Capitulo 17 (PASADO)

Cuando Lyra cumplió quince años, su padre le organizo una fiesta por todo lo alto. Una gran fiesta en su mansión donde invito a medio mundo. Todos sus allegados, colegas, e hijos de sus colegas estaban en aquella casa aquel día. Incluso casi todo el instituto del colegio de ella se encontraban alli.

Lyra estaba vestida con un hermoso vestido azul y zapatos de tacones blancos bajos. Un peinado que resaltaba sus ondas y un maquillaje que resaltaba sus ojos claros. Mieles y dulces mas que nunca.

La chica no es que anhelara esta fiesta, ya le había dicho a su padre que era totalmente innecesario, pero el había insistido. Incluso había hecho viajar a James devuelta a la casa para que estuviera presente en un momento tan importante en la vida de Lyra.

El muchacho estaba casi irritado. Pero de todas formas lo veías alli vestido con aquel traje fucsia con la rosa cerca del traje y sus zapatos blancos bien pulidos. El color le quedaba. Toda la ropa le quedaba bien. La belleza era una enemiga peligrosa.

-Que desperdicio de dineral por una costumbre absurda-había murmurado el mientras miraba a su reloj

-Lamento que te hayan obligado a venir

James aun no la miraba seguía parado en el pasillo mirando a su reloj. Estaba pensando en todo el tiempo extra que debería trabajar para ponerse al día en todo lo que tenia que hacer. Todo el tiempo perdido por estar aquí

-Insistí que no era necesario… pero no quiso escucharme

Suspiro -por lo menos finge que te diviertes -entonces alzo su vista hacia ella. Y sus ojos trataron de procesar aquella hermosa y desarmante imagen que contemplaba. Fue como si lo hubieran golpeado. Un golpe directo al corazón

Lyra se apoyo contra la pared -si…-dijo vagamente mientras miraba al techo – hay un montón de gente abajo que ni conozco. Preferiría celebrar mi cumpleaños solo con pocas personas. No era necesario impresionar a nadie. Y estoy de acuerdo, es un desperdicio de dinero. ¿a quien buscamos impresionar? ¿a todo el mundo? Me parece una tontería, ¿verdad?

Y al notar que James no le contestaba finalmente lo miro -¿James?

El muchacho no vacilo, estaba parado ahí firme y serio. Con unos ojos y una expresión en el rostro totalmente inescrutable. Así era el, no solía permitir que la gente notara la impresión que causaban en el -Mi padre tiene una imagen que mantener -contesto tranquilo, como si nada en el hubiera cambiado. Desvío su vista de ella – aunque admitimos algo...

-¿El que?

Regreso para mirarla -la fiesta esta hermosa

Lyra inclino su cabeza tratando de analizar su respuesta

Pero entonces James dio media vuelta y se marcho.

Horas más tarde, ambos jóvenes ya se encontraban abajo en el gran salón rodeados de gente. Muchos jóvenes comían, conversaban o bailaban. Lyra no se consideraba buena en ninguna de las tres. Si comía algo, de los nervios, seguro vomitaría. No era nada buena socializando, y peor bailando.

Varios jóvenes se le habían acercado a pedirle una pieza. Y ella los había rechazado a todos. Su padre insistía en que debía bailar con todos. Que la anfitriona de la fiesta no debía rechazar los bailes, pues eso a perspectiva de él, era una muestra de cortesía. Pero lo que Lyra ocultaba era que en realidad era pésima en esto. No tenia ni idea de como bailar. Jamás nadie le enseño. Jamás lo hizo. Y su padre no pensó en eso como para contratar unas clases de baile.

Lyra no tenia demasiados amigos, un defecto creado a casi no hablar con nadie. Vivía mas en su propia cabeza que afuera

Cuando se alejo de todos y se fue por agua escucho la masculina voz por atrás suyo -disculpa, -sonó el muchacho. Ella giro -no quería molestarla. Solo quería pedirle un baile. Si podría tomarme en cuenta…

Ella dudo nuevamente. El chico parado ante ella era pelirrojo, ojos oscuros y piel clara. Lo conocía. No de palabra, pero si de vista. Estaba en el grupo de teatro y solía tocar la batería en algunas presentaciones. No sabia quien era el padre, o cual era el apellido de su familia, y tampoco le importaba. Siempre considero al muchacho interesante por sus diferentes habilidades y talentos.

Siempre alguien que era mejor que ella haciendo cosas que ella no se consideraba capaz, automáticamente creaba en ella un sentimiento de admiración

Ella dudo. Pero al ver la mano extendida logro descongelarse algo en su interior.

Entonces tomo su mano.

Drake ha sido hasta la noche el único chico al cual Lyra le ha aceptado un baile. El sonrió galante y se aproximaron a la pista de baile.

Nadie les estaba prestando atención. Todos aquí estaban en sus propios mundos. A veces pensamos que todos nos están mirando, pero no es cierto. A la gente le importa muy poco la vida de otros. Hay excepciones, claro. Pero en su mayoría la regla es así.

Había mucha gente en este lugar que era muy hipócrita, gente que no les agradaba Lyra, pero solo por el hecho del evento llevarse en la mansión Brown automáticamente todos tenían que venir

La mano del muchacho se bajo a su cintura, y ella no supo donde colocar las suyas exactamente.

Solo empezaron a moverse, y Lyra trataba de imitar al resto. Fingir que lo sabia todo sobre bailar cuando en realidad no sabia nada.

Y en varias ocasiones piso al chico y ella pidió disculpas apenada. Suponía que su fallo la había hecho perder cierto encanto en ella, pues pronto el muchacho se disculpo y dijo que se tenia que ir.

-Voy a saludar a unos amigos. Y por unas bebidas -sonrió incómodamente – bailemos pronto -casi parecía que se vio obligado a decirlo

Lyra se sintió como una tonta por intentarlo. Si. Lo intento. Lo intento y fracaso.

Que idiota había sido.

Entonces cuando quedo sola, decidió huir. Se escabullo de entre la multitud con sigilo hacia el interior de la mansión, a los lugares que nadie tenia acceso. Un lugar donde podría estar sola.

Tenia sus ojos cristalinos, no se había permitido llorar aun estando sola, pero si habían herido su ego. Si es que tenia uno.