La intrusa en la casa del millonario

Capitulo 2

Sus brillantes ojos azules se posaron en ella apenas entro, y esta sintió la presión de una sombra sobre ella. Es lo que causaba su presencia en ella. La siguió con la mirada como un tiburón a su presa hasta que estuvo ante la larga mesa y tomo asiento en el otro extremo

Ambos callados, ambos solo mirándose fijamente, como si esto fuera una competencia que nadie quería perder.

Después de unos minutos, James fue el primero en tirar la toalla — has demorado — no era un saludo. Solo una frase cortante y seca. El tendia a abrir la boca solo para recriminarle cosas

—Perdona.

—Pero ha valido la pena — suelta mientras rápidamente luego de eso se lleva un trozo de lomo a la boca

Eso la distrae un rato confundiéndola, pero el comentario pasa rápidamente desapercibido cuando este sigue hablando

—Ha sido un viaje agitado y estoy cansado. Quiero silencio en la casa por las próximas semanas

—¿Semanas? — y se le habia escapado decir eso en voz alta.

Los ojos de James volaron hacia ella rápidamente como un rayo mientras detenía el movimiento del tenedor en su mano

—¡No! Quiero decir… quiero decir que eso es genial…—sonrió incomoda mientras se removía en su asiente y luego bajo la vista de nuevo a su plato

—Siempre pareces muy distraída. —comento y luego prosigio con el tema —No quiero visitas durante mi estadía aquí

—Nunca traigo a nadie…—murmura ella

—Pues las cámaras registran lo contrario, graban a todo aquel que entra. No puedes mentirme a mi

Lyra sabia lo de las cámaras, pero ella no estaba mintiendo —Andrea no cuenta. Hablo de otra gente, personas reales

—¿Y qué otras personas quisieras traer aquí?

—He conocido a algunos amigos en la universidad y pensé que quizás…

—No— lo corto frio y habia algo en su semblate que habia cambiado. Sabia esa postura, y la expresión de su rostro, era lo que hacía cuando se ponía a la defensiva

Ella relajo los hombros antes tensos— se que no puedo convencerte de lo contrario, ni pedirte nada cuando estas en ese plan, pero… pronto me graduare. Me atrase dos años cuando deje de estudiar. Pero cuando lo retome avance bien. Y me gustaría tal vez…

—Ya te lo dije. Eso no pasara. No necesitas amigos. Tienes suficiente con Andrea. Lo máximo que podria permitirte si gustas es alguna otra amiga insoportable más. Pero es todo.

—No soy un perro. Sabes que no me gusta que me hables como uno

—No lo hago, pero esta es mi casa. Vives bajo mi techo

—¿Entonces afuera…?

—No sales de aquí sin mi permiso. —la corta — Tu me perteneces a mí.

—Lo se…—murmuro por lo bajo la joven — y aún no he cumplido mi sentencia ¿no? — soltó amargamente

James pareció molesto, pero se contuvo —No has sufrido lo suficiente, Lyra. Aun me lo debes todo

—Pero dentro de dos meses…

Fue entonces cuando James si que exploto. No es que James fuera violento o alguna vez le hubiera dado un golpe a ella, o a algún objeto tratando de intimidarla, el no era asi. Pero sí que podía ser aterrador cuando lo quería.

Ella lo miro sin salida, atrapada entre sus propias palabras. Ella sola se condenaba.

—Sabía que sacarías el tema

—Es inevitable… sabes que esto tiene que terminar en algún momento. No puedo ser tu prisionera para siempre.

Él sonrió — no. Tienes razón. No puedo detenerte —tomo la copa de vino entre sus manos y la movió entre sus dedos ligeramente, su postura se relajó, y ella no estaba entendiendo nada. Todas sus acciones de esta noche la confundían mucho — dos meses pasan rápido. Y me quedare aquí en todo ese tiempo.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Lyra, ¿realmente anhelas tanto alejarte de mí?

¿Qué clase de pregunta era esa?

Trato de mirarlo a los ojos, pero fue imposible. Tenia su cabeza media agachada, y sus cabellos oscuros lo impedían ver su rostro por completo. Estos trozos de cabellos caían levemente sobre su frente, y el color de su piel clara hacia un contraste maravilloso con este. Andrea tenia razón en algo, James era muy atractivo.

—No necesito estar al lado de alguien que me odia, y me priva de todo. Tampoco creo que tu lo quieras realmente.

—¿Odiarte? — soltó un bufido y rio un poco. Una risa amarga

¿Qué estaba pasando?

Pero entonces se levanto de la mesa, y ella se encogió en su silla mientras lo veía caminar decididamente hacia ella.

Su corazón se acelero mientras trataba de analizar sus opciones, o un plan de escape, pero entonces el rostro del joven estuvo cerca del suyo cuando se inclino hacia ella sobre su silla —¿quieres que te muestre cuanto te odio, Lyra?

No sabia si debía responder. Temía decir algo incorrecto. Con James, algo asi nunca se sabía.

—Tu dices temerme, pero no es asi. Si me tuvieras miedo, nunca me desafiarías asi. Jamás me hablarías con ese irrespeto, ni me mirarías con esos ojos retadores. ¿porque, me estas retando ahora mismo no, Lyra?

—No soy una mascota. Nuestro padre jamás hubiera querido esto… el jamás…

—¡Basta!

Entonces ella se calla.

—No era nuestro padre. Era el mío. Tu solo eres la intrusa que se metió en esta casa.

—Y lo he estado pagando. — dijo ella con rapidez — lo he hecho. Te he estado pagando por diez años ese error. Si ese es mi pecado, ¿acaso no ha sido suficiente ya?

—¿Suficiente? ¿Qué es lo que pides?

—Una tregua. Déjame vivir mi vida James…

—Tú no tienes una vida. Tu me lo debes todo a mí.

—Puede compensártelo si lo que buscas es dinero. Apenas empiece a trabajar yo…

—¿Crees que me hace falta dinero? — se burló de ella —Mira a tu alrededor, — abrió los brazos — ¿crees que ese es mi problema?

—¿Entonces cuál es tu problema, James?

—¡Tu! — le espeto — ¡tu y todo el tiempo tu eres mi maldito problema!

Y ambos mirándose mutuamente, ambos tan cerca el uno del otro, en medio del odio un pequeño atisbo de luz.

—Yo no pedí nacer.




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