La huella que dejas

Anestesia

Mi mente intenta anestesiarse para no entrar en shock.
Esa broma no fue tan graciosa.
Humillante, diría yo.
Pero si no le doy importancia, no habrá motivo para otro show.

Aunque mi cuerpo sigue funcionando sin problema, estoy enojada, furiosa, fuera de control, quemándome por dentro.
¿Cuál era la gracia de acelerar mi corazón para luego aplastarlo sin compasión?

Aun así encuentro el acogedor sillón de la imaginación y una frazada con vista a un cielo de marea galáctica calmada, que con pequeñas estrellas forma una amable historia donde la broma no era broma, solo una malinterpretación.

En una semana más, si evito su mirada, todo pasará. Podré dejar de dormir hasta tarde, tranquilizando mi respiración. Podré volver a ser yo. Si evito su voz, mis ojos no correrán peligro de inundación.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.