-Ubicación: Refugio de Ávalon.
-Fecha: 13 de Diciembre a las 2230hrs. (2 años antes de la Guerra Prometida)
A ver, ¿Cómo se supone que inicie con este reporte? Si es el primero que hago y no me han dicho nada de cómo hacerlo. Supongo que lo primero sería presentarme.
Yo soy Leonard Rushben, aún no tengo un título, pero sé que me darán uno muy pronto, así que eso no me preocupo por ahora. En el momento que escribo este reporte tengo 14 años de edad, y si bien estoy consciente que las leyes de la Hermandad permiten hacer la misión de iniciación siempre y cuando se cumplen 10 años en el Distrito de Educación, solicité una excepción al adelantar la mis estudios como condición.
Como sabrán por mi apellido, pertenezco a la familia de hermanos Rushben, y no solo eso, también soy el hijo del actual líder de la familia, Baltimore Rushben, el Caballero de la Leliel. Por lo tanto soy el siguiente en la línea. Y como es tradición de mi familia, cuando el próximo líder cumple los 5 años de edad, lo dejan solo en la Caja de la Meditación, una gran cabaña donde se encontraba a la mitad de un campo que es la única propiedad de la familia, con una enorme biblioteca repleto de libros de Medicina, Transmutaciones, Metafísica, Química, Biología, Historia, entre muchos otros temas. También incluía con un gimnasio de entrenamiento, cocina, baño y una bodega llena de comida para abastecerme solo por décadas. Ahí donde pasé mi niñez entrenado y estudiando cada día sin parar. Sin embargo, el día de hoy estaba por salir de ahí para demostrar mi trabajo.
Al día siguiente de mi examen, mi padre llegó a la cabaña junto con la Maestra Sasha Franz, dandomé los resultados de mi rendimiento y felicitandome por obtener un 35% por encima de la aprobacion en los examenes fisicos y un 52% de encima de las inteligencias prácticas. Sobre todo mi padre, que presumía que no era sorpresa que superara no solo sus expectativas y que resultaba natural que la siguientes generaciones rebasaran a sus predecesores. Luego me informaran que apartir de ahora la Maestra Sasha sería la incargada de mi desarrollo y que me refirece a ella como mi maestra o metora, al mismo tiempo anunciaron que me trasladarian al Refugio de Ávalon para darme mi primera misión. Aunque no lo demostraba, estaba muy emocionado, pero si Dios me hubiera dicho lo que me esperaba, me habría sentido diferente.
El viaje no fue largo para llegar al Refugio, todo lo contrario, ya que usamos una Vela Fugaz como medio de desplazamiento Cada uno poseía una en la man, salvo yo por supuest, y mi padre me dijo que se quedaría ahí por un rato en la caja con el fin de una inspección y control a la cabaña, así que se despidió de mi con un abrazo, mientras que me susurraba al oído antes de separarse con un beso en mi frente:
—Q NOALN, NI OZIEN
(Tú puedes, hijo mío)
Por supuesto que se trataba de una demostración tanto de su afecto que tiene hacia mi o de su apoyo moral ante desafío que me esperaba, y lo aprecio bastante. No obstante, no disponía del tiempo suficiente para responderle de forma apropiada, ya que justo después de me abrazara, mi maestra apoyo su mano izquierda sobre mi hombro mientas le prometía a mi padre que tendrá como máxima prioridad mi regreso al hogar. Consecuentemente me pidió que dejara mi mente en blanco y que ella se encargara. Mientras que la otra sostenía la vela, con la misma mano, pone un dedo sobre la mecha, encendiéndola con una flama roja que se descolora hasta el punto de ser blanca, seguido de su brillo que aumentaba poco a poco, su luz no me permitía ver con claridad, sin mencionar que me dificultaba mantener los ojos abiertos, no tuve más opción que cerrarlos por un momento. En un lapso de 3 segundos, escucho la voz de mi maestra, diciéndome que ya los podía abrir con tranquilidad. Cuando los abrí, la vela estaba apagada, y ya no me encontraba en el campo, sino en una especie de centro rodeado de personas. Mi maestra se volteó a mirarme mientras me decía junto con una amigable sonrisa: "Bienvenido al Refugio de Ávalon, esiasch".
Antes de continuar con el reporte, debo aclarar algo. Es probable que la naturalidad de la cual se expresa mi maestra hacia mi persona pueda extrañarle a algunos, y esto se debe a que yo la había conocido desde mucho antes de que estuviera en el puesto en donde Maestra Superiora, antes que fuera Directora del Distrito de Ciencia, y antes de ser Maestra Superiora. Cuando tenía unos 8 años, la Maestra Sasha comenzó a visitarme junto con otro esiasch llamado Marcus Mercer para ver mis avances, me visitaban por cada cambio de estación, ósea, una vez cada 4 meses. Y siempre después de cada demostración, se quedaban para pasar tiempo de entretención conmigo, ellos me cocinaban la comida, entrenaban conmigo, jugaban conmigo, me contaban como era la vida de un hermano, y cómo estaba mi familia. Y cuando caía la noche, se despedían al momento de que me fuera a dormir. Así que podría considerar a la Maestra Superiora Sasha Franz como mi hermana mayor.
Volviendo al reporte, mi maestra me dijo que antes de ver el tema de mi primera misión, debía atender otros asuntos de su Distrito, y que por mientras espero vaya a conocer el lugar. Yo le asentí con la cabeza, y se despidió de mí mientras se alejaba. Luego comencé a caminar sin rumbo por las calles confundiéndome entre la gente.
Mientras pasaba observando la tranquilo y acogedor ambiente que me entregaba el refugio, las personas que cruzaban miradas conmigo me entregaban un poco de su tiempo para saludarme con un fraternal apretón de mano, un abrazo o incluso un beso sobre la frente como muestra de respeto. Al principio me sentía incomodo por esas expresiones por mi falta de exposición a las mismas, pero aún así lo sentía similar a esa sensación que sientes al recibir cariño de un pariente lejano. Pese a no conocerlos del todo o no conocerlo en absoluto, aún podía sentir seguridad y fraternidad de su parte, con conocimiento innato que ninguno de ellos me sea algún mal. Quizás sea porque, después de todo, solo familia ante los ojos de Dios, sin importar la apariencia o de donde provengamos.