La intrusa en la casa del millonario

Capitulo 14

“¿Ser amigos? ¿Lo dices enserio?”

“Si, eso fue lo que dijo” sonó Lyra desde el otro lado de la línea “al parecer, esta guerra ya ha acabado.”

“Quizás todo pueda ser diferente. Es decir, te dio trabajo. Y ahora quiere llevar la fiesta en paz. Me agrada el nuevo James. Tu vida se ha solucionado en cuestión de segundos. Y solo basto tener una conversación de adultos, ves, siempre te lo he dicho”

No es que Lyra no hubiera querido tener antes esa conversación seria con James, pero consideraba al chico demasiado irracional cuando se trataba de ella que solo dejaba el tema en el aire.

“Tienes razón, ojalá puedas estar más libre y pueda verte en estos días Andrea”

“Lo se… te amo Lyra. Cuídate mucho. Ya tengo que irme. Por cierto, vi tus notas subidas hace poco, te felicito. Eres muy inteligente y te mereces ese premio. Estoy muy orgullosa de ti pequeña Lyra. Hablamos despues” entonces corto

Una amistad que no envidiaba; una amistad que solo amaba. Eso era lo que tenían Lyra y Andrea. Por siempre. Lo que tenían era para siempre.

Bajo ya vestida y lista para el trabajo a desayunar.

No se sorprendió cuando noto a James ya sentado tomando su usual taza de café.

-Buenos días- sonó mas feliz de los usual. Eso no le paso inadvertido a James. -la universidad me ha mandado un correo. He ganado un reconocimiento por mis buenas notas

-Que bueno, Lyra- el chico murmuro casi sin importancia. No es que quisiera ser malo, pero para él, sacar buenas notas no era algo que mereciese un halago, era su obligación. Y su padre jamás lo felicito a el por su esfuerzo. No del modo como si fuese un premio. Pero si le concedio algo -eso enorgullece a tu familia -menciono casi como grabadora. Las mismas palabras que solía usar su padre con el.

Lyra asintió – ese reconocimiento me viene con un dinero ¿me ayudas a abrirme una cuenta de banco?

Sus ojos azules la observaron -¿para que?

-Pues para guardarlo una vez me lo paguen. Empezar a ahorrar para cuando pasen estos dos meses. Podrías ayudarme también a buscar y a alquilar un departamento para que ya me dejes ya instalada y…

James coloco la tasa de cafe con brusquedad devuelta a la mesa -Lyra, -menciono – si dije o hice algo ayer que te dio un concepto erróneo de esto, entonces te pido disculpas

Ella no entendió -¿Qué?

Llevo su servilleta a sus labios unos segundos, tomándose su tiempo para contestarle -ya te lo dije, no tengo intención de dejarte marchar lejos luego de estos dos meses

Su cerebro seguía tratando de comprender -pero tu dijiste…

-Que no soy tu enemigo -repite – y es verdad, pero no te marcharas de aquí.

Entonces sintió una mezcla de vergüenza y culpa por ser tan ingenua – dijiste que podíamos ser amigos… te crei, tu… tu dijiste…

-Amigos- concuerda el -sí. Si, eso dije. Pero hallare la forma de extender mas tu contrato para que permanezcas aqui.

-No hay mas trampas en ese papel -insistió la chica con euforia – no encontraras nada mas James. Ademas, un amigo te ayuda a salir adelante, ¿para que me quieres aquí?

Él se levantó -¿y tu para que quieres irte?

-Todos los jóvenes se marchan algún día de su casa.

-No nosotros. Nosotros prevalecemos y la hacemos mas grande. Somos un legado

-¿Somos? ¿desde cuando “somos”? ¿Con "nuestro" padre?

-¿A quien quieres entrar en tu casa que buscas tan desesperadamente privacidad?

-¿Meter a quien a dónde? ¿te volviste loco? -Lyra suspira – esto no tiene nada que ver con eso

-Quieres la libertad de salir a donde quieras y hacer lo que quieras sin rendirle cuentas a nadie. ¿O me equivoco?

Una parte de ella creía que tener una libertad así sería increíble. Pero mas lo hacia por crecimiento personal, saber que había logrado algo por ella misma y no por otros. Que se lo había ganado.

-¿Qué es lo quieres? -pregunto una vez mas -¿Estar con quien quieras a solas en tu cuarto? -sonaba James malicioso

Y los ojos de Lyra despidieron furia -¿Y si así fuera cual es el problema?

Entonces sus ojos se ensombrecieron -el problema, -se le acerco aún más – es que tú me perteneces a mi

Lyra sintió el mismo sentimiento de aquella noche que estuvieron a solas. Con sus ojos fijos solo en ella. -pienso que te has obsesionado conmigo. -confeso ella -Y en algún punto, tendrás que soltarme. Lo quieras o no.

James sonrió por lo bajo -puede que tengas razón, si, -murmuro esta vez cerca de sus labios -me tienes obsesionado contigo

Su corazón se agito. No más dudas. No más pistas, o teorías sin sentido. Esta era una declaración clara de deseo. James no la estaba viendo de una forma familiar. El hombre frente a ella solo era eso, un hombre que estaba deseándola.

¿James Brown deseándola? ¿a ella? ¿a Lyra? ¿a esa pequeña huérfana que de niños el despreciaba y le era tan indiferente? ¿en que momento? ¿Cuándo sucedió? ¿Cuándo fue que empezó a mirarla así? ¿en qué momento fue que no se dio cuenta?

Aun sentía su aliento caliente en el cuello cuando su boca fue hasta su oreja -tiéntame lo suficiente Lyra, y me conocerás realmente -entonces se alejó.

Lyra recupero el aliento y James se acomodo el reloj. No la había besado. No la habia tocado. No le había hecho nada

¿Deseaba que lo hicieras?

-No demores en salir -entonces se marchó de la mansión

¿Cómo? ¿Cómo se supone que trabajaría lado al lado con el cuándo sus intenciones eran tan claras e intensas como ahora? Cuando su mirada paso de despreciarla a desearla, ¿cómo se sentía con eso ahora? ¿en que posición la dejaba eso a ella?

Se armó de valor para salir y montarse al carro.

Con la respiración contenida y con las manos apretadas, y sin mirarlo dijo –¿me deseas?

Hubo un silencio incomodo en el auto y justo cuando pensó que el ya no respondería lo escuchó decir – si

Boto el aire que estaba retenido en sus pulmones y se preparo para la siguiente pregunta -pero crecimos como hermanos…




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