Notas de la autora

Siempre he dicho que mi vida no es interesante, que se asimila mucho al resto. Mi existencia no tiene nada de especial, nada por lo cual las personas deban hablar. Y no es que espere que los demás hablen de ella, al fin y al cabo es solo mía.

Después de mucho cavilar y de tener un arrebato de inspiración, tomé mi celular en medio de una atroz fiesta y comencé a escribir. Escribí por cinco horas que me supieron a poco. No paré a revisar faltas ortográficas, gramática, si coloqué dos puntos en lugar de tres, si repetí palabras; eso lo dejé para después. ¿El resultado? Esta pequeña historia.

En solo siete pequeños relatos te mostraré los sucesos más relevantes de mi infancia, los que me convirtieron en la persona que soy hoy. Claro, los sazonaré con un poco de ficción, todo es mejor con un poco de eso. La vida está conformada por verdades y verdades a medias, y eso es lo que la hace divertida.

Tal vez piensen, ¿qué de especial tiene la infancia de esta persona para hacer que la lea? Pues, nada. Y eso es lo especial, solo una persona normal relatando su pasado normal. ¿Y todo eso para qué? Para descubrir que hizo algo, que vivió y no solo existió. Para descubrir que aún vive, y no solo existe.

Esta es una historia para hacer que su perdida, y aún no encontrada autora, descubra todo aquello que ocultan sus recuerdos. Puede que, incluso tú, mi extraviado lector, descubras algo más en ti. Algo que, después de mucho, creías desaparecido.

Así que esto es solo la media infancia de una media vida.

-Diphylleia Grayi