La Humana es Mia ( Alpha x humana )

CAPÍTULO 10 - Está bien no estar bien

CAPÍTULO 10 - ESTÁ BIEN, NO ESTAR BIEN

ELENA 

Apenas miré la ventana por la mañana me di cuenta de que había nieve en los árboles. Al parecer había nevado en la madrugada, y ahora solo caían pequeños copos. 
Fui a lavarme la cara, y descubrí que tenía todo el cabello un desastre, y los ojos muy hinchados. 
Rápidamente me vestí con algunas ropas que había en el ropero, luego me disculparía por utilizarlas, ya que no tenía nada que ponerme, el vestido estaba arrugado y la ropa que vestía demasiado sucio.
Una polera, con unos busos muy aflojados. 
Sujete mi cabello en un moño y abrí mi puerta. 
—Hola, Terry — Apenas salude cuando lo vi en la puerta 
—¿Bajaras a desayunar?—Preguntó curioso 
—¿Por?—
—Hoy tenemos visitas, yo me encargaré...
—Terry— Gritó la señora de aquella vez, y enseguida él dejó de hablar 
Ella me miró de arriba hacia abajo analizando, juego junto sus mejillas en una sonrisa forzada 
—Niña, apresurate el desayuno se enfriará —Siseó y la seguí 
Tery negó la cabeza mientras pasaba por su lado, pero ya era muy tarde; no quería ser descortés así que seguí a la señora. 
—¿Mamá?—Inquirió James cuando ingresamos poniéndose de pie y caminando hacia nosotras —¿Qué hace aquí Elena?—Susurro cuando se acercó a su madre 
—¿No ves? La invité a desayunar; la pobre tenía hambre— Dijo abriéndose camino mientras me sujetaba de la mano. 
—Elena vuelve —Ordenó James con un semblante muy serio 
—¿Te atreves a contradecirme?— Expresó su madre mientras indicaba que me sentara a su lado. 
—Pelea desde tan temprano. Deberías relajarte tía, ya sabes como es mi primo—Anunció Fred mientras ingresaba 
¿Así que era el primo de James? 
—Si no querías escuchar debiste haber vuelto a tu colonia, querido sobrino— Presencie la rivalidad. 
—Me llamaron para desayunar, no para ver una pelea de sucesión— Ingresó uno de los ancianos junto con Nick
Las conversaciones se estaban poniendo interesantes, pero sentía la mirada intensa de James y mis nervios aumentaban. 
—Tienen razón disfrutemos el desayuno—Dijo la madre de James 
Gali el cocinero trajo la comida, si venía de él todo bocado era una delicia. 
—¿Y de dónde eres?—Preguntó su madre 
—De...—
—De California — Contestó Nick y lo fulmine con la mirada; él no tenía derecho a responder por mí. Pero no quería iniciar una bronca, así que asentí la cabeza aun con pensamientos negativos
—¿Extranjera? ¿Y qué haces en el condado?
—Es enfermera — Dijo Nick de nuevo y yo apenas había abierto la boca 
—Te puedes callar — Solé muy furiosa. 
Y todos me miraban expectantes, excepto James. ¿Había hecho algo malo?
La madre de James no preguntó nada más y al terminar de desayunar fue James quien me saco de la atmosfera incómoda. 
Ya en el cuarto, escuche los rumores de las encargadas del lugar que andaban en el pasillo. 
—¿Se atrevió a contestar al "Alpha"? —Preguntó sorprendida— ¿Al Alpha Nick?
—Si, yo misma escuche que le ordenó callarse— Dijo la otra y comprendí todo
Según lo que mencionaron, Nick tenía la misma posición que James, aunque James me había permitido hablarle informalmente. Lo de Nick era complicado porque recién me enteraba de esto. Y quizás había muchas cosas que no sabía de él, pero él si de mí. Esto se había transformado en una amistad o interés unilateral. 
Y me sentía mal, porque pensaba que todo iba bien.
Al rato tocaron mi puerta observé por la rendija y se trataba de...
Nick
—Elena sé que estás ahí, la única forma de entendernos es conversando—
—No te conozco— Respondí enseguida — Ya no eres el Nick que conocía
Y me tire en la cama, rogando que aceptara esas palabras y se fuera
—De todas maneras ingresaré necesito que me escuches — Inquirió y me levante de la cama y para eso la puerta ya estaba en el suelo. 
Se acercó hacia mí y enseguida hice que yo y Nick estuviéramos distanciados por la cama. 
—Elena ven aquí, señalo el lado donde se encontraba —
—No— Respondí tajante.
Si él era igual que James, y si James me dijo la verdad. Nick podría convertirse en un lobo gigante que acabaría conmigo en menos de tres segundos. 
Estaba asustada. 
—Elena, sigo siendo Nick. Solo que tenía este secreto porque no me gustaba que nadie lo supiera—
¿Nadie? Y las chicas a tu alrededor que eran las mismas amigas que tenías, acaso ellas cuentan como nadie -Inquirí en mi mente.
—Está bien, te creo. Ahora dejame en paz — Respondí de la manera más amable que trate porque mi cuerpo no dejaba de temblar y en mis adentros estaba gritando por ayuda. 
Quien sea por favor...James- Suplique en mi mente 
—Elena, creo que no entiendes; deberías comportarte bien conmigo. No sé sí has escuchado, pero soy más fuerte. En pocas palabras un Alpha ...— Canturreó 
—Y yo él Alpha de esta manada; espero que no hayas olvidado que eres un invitado y estás aquí para ayudar — Se acercó James. —¿Está es mi habitación, que hace un invitado como tú aquí?—
—¿Tu habitación? ¿Es la de invitados así que puedo andar por aquí — Farfullo Nick irguiéndose. 
James se limitó a señalar gran parte de la habitación donde había fotos de él, y su nombre tallado en madera. 
—Yo y Elena compartimos la habitación. Solo te informó— Mencionó James mientras recogía la puerta y lo encajaba de nuevo. 
—¿Qué? Creí que odiaban a los humanos — Nick preguntó 
—Si, pero es mi nueva diversión. Así que te sugirió mantenerte alejado de ella. No vas a querer comprobar cuál de los dos es más fuerte. — Amenazó James mientras lo votaba y terminó cerrando la puerta.
Cuando Nick se hubo retirado unas lágrimas traicioneras cayeron por mi rostro. Me había asustado ver así a Nick, con un rostro muy arrugado y creí que usaría sus habilidades para matarme. 
—Lamento haber tardado tanto, no creí que se atrevería a ingresar presuntuosamente.—Dijo James volteado mirando hacia la puerta—Y también las palabras que dije, me excedí en mi comportamiento. 
—Está bie...
—No, no está bien. Terminaste asustada; yo aumentaré la seguridad porque ahora regresarte al condado será peligroso si esa persona te busca —
¿James se sentía culpable por lo que había pasado? Quizás no le gustaba que trataran mal a nadie de su mansión así. Pero de alguna forma estaba bien, no estar bien. 
Eso me hacía sentir...
—Gracias, realmente me reconforta saber que viniste —Sonreí




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