La intrusa en la casa del millonario

Capitulo 3

Lyra estaba confundida, habia llegado a su habitación y se habia encerrado con seguro. No porque James no tuviera la llave, si él quisiera entrar aquí no habría nada que lo detuviera, sin embargo, el jamás lo hacía. Y nunca lo habia hecho.

Se lanzo en la cama y se arropo de pies a cabeza. Era patética. Peor que una niña. ¿Qué edad tenía? Ya estaba grande para estas cosas. Pero estaba confundida. No entendía que habia pasado abajo. ¿Acaso el disfrutaba torturándola? No. Que pregunta tan tonta. Claro que lo hacía. Se lo había dejado claro en aquel dia cuando eran más jóvenes en aquel funeral.

Antes, cuando el venia de visita luego de unos de sus tantos viajes de negocio solía pasar de ella. No la miraba, ni le hablaba, casi como si no existiera. Y cuando notaba su presencia solo era para que sufriera la consecuencia de alguna acción absurda la cual el creía que ella era responsable.

¿Por qué no podía ser como todas las otras veces? Tan solo cada quien encerrado en su mundo añorando a la única fuente de amor que los podria haber unido. Pero que irónicamente los habia separado.

“Te extraño papa” habia murmurado a la almohada, y con lágrimas aun cayendo de su rostro mojo la fina seda que envolvía el algodón

No sabría decir entre que momento del sueño y la vigilia ella logro quedarse dormida. Lyra era una muchacha perdida, una persona sin apellido y con una procedencia incierta. Siempre anhelo conocer su pasado, creía que sin un pasado claro no podía construirse un futuro. Pero se equivocaba. Hay mucha gente que construye a partir del ahora. No se nos debe la felicidad, tenemos la obligación de buscarla, ser feliz con nosotros mismo, y el esfuerzo de nuestras acciones por encontrarlo estos sean fracasos o aciertos habrán valido la pena si pusimos todo el corazón en ello. Pero eran verdades que descubriría a su tiempo.

Por otro lado, esa fue la razón por la cual ella no habia escuchado el llamado cuando James Brown habia tocado la puerta, y nadie habia abierto.

Y por primera vez, James tomo el manojo de llaves de su bolsillo y giro levemente la chapa de la puerta. —¿Lyra? — llamo suavemente adentrándose en la habitación. No era una de las primeras veces que pisaba la habitación de la muchacha, pero sí que era la primera vez entrando en media de la noche noche cuando ella estaba durmiendo.

En esta mansión oscuras en medio de tinieblas él le hizo la vida de cuadritos. Piedra tras piedra. Y en los momentos difíciles, el no estuvo allí. No fue su apoyo, fue su muro.

Su intención en primer lugar habia sido despertarla para hablar con ella, quizás para ¿disculparse? No lo sabía. ¿Cómo pides perder por un daño cometido durante diez años? ¿merecía siquiera el perdón?

Pero sus ojos azules nublados por la noche se fijaron en ella, sus cabellos rubios esparcidos sobre la almohada blanca, y la pálida piel de su cuerpo descansado sobre la cama

Estaba dormida.

James suspiro. Esto no estaba saliendo como el habia planeado. Y mientras más esperara más difícil seria. Debía empezar a ser directo, pero aún estaba tratando de comprender lo que sentía.

Era innegable que en un pasado la odiaba, sin embargo, él no era ciego, podía ver las cualidades y virtudes en Lyra, porque jamás habia conocido a nadie como ella, no a alguien con un corazón tan amable y compasivo, con una mente brillante, con ingenio, y carisma. Valiente y tímida, porque se podía ser las dos cosas a la vez.

—Aun después de todos estos años… no has cambiado ni un poco, Lyra.

Se arrimo contra la pared al lado de la puerta y alzo su brazo hasta que este toco su frente —¿pero que estoy haciendo…?—murmuro en medio de la oscuridad —me estoy engañando. Ella jamás podrá verme como otra cosa. Me odio a mí mismo por esto. Pero no la odio a ella. Ya no. Si hay alguien a quien odiar, si hay alguien que merece cargar con toda la culpa, soy yo.

Entonces bajo el brazo y la miro una última vez antes de salir — eres como la princesa de un reino perdido en una tierra lejana y mítica. La heroína que cayó trágicamente en las manos del villano —sonrió amargamente — estos son los papeles que nos ha tocado vivir.

« Tu tan pequeña como siempre. Tan ingenua como siempre. Tan vulnerable. »

Luego solo dio media vuelta y se marchó.

Cuando el joven de traje regreso hasta su propio cuarto se deshizo de su ropa, y su definido abdomen se expuso, pero no habia nadie para apreciar la belleza de un físico bien trabajado. El atractivo entra por los ojos, pero el amor verdadero está en el corazón.

James analizo su siguiente movimiento. Mañana sería un nuevo amanecer, una nueva oportunidad. Y convencido de que se podía reinventar la historia hizo una promesa “para siempre”

Y en cuanto a ese tal Jack…. Si el príncipe de la historia aparecía, no se dejaría vencer por él, después de todo, el seguía siendo el villano.

—No te metas en mi camino. Porque no hay nada en este mundo que no sacrificaría por ella. — el juramente de un villano en una mansión en tinieblas.




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