La inspiración de Axel Malik

Capítulo siete.

"El truco es volverse fuerte de corazón,

sin perder la ternura del alma."

-Julio Cortázar.

Capítulo siete.

Christine.

Quise que la tierra me tragara al día siguiente, que todo lo que había hecho en mi estado de embriaguez no me recordara por qué no tomo una sola gota de alcohol.

En mi Instagram había dos reels, uno en el que se mostraba solo mi cuerpo y vestimenta, mis jeans blancos y una blusa de tirantes cortas sin brasier que apretaba bien mis cerezas, la copa seguía en mi mano izquierda mientras en la mano derecha tiene el celular apuntando a el espejo que supongo se encontraba en una de las habitaciones del departamento de Frida.

Y otro donde se muestra a mi amiga pelirroja bailando una música que según ella es algo llamado como reguetón. En el vídeo sale un perfecto "díganle que me enseñe" en grande con unas caritas llorando.

Por suerte, solo se le puede ver la espalda. Joder, me pregunto por qué no me detuvo Frida de hacer esa idiotez.

Lo peor de todo no era eso, no. Lo peor de todo era ver el último chat de mi Instagram.

El nombre de Axel Malik junto con el verificado aparece ante mi ojos, con los dedos temblando y enormes ganas de vomitar, me adentré al chat. El primer mensaje era mío, un hola estúpido. Y luego un vídeo.

Trago en seco, abriendo dicho archivo.

Abro los labios anonada, solo era un vídeo de mi mano sosteniendo una copa de vino casi vacía. El problema era el mensaje dentro del vídeo.

"Quisiera que estuvieras aquí".

Golpeo mi cabeza con la mesa de mi escritorio llorando falsamente. Vuelvo de nuevo mi atención a la conversación, sorprendiéndome de encontrar su respuesta.

¿Por qué tuviste que contestar, idiota?

¿Por qué tuviste que escribirle?

Muerdo mi labio inferior, intentando controlar los latidos de mi corazón junto con los nervios de mi cuerpo. No sé qué hice para merecer esto, pero definitivamente no volvería a beber teniendo un celular cerca.

"Yo espero que la señorita que está escribiendo llegue sana a casa."

Fue la respuesta menos esperada, pero lo suficientemente él como para ponerme tonta. A mí yo sobria y ebria.

Luego solo dos simples mensajes siguen. Un "no sabes quién soy" sin el signo de pregunta de mi parte, y un "no" en mayúscula de su parte.

Eso me decepcionó y me alivió a la vez. Entro a mi perfil solo para verificar que mi nombre de usuario no es mi nombre en sí, solo una simple M en mayúscula junto con los números 7, 8 y dos l.

M78_ll

Era muy mala para los nombres de usuarios en cualquier aplicación, no podían culparme. A veces, ni siquiera intentaba crear uno.

Suspiro, él no sabe. Punto a mi favor, entonces.

Alzo la vista para fijarme en mi consultorio, gracias a que había tomado esas semanas que fui a Francia como vacaciones para ir a consolar a mi hermano, me tocaría seguir en el consultorio un tiempo ahora en este mes. No podía quejarme, tenía pocas pacientes gracias a la festividad.

Probablemente terminaría tomando esos días para ir a ver a mis padres más rápido de lo que creía.

Suelto un suspiro cansado, me dedico a organizar algunas cosas e intentar de trabajar con el enorme dolor de cabeza. Le diré a Frida que no me invite a beber cuando tengo trabajo a la mañana siguiente.

Ni siquiera sé con cuál fuerza me encuentro aquí. No podía mantenerme en pie del todo.

Pero al menos tenía un problema menos, si Axel Malik no sabe que la estúpida que le mandó esos mensajes anoche soy yo, todo podía seguir como antes.

—Debe seguir como antes —aseguro en voz alta.

 

(...)

 

Me detuve cuando sentía que desfallecería si seguía corriendo un kilómetro más, estaba lejos de casa con ropa deportiva puesta y unos auriculares brindándome música motivadora para hacer ejercicios.

Hoy estaba tan intranquila que el Yoga no me serviría de mucho, así que salí de casa con la misión de ponerme a correr para despejar mi mente. Estaba cansada y transpirando, pero al menos no tenía esa voz en mi cabeza hablando muy alto.

Miro alrededor, frunciendo las cejas. No sabía dónde estaba lo suficiente, así que cuando mis ojos se detuvieron en la galería de arte al lado de mí, un jadeo se me escapó.

Mis ojos recorrieron esas puertas y su diseño, las personas entrando y saliendo vestidas elegantemente, me sentí fuera de lugar y aún con los latidos acelerados de mi corazón, retrocedí lentamente.

Hasta que me detuve en automático cuando escuché a una pareja hablar.

—Habrá una nueva colección de Malik, será presentada en vivo y directo. Me alegra que haya vuelto a pintar, extrañaba todo el sentimentalismo y sufrimiento que transmite con cada trazo —trago en seco.

El chico junto a ella la observó tranquilamente, relamo mis labios fingiendo leer un mensaje en mi reloj inteligente.

—Sí, es genial que haya vuelto luego de tantos meses sin saber de él. ¿Tal vez hasta venga con una nueva película en mente? —la chica chilló bajito, asintiendo.

—¡Sí! Me encanta verlo en escena haciendo del tipo malo —suspiró—, me pregunto qué le habrá pasado para que desapareciera así.

Siguieron caminando tranquilamente sin parar de hablar de él, mientras sentía mi pulso acelerado y mi mente envuelta en una nube de confusión gigantesca.

—Lo bueno es que Malik está de regreso, ya hasta usa sus redes sociales cuando nunca le han gustado —fue lo último que escuché.

No lo pensé dos veces para grabarme el lugar de pies a cabeza, corrí de vuelta a casa con una sola cosa en mente.

Saber de qué colección hablan.




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