La intrusa en la casa del millonario

Capitulo 7

Andrea se marcho temprano aquel dia. No quería distraer a Lyra de que se arreglara bien para su “no cita”

Para Lyra la idea de eso era simplemente ridícula. ¿Quién sabe para que estaba organizando James todo esto de verdad? ¿Para burlarse de ella? O quizás solo para decirle que la aceptación de su nuevo trabajo había sido solo una broma cruel y que en realidad no le daría nada

¿Quién sabe? Se trataba de James después de todo. Y el nunca había sido especialmente blando con ella.

Se coloco unos pendientes largos y brillantes. No llevo collar esta vez. Luego se puso un vestido rojo. No era su color favorito. Tampoco sentía que le favoreciera. Pero era uno nuevo que aun no había estrenado.

Una prisionera en esta casa que poseía solo las mejores cosas. Un enemigo un poco controversial ¿no?

Se puso tacones muy en contra de su voluntad. No es que no le gustaran. Es solo que siempre se le había hecho difícil caminar con ellos. Como James siempre solía estar fuera, muchas veces la cacho estando en sandalias bajas o en zapatos debajo de sus vestidos. Veces, en las que solía venir de sorpresa y la encontraba así. No le veía lo malo, estaba en casa y nadie la estaba viendo. Por alguna razón siempre era estricto con las etiquetes. Pero suponía que ese era un rasgo heredado de su padre. Jace Brown, también lo era.

Espero por horas en la sala mirando hacia el gran reloj de la chimenea. De hecho, se estaba aburriendo mucho. Es más, hubo un momento en que se quedo dormida.

Se levanto porque había sentido el cosquilleo de algo en su nariz. Abrió los ojos lentamente para ver el panorama ante ella.

Casi da un salto sobre el sofá cuando noto la cara de James tan cerca de la suya solo observándola

-¿Q-qué.. que haces…?- se alejo un poco mientras se sentaba suavemente fingiendo calma

James seguía en el suelo. Con una pierna doblada sobre el suelo y el otro pie en este. Tenia su brazo aun reposado en el sofá, cerca de donde antes estaba el rostro de la joven -te quedaste dormida

Lyra parpadeo y comprendió apenada la situacion -losiento mucho… es que… es mas tarde de la hora acordada…

-Si.-murmuro James en voz baja. Solo la tranquilidad de la noche los acompañaba -tuve unos contratiempos y tuve que salir mas tarde del trabajo. Te doy unas disculpas por eso. No quería hacerte esperar tanto hasta el punto de que te quedaras dormida

-¿I-iremos… a comer?

El negó -es tarde. Muchos restaurantes están cerrados

« ¿Qué tan tarde? » pensó Lyra

Pero cuando volvía a ver el reloj se dio cuenta de que lo era -las tres de la mañana -entonces regreso a mirarlo -¿enserio recién llegas?

El asintió -me quede en la oficina solucionando unas cosas y arreglando unos papeles. Mis trabajadores se marcharon hace muchas horas antes de mi por supuesto. Solo yo me quede. Pero pues… soy el jefe. Es mi trabajo

Nunca había visto de primera mano lo duro que podía ser esto. Pero después de todo, la comida que llegaba a su plato no aparecía ahí por arte de magia.

-Te ves…. Agotado- comento observándolo

-Lo estoy... -confeso James en medio de un suspiro. Entonces recostó su cabeza sobre el sofá con los ojos cerrados y permaneció callado

Lyra observo maravillada la calma del muchacho. Nunca había tenido la oportunidad de verlo así. Tan de cerca, y tan tranquilo. Un panorama parecido a la paz.

En una época atrás había recordado haber visto a James sufriendo de insomnio. Vagaba por la mansión lleno de pendientes que daba pena. Recordaba en esa época haberle hecho un café y este rechazándoselo. Le había dicho “¿así que tu idea para curar mi insomnio es darme café?” Y luego se sintió tonta. El café te ayudaba a no dormir. Y si su problema era la falta de sueño, comprendió que no había sido un buen plan. Pero recordaba sus palabras “no te preocupes por mí, solo ve a la cama” Y ella marchándose

Nunca supo que hacer exactamente en esa epoca para poder ayudarlo, para poder aportar en algo. No se consideraba buena en nada. Bueno, o quizás sí. Creía que era buena leyendo. ¿Era eso un talento? Ojalá hubiera un trabajo donde te pagaran por leer.

Entonces los ojos de James se abrieron nuevamente, despacio, lo suficientemente lento para poder admirar como poco a poco ese hermoso color aparecía. Sus ojos azules como el cielo, pero que esta vez se veían opacos. Seguramente por el cansancio.

-¿Quieres que te deje dormir? -entonces lo pensó mejor -¿debería llevarte a la cama?

-¿Me quieres llevar a la cama?- interrogo. James no había tomado la pregunta de la misma forma que ella.

-¿Dormirás aquí en el sillón?- pregunto Lyra sin haber entendido el verdadero significado de James

-No debería…-murmuro aun sin levantarse

-Bueno… en ese caso ¿quieres que te ayude a levantarte?

-No, está bien. -dijo rechazando la oferta

Y al ver que el no hacia ni un esfuerzo para levantarse dijo -si quieres puedo irme para dejarte descansar en paz.

-Nunca estoy en paz cuando estas lejos de mi.

Y la habitacion se lleno de silencio luego de aquella confesion, solo con ambos mirandose mutuamente. Sosteniendose ambos la mirada por un largo rato sin decir nada.

Entonces Lyra le coloco su mano sobre su frente

James sintió una corriente de algo. Ella jamás lo había tocado antes. O bueno, quizás en un pasado. Pero no desde hace muchos años.

-¿Por qué estas…?

-Cállate -lo corto – estoy viendo si tienes fiebre

James le saco la mano de encima de un manotazo suave mientras solto un bufido que parecia mas una queja. – no molestes.- entonces levanto por fin su cabeza del sillon

-Lo digo enserio. Seguro estas enfermo. Delirando. ¿Ardes en fiebre? ¿te sientes caliente? ¿te sientes mal?

« ¿Qué si se sentía caliente? » James lo pensó por un momento aun mirándola. « Si. Ella a veces le hacía dar calor con tan solo mirarla »

Desvió su vista de ella mientras se reincorporaba del todo -¿ya comiste?




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