La intrusa en la casa del millonario

Capitulo 16

Lyra sabia que la evasión de este tema no seria para siempre. Así que cuando por fin arribaron a la empresa se bajaron y mantuvieron la formalidad como los dos adultos que son ahora.

Pero no. No sería más débil que James. Si esto no le afectaba a el entonces tampoco a ella. Si él creía que estaba en una competencia. El perdería.

Seguro se divertía con ella al ponerla tan nerviosa. Seguro la cara de desconcierto de Lyra lo satisfacía. Pero no le daría el gusto.

Además, el jamás se le había declarado de un modo oficial. El jamás ha mencionado algo de la palabra amor ¿amarla? Puff no. Él dijo desearla. De un modo físico, y eso no tenía nada que ver con un amor real

Y solo entonces se alejo

Quizás solo debía dejar que todo marchara con normalidad. Que todo retomara su rumbo de antes. Ella agachando la cabeza y tratando de evadirlo y el tratando de hacerla miserable.

-Te iras hoy a talento humano -lo pensó – pero harás el trabajo acá. Dile al encargado que te de los modelos de contratos de los empleados ya hay que editarlos y reimprimirlos. Dile que te diga las partes que debes editar. Luego tráelos acá. Trabajaras en el ordenador de al lado. -dijo mientras miraba sin importancia al aparto más allá de su derecha

-¿Cómo se llama?- inquiere

-Joseph

Lyra asintió. Al parecer de verdad ignoraría el tema.

Entonces ella se marchó. No tardo demasiado en hacer lo que le ordeno. Volvió a la oficina tan rápido como se fue. Aun cuando trato de demorarse y llenarse de mas valor no pudo ser posible.

Los ojos de James la recibieron apenas abrió la puerta y sintió que se congelo al instante. No le decía nada, solo la miraba. ¿en que estaría pensando?

Entonces se obligo a dar un paso para avanzar hasta su sitio. Se sentó, coloco el pendrive en el ordenador y comenzó su trabajo.

Aun sentía su mirada puesta sobre ella cuando se sento.

El ruido de las teclas los lleno pronto mientras ella editaba las partes necesarias. Y más allá de eso, de fondo, la voz de un muchacho, baja y calmada -¿me odias ahora?

Ella se detuvo.

Pero no lo miro -jamás lo he hecho -confeso

Una risa un poco decaída -¿aun ahora?

Ella siguió tecleando – no deberías sentirte culpable, eres un hombre. Todos tenemos ojos. Hay mucha gente en el mundo rodeándonos, esta bien.

Pero no. Lyra no lo había entendido. No habia entendido nada.

-Yo no miro a todos en el mundo. - y esa declaracion si llamo su atencion.

Entonces ella si que lo miro. Sus ojos se entrecerraron incrédula -¿Qué quieres decir?

-Que, entre todas las personas en el mundo, yo solo te miro a ti, Lyra

El tiempo se había detenido. Ella se había detenido. Todo se había detenido.

Solo ambos jóvenes mirándose

-¿Qué quieres hacer al respecto?- era un pregunta peligrosa, pero Lyra tenía que saberlo. ¿que planeaba hacer James con esto? Con estos nuevos sentimientos fuera de control.

James giro un poco la silla para mirarla aun mejor - ¿me correspondes?

¿Qué si lo hacía?

James era guapo. Muy atractivo. Estúpidamente atractivo. Pero… -no te creo mucho… -confeso la chica dolida – no entiendo como pudo tu odio evolucionar a esto. Y esta confesión… este trabajo… -bota el aire – perdona, es que todo es muy abrumador...

-Seria mucho para cualquiera – concuerda James -no tenemos que definir nada ahora. Solo dejar que el tiempo avance

-¿Qué quieres que haga yo exactamente?

-Solo dejarme estar a tu lado.

Ella solo lo escucho.

-Demostrarte el quien soy yo realmente. No me conoces del todo, no aun. Nunca he estado tanto tiempo aquí.

-¿Por qué piensas entonces que TU me conoces a mí?

-Lo hago. -dice – a diferencia de ti, siempre te estoy mirando.

-Eso… eso suena raro -admite

James se omitió el hecho de admitir, que aun estando fuera del país seguía pensando en ella. Que no se la sacaba de su cabeza. Que su recuerdo lo torturaba. No iba a admitir que una vez la extrañaba tanto que se toco a si mismo. Si, sin duda estaba perdido.

-Bueno, no tanto -entonces regreso a su trabajo

-James…- llamo nuevamente -¿hablas de una atracción física? No crees que… ¿en algún momento eso se te pasara?

-Si fuera solo eso, se me hubiera pasado ya hace muchos años...

-Muchos años…-murmuro sin darse cuenta de que lo había dicho en voz alta -¿desde cuándo?

El muchacho negó y no contesto.

Ellos se llevaban apenas un año de diferencia. James era mayor a ella solo por un año. No era la gran diferencia de edad y crecer juntos era una ventaja. Pero aun así… pensaba que el amor debía nacer de algo mas profundo.

-¿Por qué te gusto? Insinuaste que es algo más que físico

-Te gusta hablar de las emociones ¿no?

Bueno, Lyra era una persona romántica por naturaleza, pero entendía que el interior también importaba

El muchacho suspiro cediendo – me gusta tu corazón si es lo que estas tratando de preguntarme

-¿Cómo? ¿mi corazón?

-Eres una chica, aplicada, hermosa e inteligente. Y… eres la mejor persona que conozco -acepto.

-¿Ser buena persona es un rasgo atractivo?

-Siempre lo será -concede – pero me refiero que siempre has hecho cosas que me sorprenden. Me sorprende tu fuerza y resistencia.

-No soy fuerte

-No esa clase de fuerza, Lyra.

Ella niega – ya. Pero ¿hablas de actos amables?

-Actos heroicos

-Te equivocas de persona

-Y humilde.- añade con más razón

-No creo que concordemos del todo. No soy tan especial como dices o piensas. Es decir, no me creo poca cosa, pero… tampoco mucho. ¿me entiendes?

-No del todo -confiesa el confundido -¿tu cómo me ves a mí?

-¿Cómo un tipo que me odiaba hace apenas unas horas antes de hoy?

-Exageras

-Me quitaste mi ropa todo un mes...

-Menos de un año

-Me diste solo harapos viejos.

-Menos de un año -repitio el

-Fueron cuatro meses – dice molesta recordándolo – y me quitaste mi mesada




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.