El costo a pagar

¿Tanto te costaba?
No mentir.
Cumplir tus promesas.
¿Era muy difícil?
Entonces, para qué tomarte tu tiempo, llené un armario de ellas.
¿Acaso, no tienes conciencia de lo que significaban?
No entiendes lo que significa honestidad.
¿Para qué pusiste néctar en tus labios si era amargo?

¿Tanto te costaba?
Te lo supliqué una y mil veces.
¿Era muy difícil?
No hablar por hablar.
¿Acaso nunca te has enterado de cómo se siente un corazón herido?
Entonces, ¿para qué lo hiciste?
¿Para qué apuntaste al centro si la flecha llevaba astillas?

¿Que sentido tuvo?
Si no cuidarías nada, si te producía impaciencia pensar en la palabra cuidar.
¿Cuál era la necesidad?
Jurar y agradecer, si todo sería en vano.
¿Tanto te costaba?

¿Qué pensabas?
Infra valoraste cada una de mis palabras. Fueron peones en tu juego.
¿Tanto te costaba?
Entonces, ¿por qué no me dijiste que me detuviera cuando te aseguré que me estabas creando recuerdos?