La Humana es Mia ( Alpha x humana )

CAPITULO 30 - La anatomía no humana

CAPITULO 30 - La anatomía no humana

Narra Elena:

James me dejó en la biblioteca y pasé toda la mañana revisando libros de medicina y actualizándome en información en el campo de la salud. Ya había enviado un correo para convalidar mis prácticas preprofesionales, y la solicitud pronto sería aceptada debido a que la institución seria demandada por problemas ocurridos durante las prácticas laborales si no aceptaba que supuestamente si estuve haciendo prácticas.

Solo necesitaba presentar mi artículo ya terminado para obtener mi título, pero para sustentarlo necesitaba leer bastante.

Pasaba las hojas de un artículo en una plataforma virtual cuando vi una recomendación de otra investigación cuyo título me llamó mucho la atención, aunque no tenía muchas vistas.

Al empezar a leer esa investigación, "Los seres de anatomía no humana", parecía más sacada de la ciencia ficción; sin embargo, describía perfectamente a James.

En el contenido había imágenes hechas a mano y con letra poco legible, lo cual no facilitaba entender el contenido. Me dirigí a la última página para revisar el contacto del autor. Encontré el nombre de la persona y la dirección, la cual estaba a solo a tres cuadras de la biblioteca, así que anote rápidamente la dirección y salí.

Busqué entre los edificios, y parecía ser una zona acomodada. Deseaba encontrar respuestas y esperaba que no fuera solo una broma o un pasatiempo de alguien.

Pregunté al conserje sobre alguna persona de nombre Samantha, y me dijo que vivía en el piso 5, aunque la mayoría de las veces no salía y apenas la había visto.

Subí hasta el quinto piso y toqué el timbre. Después de tres intentos, la puerta se abrió solo una rendija.

— ¿Samantha? —Cuestioné, observando su apariencia poco habitual.

Era una chica de cabello plateado que llegaba hasta los hombros; su corte era disparejo, su rostro era bastante pálido y tenía ojeras muy pronunciadas cerca de los ojos color café que tenía. Sus manos eran muy delgadas, así que imaginé que su cuerpo también lo era; sin embargo llevaba una ropa muy abultada.

Ella asintiendo con la cabeza y me dejó pasar.

Entré a la habitación con una mueca  en mi cara. Para mi sorpresa, el departamento parecía estar bien ordenado, excepto por una parte de la sala y la lavabajilla.

—No esperaba recibir visita —mencionó con una voz suave.

—Eh, vine de improviso... De hecho, leí su artículo en línea y...

—Sí, supongo que eso pasó; me confundí de sitio web al momento de publicar, porque como ves, no he dormido en días —afirmó mientras extendía su mano hacia una taza de café en el suelo.

Era bastante peculiar, y esa era la única forma en la que la describiría. Su aspecto me grababa un "Near" de la serie "Death Note".

—Entonces ¿sabes de su existencia? —preguntó—. Porque cualquier humano habría pensado que era una broma. Tengo suerte de que el artículo solo tenga tres vistas, y dos de ellas fueron por mí en mis otras cuentas.

—¿No planeabas publicarlo? —

—Como te dije, me confundí de plataforma, y ​​sería un caos si otro sobrenatural o el estado lo hubiera leído. Intenté eliminarlo, y apenas hace unos minutos lo logré. Es difícil sacar una publicación de la base de datos autoguardada.

—¿En qué plataforma planeabas publicarlo? Y, ¿qué son las imágenes que colocaste en el libro? —Cuestioné mientras seguía de pie, observándola sentada.

—Las imágenes son de mi autoría. Yo fui doctora. Es ahí donde observé imágenes que decidí plasmar en mi libro.

Ella se veía demasiado joven para ser doctora, normalmente ser doctora llevaba 7 años y sin especialización.

—Sobre la plataforma, es mejor que sepas lo menos posible. Solo te hice pasar para que supieras que no debes mencionar la existencia del libro; posiblemente, al estar relacionado con ellos, estés en la mira. Ellos realmente no confían en los humanos y los detestan.

En ese momento, un hombre de buen aspecto y corpulento abrió la puerta de una de las habitaciones dentro del departamento e ingresó a la sala.

—Es momento de que te vayas; si nos volvemos a ver, haz como si no me conocieras —recalcó.

El hombre casi me empujó hacia la salida, y terminé saliendo del edificio.

Saqué el celular de mis bolsillos y tenía varias llamadas perdidas de James. James me había comprado un celular nuevo, y el único contacto guardado era el suyo.

Revisé la bandeja de entrada, y había mensajes preguntándome dónde me encontraba. Revisé la hora, y ya era cerca de las tres de la tarde.




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