menos desesperada, aunque en el fondo lo estuviera. Allí estaba esperándome con su enorme sonrisa encantadora, mis ojos brillaban, mi corazón se aceleraba cada vez que me aproximaba; me dio un dulce beso-

- vamos llegaremos tarde - mientras tomaba mi mano,

comenzando a caminar hacia el colegio; Pensaba lo mucho que había deseado tener esos momentos, llegar tomada de su mano, sus llamadas en las mañanas, que a nuestro encuentro me diera un beso, había soñado cada uno de esos instantes que ahora podía disfrutar, estaba feliz de haber regresado solo para poder vivirlo a su lado, solo con él.  

Al llegar al colegio la campana sonó, me acompaño hasta el aula de mi primera clase, con un dulce movimiento paso mi cabello detrás de mí oreja despejando mi rostro, coloco dulcemente su mano, dándome un beso, me sonrió

- te veo al receso - roso su mano dulcemente por mi rostro y se alejó

Antes de bajar giro, me miro una última vez antes de irse, le sonreí, me sonrio y se alejó, había olvidado todo por esos minutos; al girar, toda la multitud intentando de todos los medios captar cada escena que ocurría allí con David, mis amigas no podían faltar para tener el falco para así no perderse ningún detalle de lo que pasaba, me alcance a sonrojar, pero nadie podía opacar la felicidad que sentía, ni siquiera luisa quien me miraba con frialdad, su enojo se notaba a la vista pues no se podía negar que los celos y la rabia la carcomían; luisa era una de mis compañeras a principio del año anterior era increíble solíamos ser amigas, aunque empezamos a distanciarnos poco a poco, a mitad del semestre nos hizo saber de una forma poco cortes el interés que sentía por David, sabíamos que le gustaba, claro que para esa fecha ni a violeta ni a mi nos interesaba, ni mucho menos nos importaba sus sentimientos, solo éramos amigos a pesar de todo el tiempo que compartíamos los tres solo existía una amistad aunque todo cambio para la noche del baile, desde esa noche lo ame cada día de mi vida, durante ocho largos años; nada de eso había cambiado para la actualidad que vivía, la mirada de luisa era lo menos que me importaba. Entré al aula con la sonrisa marcada en mi rostro, ahora todos sabían que estábamos juntos, David lo hizo saber al llevarme al aula de clase ¿esa era su intención?

Me senté, aún no había iniciado la clase, todos hablaban, algunos ojos seguían puestos en mí, mis amigas no dudaron en bombardearme con toda clase de  preguntas querían saberlo todo, les conté hasta el más mínimo detalle, era emocionante revivirlo una vez más, la clase transcurría pero en definitiva era más importante lo ocurrido esa noche que la explicación de cálculo pues ninguna de ellas dejo de prestarme atención a cada cosa que les decía. Sonó la campana, era ya receso, salimos, decidimos que hacer, así que nos fuimos a la cafetería; mientras caminábamos hacia allá, David me tomo de la cintura, me dio un beso tomándome de la mano, caminando con nosotras mientras que mis amigas solo coreaban el amor, el amor, les llego el amor , solo sonreíamos. Nos sentamos en la cafetería cada uno compraba algo para comer, mientras se encontraban en las bancas hablando y riendo, solo los observaba mientras hacia la fila para comprar, mientras los miraba pensaba lo mucho que los había echado de menos, lo mucho que los extrañe todos estos años, aun se me hacía increíble poder estar allí viéndolos, compartiendo una vez más con todos ellos, sobre todo que David estuviera brindándome su amor en aquel momento que creí imposible. Los observaba mientras la fila corría, de pronto note que la persona que estaba detrás era luisa, solo la ignore, ella no pronunciaba nada, aunque podía sentir que no me quitaba la vista de enzima. Termine de comprar, me retire dirigiéndome a la mesa, al momento de sentarme David cruzo su mano por mi espalda para abrazarme, todos seguían hablando, mientras luisa nos miraba, cuando ella noto que no dejaba de verla, se alejó.

Han pasado los días David me a malacostumbrado a sus llamadas en la primera hora de la mañana para encontrarnos en el cruce, acompañarme hasta mi aula de clase cada día.

Mientras iniciaba el receso paloma y Laura se fueron hacia la cafetería mientras que violeta se quedó conmigo, ella se sentó en una silla, se acercó Andrés; era uno de nuestros compañeros pero también era el mejor amigo de David,  comenzaron hablar entre ellos, llego David, nos alejamos un poco de ellos para estar solos mientras ellos continuaban ahí conversando. Luego de varios minutos hablábamos de diversos temas, David me tomo por la cintura abrazándome por mi espalda, sentía su calor, al paso de unos minutos pronuncio  




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