El destino

Un día de esos que parecen va hacer lo mejor de la vida termina siendo la entrada al infierno.

Su pies caminan rápido en busca del destino ya escrito con tinta de sangre, ella se apresura por una calle oscura en busca de su amado, mientras el demonio acecha por la espalda y sin darse cuenta le respira en su oído.

El ambiente se hace tenso. Unas manos en su cuerpo que la atrapan sin salida. Un narcótico que le bloquea la mente. 

Quiere gritar pero solo una lágrima se escapa de sus ojos miel, mientras aquellas manos le  acarician la piel y desgarran la ropa tomando de ella lo que él demonio apetece en su necesidad carnal.

El frío de un metal que se desliza suavemente por el cuello mientras él toma la decisión más importante de la vida, dejarla vivir condenada al infierno o asesinarla para liberarla del dolor. 

Una gota de sangre tiñe levemente el poco vestido que cubre su cuerpo mientras un cobarde que destruye la vida de un ser inocente por segundos de placer, huye abandonando en la nada. 

Todo se torna gris y la muerte no se compara con el dolor de vivir, con el asco que le produce su cuerpo, con un día en el abismo llamado depresión.

" Los peores demonios, son los malos que recuerdos que guardamos en nuestra vida. "

—Srenite—