La Historia Entre Los Dos

46 ⌘ Fairytale

Can you feel this magic in the air?
(¿Puedes sentir esta magia en el aire?)
It must have been the way you kissed me
(Debe haber sido la forma en que me besaste)
Fell in love when I saw you standing there
(Me enamoré cuando te vi ahí de pie)
It must have been the way
(Debe haber sido la forma)
Today was a fairytale
(Hoy fue un cuento de hadas)

Fairytale (Taylor’s Version), Taylor Swift

La cuestión con los protocolos de seguridad es que son demasiado alienígenas para alguien que solo ha oído hablar de ellos en películas de acción, donde el protagonista forma parte del escuadrón élite para proteger al presidente.

Así es como Alek se sentía al abordar el jet privado de la familia Nazarova el sábado por la mañana para volar al aeropuerto de Long Beach. 

La mayor parte del tiempo no sabía cómo proceder ante las indicaciones del personal de seguridad en el aeropuerto, y con los sobrecargos que le ofrecían opciones para comer y beber en el vuelo que solo duraría una hora y media, cuando en un viaje comercial, una pequeña bolsa de pretzels era considerada un lujo.

Cuando Alek decidió el regalo de Tailime para su cumpleaños, planeó con cuidado cada detalle para hacer de su visita algo inolvidable.

La idea original había sido comprar un par de boletos de autobús, viajar por la noche del viernes para amanecer en Anaheim, disfrutar del parque y sus atracciones para por la noche tomar otro autobús y amanecer el domingo en Sacramento. 

A pesar de ser el mejor amigo de Kai y que los padres de los mellizos tuvieran plena confianza en él, Alek no quería abusar al sugerir pasar la noche con Tailime en un hotel en otra ciudad solos.

Con el protocolo, la idea original cambió al imponer el jet privado de la compañía para trasladarlos desde Sacramento hasta su destino final. Y a pesar de no ser necesaria la intervención de más vigilancia, Kai se unió a su viaje más a fuerza que por gusto, resignado a pasar el día en el hotel para compartir la habitación con su hermana. 

Aunque ya no tendría que pasar la noche en un incómodo asiento de autobús, Alek tuvo que despertarse temprano para estar a las seis y treinta de la mañana en el aeropuerto de Sacramento en un día que normalmente dormiría hasta tarde. 

Kai era el menos entusiasmado de todos. 

Al llegar al aeropuerto, pasó de largo para dirigirse a un enorme sillón en la sala de espera y recostarse en él, tomando una de las cobijas que estaban disponibles y se abrigó como si fuera un capullo. Hasta que recibió café a bordo del avión, su humor mejoró, incluso llamando a Alek con el título que él mismo se había impuesto para denominar su rol en el protocolo de seguridad.

Así fue como Alek se encontró pasando los filtros de seguridad del lugar más feliz del mundo, acompañando a la chica más entusiasmada del lugar.

Tai daba brinquitos esperando en línea para el acceso del parque. Habían llegado temprano para la apertura, y Alek no pudo evitar sonreír cuando la chica pegó las manos al vidrio de la limusina cuando los anuncios con los nombres de las calles referentes al mundo de Disney comenzaron a aparecer. 

Tai lo tomó de la mano para correr por la calle peatonal que daba a la explanada principal, donde se dividían los dos parques temáticos una vez descendieron del auto. Alek había conseguido entradas para el parque clásico de Disneyland, pero eso parecía importarle poco a Tai cuando distinguió el castillo de la Bella Durmiente por encima del arco de la entrada principal.

Estar dentro de Disney generaba una energía positiva que opacaba las últimas semanas que Tai había pasado. 

A pesar del clima fresco, el frío no le calaba en la piel mientras los encargados del lugar los saludaban y les deseaba una feliz estadía. Una vez dentro, Alek guió a Tai por entre el mar de gente hasta el Disney City Hall, pidiendo un botón que indicaba que era su primera visita al parque. Tai la portó con orgullo, maravillada por la decoración navideña en los postes de luz y de los estantes de las tiendas en la avenida principal.

Tai estaba segura de que había terminado por arrancarle a Alek el brazo de tanto que estuvo corriendo de un lado para otro, intentando abarcar la mayor cantidad de atracciones en el lapso de doce horas que tenían para recorrerlo. 

Varios de los miembros de Disney se emocionaban cuando veía sus botones al entrar a las atracciones, dándoles consejos para disfrutar mejor su estadía. 

Una de las mejores partes del día fue el desfile de medio día. Era una buena opción para ver a la mayor cantidad de personajes sin tener la necesidad de hacer una interminable fila para saludarlos. Aunque eso significaba que no podrían tener la oportunidad de tomarse fotografías con ellos.

Alek tuvo que admitir que a pesar de eso, era divertido disfrutar del día hablando con Tai mientras esperaban. 

La parte más graciosa del día fue cuando Chip… o Dale (Alek no estaba muy seguro) comenzó a coquetear con Tai desde el momento que la vio en la fila. El fotógrafo propuso una pose donde Tai tuviera los brazos estirados, mientras Chip la tomaba de una mano y Alek de la otra, con Dale al fondo de la escena con una pose escandalizada.




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