La Iniciación

III

Los hombres de Alester estaban a boca abierta, preguntándose qué fue todo lo que pasó. Y entre la confusión, aprovechamos la oportunidad para dar el primer golpe.

Entre todos disparamos al enemigo, sin malgastar ni una bala, todos directo a sus cabezas. Cuando reaccionaron al ataque, ya habían caído 15 de los 40, pero el resto sobrevivió porque solo éramos un total de 13 personas.

Los restantes se pusieron a cubierta y comenzaron a contraatacar abriendo fuego de cobertura. Thomas y yo, al ser los únicos del pelotón sin B-RS,  nos colocamos a cubierta por los grandes escombros que hizo mi maestra. El tiroteo se hizo presente en el acto, rugidos descontrolados de disparos por parte de los enemigos, debido a que apuntaban con la cabeza baja, no miraban a que disparaban.
Los demás avanzaban entre las balas sin recibir daños de estas. Por cada enemigo que asomaba la cabeza para ver, lo recibían con un disparo limpio en la entre ceja, y cuando se acercaban a las cajas donde estaban cubiertos, los agarraban desde el cuello y le daban un rodillazo en el abdomen, a la altura de la boca del estómago. No con la fuerza para matarlos, sino la suficiente para dejarlos inconscientes y sean enjuiciados. Al final los humanos del túnel de acceso del centro de Tecnología fueron rotundamente abatidos, con un total de 18 muertos y 12 inconscientes. Seguimos adentrándonos al centro para continuar exterminando a las plagas.

Entramos al centro de Tecnología, específicamente en el área de pruebas. A diferencia del centro que hay en Avalon, el de Chernobyl era más grande. Constaba de una plataforma que ocupaba espacio en las 3 plantas que constituía toda la instalación.
Antes de continuar, un hermano llamado Pietro Roman nos dijo que el enemigo estaba escondido esperándonos. Otros también insinuaron que tenía razón y apuntaban a los lugares donde habían más reagrupados. Me sentí fuera de la conversación, ya que no podía verlos, en cambio los demás debieron ser médiums o adquirirlo por un Spectris Visio.

Volviendo al tema, Thomas propuso una idea para abatirlos sin estar en un tiroteo. Según con su plan, nos separaríamos en grupos de 4 personas, aunque un grupo tuvo uno extra por mí, y cuando él activara una granada nube, nos dispersaríamos entre las plantas y nos encargaríamos del enemigo entre la cortina de niebla. Todos estuvieron de acuerdo con su plan. Nos tomó poco tiempo distribuir los grupos, los que se encargarían de la planta superior serían Helmut Hess, Pietro Roman, Emmanuel Santiago y Rose Moon como Darwin 1. En la planta central entrarían Ivonne Summers, Yuan Chen, Donne Evans y Carrie Ng como Darwin 2. Y para la planta inferior se encargarían Thomas, Nathaniel King, Benjamin Hamilton, Amanda Cruz y yo como Darwin 3.

Cuando ya estábamos con los grupos listos, nos preparamos para actuar. Al ser una situación de combate cercano, no era necesario el uso de las armas de largo alcance, así que guardamos las armas. Los demás, a excepción de Thomas y yo, se sacaron los guantes y se arremangaron los ropajes hasta mostrar cada uno su brazo derecho, luego sus brazos comenzaron a hincharse, deformarse mejor dicho, dando como resultado una protuberancia grande, ancha y delgada cual espada, pero una que estaba viva. Yo por otra parte, tomé a Guidion con la mano derecha y gire el anillo del protector para desenvolver la hoja. Y en cuanto a Thomas, saca de entre sus ropajes una espada SD-3, la misma que ayude a Goliat a crear. Con que para él era la espada pensé yo en ese instante.

Ya estábamos listos para comenzar el plan. Thomas saca el seguro de la granada, desprendiendo un flujo de vapor inmenso que cubrió todo el centro junto con otros túneles conectados a él. Sin ninguna señal, nos dispersamos entre las plantas con nuestros respectivos compañeros. Junto con mis hermanos que nos correspondieron las plantas de más abajo dimos  un salto directo al vacío. Mientras caía, sentía como la humedad de la niebla rozaba en mi cara. Y cuando el otro grupo que cayó tenía que separarse de nosotros, se agarraban repentinamente de un barandal o algunos cambiaban su dirección dando una patada contundente a una pared opuesta e impulsarse para aterrizar en la planta central. En cambio yo con los otros seguíamos cayendo, aumentando la velocidad de impacto.
Cuando faltaban metros para llegar al suelo, centro mi energía en las piernas y en la mano izquierda. Doy un giro en el aire y aterrizo de pie cual gato sin ningún rasguño. Después de eso, nos movilizamos de manera rápida y silenciosa.

Aunque no podía ver con claridad como los demás, era capaz de guiarme por los otros sentidos, en especial con el oído por las constantes quejas y charlas que tenían los humanos. Sin embargo, algunas de sus voces eran silenciadas de pronto, probablemente por causa de mis hermanos.

Luego de un rato, me encontré con otro humano entre la niebla perdido, a pesar de la distancia corta que había entre él y yo, no lo podía verlo a detalle, pero reconocía su silueta. Otorgándome la oportunidad de apuñalarlo por la espalda, no obstante, tomé una acción distinta.

Debido a mi estatura, le lanzo una patada baja en la rodilla para que estuviera más a mi altura, seguido de un agarre desde su cabeza, con la mano izquierda apretando el cuello y la derecha tapando nariz y boca para que no se escapara ningún ruido. Posteriormente de 12 segundos, deja de dar resistencia, y lo dejo caer al suelo de manera cuidadosa sosteniendo su cabeza. De pronto, escucho pasos que se dirigían hacia mí, por el patrón de los pasos, deduje que se trataban de un total de tres personas. Me distancie de mi posición anterior para estar lejos de su alcance de vista.
De entre la niebla, pude ver como aparecían tres luces que miraban en dirección a donde estaba el cuerpo de quien dejé inconsciente. Quizás hubiera sido un gran problema si lo vieran, probablemente alarmarían a los otros y resultara reduciendo nuestra ventaja. Pero al final terminó siendo una prueba de los nueve años de arduo entrenamiento que conlleve.
Primero los rodee para evitar sus luces y quedar detrás de ellos. Luego me quede esperando, planeando mis posibles jugadas mientras regulaba mi respiración, hasta que ellos alcanzaran el cuerpo. Al momento de que lo vieron, el hombre del medio se alejó de los otros y se agacho para verlo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.