La Humana es Mia ( Alpha x humana )

CAPITULO 28- ¿Problemas con el lobo?

Capitulo 28 - ¿Problemas con el lobo?

Narra Elena:

James se notaba frustrado, y parecía que su actitud se debía a mi presencia en la fiesta. Su tono era serio, y su ceño fruncido denotaba su incomodidad. Me sentí confundida y nerviosa por su reacción.

—James, yo... Pensé que podría ser divertido venir a la fiesta de Flant. No sabía que te molestaría.

Él susurró profundamente, como si estuviera tratando de controlar su enojo.

—No deberías estar aquí, Elena. Es peligroso para ti. No puedo garantizar tu seguridad en un lugar como este.

—James, no hay ningún peligro aquí... —susurré apenas para mí, pero él lo escuchó y frunció el ceño—. No quiero irme —dije finalmente, y una sensación muy extraña recorrió todo mi cuerpo.

James me sujetó de la cintura y terminó alzándome.

—Vámonos a casa, Elena. Es lo mejor para ambos —siseó con arrogancia.

Era la primera vez que actuaba de esta manera, y me sentí incómodo. Quizás no estaba del todo sobria; Me había ofrecido tres mojitos, los cuales bebí, pero no estaba ebria para aceptar este comportamiento y rechazaba la idea de dejar la fiesta de esa manera. Rechiné los dientes mientras íbamos hacia la carretera.

Narrador James:

El trayecto de regreso a casa fue desconcertante. Elena olía a alcohol y estaba claramente afectada por la bebida. Cuando bajamos del taxi, apenas podía caminar. Por suerte, la había llevado a un hotel alejado para evitar que amigos o conocidos la vieran en ese estado.

—James, yo... - intentó acercarse de manera provocativa, y noté otro olor extraño en ella. Al parecer, le habían echado algo a las bebidas que ofrecían gratis en la fiesta. No era ilegal, pero aceleraba el proceso de embriaguez, incluso con una dosis baja después de unos minutos.

La interrumpí, incapaz de contener mis acciones por más tiempo.

La oscuridad de la noche nos rodeaba, y la necesidad de marcarla, de reclamarla como mía antes de la transformación, se apoderaba de mí.

Pagamos el hotel y subimos a la habitación. La sostuve para que pudiera recostarse sobre mí y caminar. La miré fijamente, mis ojos dorados brillando con intensidad, mientras ingresábamos rápidamente a la habitación.

—Elena...

Sin previo aviso, ella se acercó a mí y me besó. Tomé su rostro entre mis manos y la besé también apasionadamente. Mi deseo por ella, mezclado con la urgencia de la luna llena, nos consumía a ambos.

Pero logre detenerla y encerrarla en la habitación principal y dormir en la sala. 

Fue una terrible idea porque apenas pude pegar los ojos un momento antes de amanecer. 

Por suerte al levantar más temprano por no dormir, logré pedir comida y ropa a domicilio; asimismo pude entrar a la habtación y verla dormir. 

Estaba descansando tan placidamente que me daba ganas de dormir a su lado, me recoste a su lado e inmediatamente me quede dormido por el cansancio.

Apenas fueron unos minutos para mi, hasta que un grito me despertó junto a un golpe propinado por la almohada. 

Era Elena quien a penas había despertado. 




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