La Influencia De La Mafia

NUEVA VIDA

A medida que sus pensamientos se volvían más caóticos, comenzó a recordar momentos compartidos con Liam. Las risas en el muelle, las confidencias bajo las estrellas, y cómo, en cada una de esas instancias, había sentido que su conexión era inquebrantable.

La determinación comenzó a crecer dentro de ella. Jane sabía que no podía permitir que Liam se convirtiera en un peón en un juego que no quería jugar. La idea de verlo casarse con Valentina, sin siquiera tener la oportunidad de luchar por su propio amor, la llenaba de una profunda desesperación.

-No puedo dejar que esto suceda. - murmuró para sí misma, su reflejo en el espejo mostraba una mujer decidida y fuerte. - Debo volver a él y recordarle quién es realmente.

Con su corazón agitado, Jane se vistió rápidamente. Sabía que debía encontrar a Liam y hablar con él antes de que fuera demasiado tarde. Mientras se preparaba, la idea de revelar su verdadera identidad como la princesa anónima de la mafia la llenaba de nerviosismo, pero también de una extraña emoción.

-Es hora de ser valiente. - se dijo, sintiendo el peso de su historia y su futuro en sus manos.

Al salir a la calle, el aire fresco le acarició el rostro, y el murmullo de la ciudad la envolvió. Cada paso hacia el muelle era un paso más hacia la confrontación que sabía que debía tener con Liam. La luz del atardecer comenzaba a teñir el paisaje de tonos dorados, y la belleza del momento contrastaba con la tormenta que había en su interior.

El muelle era un lugar sagrado para ellos. Era donde se habían prometido que nunca dejarían que el mundo externo interfiriera en su amor. Al llegar, vio la silueta de Liam, de pie al borde del agua, mirando la línea del horizonte, como si buscara respuestas en el infinito.

Cuando Liam se giró y la vio, la sorpresa iluminó su rostro, pero rápidamente fue reemplazada por una sombra de preocupación.

-Jane... - dijo, su voz llena de confusión y ansiedad. - No deberías estar aquí.

-Debo hablar contigo, Liam. - respondió ella, su voz firme pero temblorosa. - Es sobre Valentina.

Él frunció el ceño, la preocupación marcando su rostro.

-No es el momento, Jane. - intentó evitarla, pero Jane no iba a dejar que se escapara de la conversación que ambos necesitaban tener.

-Sí lo es. - insistió, acercándose un paso más. - No puedo dejar que te conviertas en alguien que no eres.

Liam la miró, y en sus ojos se reflejaron la lucha interna y la confusión.

-No entiendo. - dijo él, su voz casi un susurro. - ¿Qué hay que entender? Estoy comprometido.

Respirando hondo, Jane sintió que el momento de la verdad había llegado.

-Liam, hay algo que necesito que sepas. - comenzó, su voz temblando ligeramente. - Soy Madame Erika, la Jefa anónima de la mafia rusa. Siempre lo he sido.

Los ojos de Liam se abrieron de par en par, y por un momento, pareció aturdido.

-¿Qué? - preguntó, su incredulidad palpable.

-He vivido en la sombra, he estado oculta en este mundo. - continuó Jane, su corazón latiendo con fuerza. - Cambie de ciudad para protegerme y proteger a mi familia. Pero siempre he estado aquí, al lado de mi familia y de este mundo. Y he estado enamorada de ti.

La revelación dejó a Liam sin palabras. Sus pensamientos se agolpaban, y luchaba por procesar lo que Jane le había confesado. La idea de que la mujer que amaba había estado tan cerca de él, y a la vez tan lejos, le daba vueltas a la cabeza.

-Pero... ¿por qué no me lo dijiste antes? - preguntó, su voz llena de confusión.

-Tenía miedo. - confesó Jane, sintiendo que las lágrimas amenazaban con brotar. - Tenía miedo de que el peso de mi identidad te aplastara. Quería que tuvieras la libertad de elegir. Pero ahora veo que eso fue un error.

Liam dio un paso hacia ella, su expresión cambiando mientras la comprensión comenzaba a asentarse en su mente.

-¿Estás diciendo que siempre has estado aquí, a mi lado? - preguntó, su voz llena de asombro.

-Sí. - Jane asintió, sintiendo que su corazón ardía. - Siempre he estado aquí, y siempre he creído en nosotros. Pero no puedo dejar que te encierren en un matrimonio que no deseas.

Liam la miró, sus ojos llenos de lucha.

-Pero la presión es enorme. - dijo, su voz llena de dolor. - Si no lo hago, podría haber consecuencias.

-Pero tú no eres solo un peón en este juego. - dijo Jane, acercándose a él. - Eres un hombre que tiene el derecho de decidir su destino.

Liam la miró, y en su expresión se reflejaba la batalla interna entre el deber y el amor.

La tensión entre ellos era palpable, y Jane sintió que el tiempo se detenía. A medida que Liam procesaba sus palabras, su corazón latía con esperanza.

Finalmente, él se acercó más, tomando su mano con firmeza.

-No sé qué pasará, pero sé que no puedo perderte. - dijo, su voz llena de sinceridad. - Si eso significa enfrentar a mi familia, entonces lo haré.

Jane sintió una oleada de alivio y alegría. Había logrado lo que se había propuesto; había traído de vuelta a Liam a su verdadero ser, al hombre que siempre había deseado ser.

-Entonces enfrentaremos esto juntos. - respondió Jane, sonriendo a través de las lágrimas. - No estás solo en esto, nunca lo estarás, Ahora, me presentare como tu esposa... si eso no te molesta claro.

Liam la miro con una sonrisa la acerco a el

-Jamas me molestaria- Jalandola hacia el y besando, demostrando su amor mutuo




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