La intrusa en la casa del millonario

Capitulo 30

Y James hizo énfasis en el “tu”. Pues todas las otras veces era James quien se había acercado, quien siempre mostraba las muestras de afecto. En cambio, Lyra… bueno, se mostraba asertiva.

-Deja de bromear- pero su sonrojo era evidente

James se acero más -¿Quién está bromeando?

Ver hacia el rostro de James, era como ver hacia el rostro de un ángel perfecto caído del cielo. Ojos azules profundos que la estudiaban de forma atenta y curiosa, y cabellos tan oscuros que contrastaban con su piel blanca.

-Sabes, esto era más fácil cuando solo me ignorabas...

-Me esforzaba en hacerlo

Lyra no entendió su respuesta

James cedió – lo que quiero decirte, es que se me hacía muy difícil y casi imposible el que tu pasaras inadvertida para mí. Siempre me encontraba buscándote.

-Me mirabas con fastidio -le recrimino

-Pensaba que te odiaba -contesto honesto

Y aquella oración lo hizo mirarlo mientras un escalofrió le recorrió la espalda -¿Qué cambio? Tu jamás has aceptado que tu padre sea el mío...

Su expresión mostro desagrado, una mueca evidente del asco que le causaba el comentario -Eso sería una aberración-sentencio

Lyra lo tomo de mala manera -no te gustaría una hermana como yo… eso es evidente...- y habia cierto aire herido en su voz -no soy merecedora de tal apellido por ser una recogida de la calle...

El chico volvió su vista a ella -no. No es por eso- dijo de forma pausada – pero no puedes tener sexo con tu hermana

-E-eres…-titubeo -eres muy directo…

-¿Te sorprende?

-No-negó -siempre lo has sido. ¿Así que no es porque no lo valga?

-Ya te lo dije. No es porque te considere menos. No lo hago. Pero no puedo considerarte como algo cercano a un lazo fraternal, porque me gustas.

-¿Por qué jamás dijiste nada? Me evitaste todo el tiempo y me trataste fríamente

-Te culpaba.-desvió su vista al suelo para decirlo

¿Qué?

-Te odiaba porque mi padre te prefería a ti.

Por fin una conversación honesta

-¿Me culpaste cuando el murió? Aquel segundo día despues de su muerte me encerraste en esa habitación a oscuras. Llore toda la noche

-Yo llore del otro lado de la puerta. Jamás me fui. Y luego mis empleados me obligaron a sacarte. Era joven, pero no es una excusa. Tenia demasiado odio en mi interior y trate de desquitarlo contigo. Y me odiaba a mi mismo también. ¿Cómo puede alguien no tener algo de crueldad en su corazón cuando vive en un mundo tan dañado? No soy perfecto. Por Dios, claro que no soy perfecto. Me detesto en más de un sentido, y no me considero digno de ti. Porque te miro y…-entonces su vista se alzó topándose con sus ojos mieles. Suspiro -te miro y… y solo veo pureza. Y yo soy quien la corrompe.

Lyra no respondió.

-Te miro y eres demasiado amable con alguien que no lo merece- se hizo para atrás -quizás… quizás debamos dejar esto para otro día… quizás ya deba irme…-entonces iba a voltearse, pero verlo así de frágil y lastimado la heria a ella

Su mano lo sostuvo del brazo deteniéndolo como un acto reflejo-James… -lo llamo y entonces dio dos pasos hacia él, se puso de puntillas y antes de darle tiempo a reacción le dio un beso.

No fue un beso apasionado, ni posesivo. Fue apenas un rose suave que significaba todo para él. Duro apenas unos segundos, pero basto para que le durara toda una vida en su corazon. Para mostrarle que todo lo que el pensaba no era así.

-No eres todo eso que dices de ti.- sus ojos lo miraron con tristeza contenida – yo siempre te he admirado. Y aunque te convenzas de que eres una mala persona no lo eres. Siempre te he visto hacer cosas buenas por otros sin decírselo a nadie. No presumes de las cosas altruistas que haces, ni te regodeas de eso. Pero a veces es bueno que alguien te lo recuerde. Ante mis ojos James, tu vales completamente la pena

El se dio media vuelta por completo y la tomo de la cintura – cuando dices cosas como esas me haces aún más difícil contener mis ganas de hacerte mia. O tan solo...- se acerco aun mas - besarte

Lyra se mordió el labio inferior -entonces no te resistas…- eso parecía una invitación

James negó -si te doy un beso ahora no me detendré hasta tener algo mas -le puso su mano en su cabeza acariciando levemente su cabello – será mejor que me vaya ahora. Por cierto, -se acerco hasta la cocina y tomo un vaso – será mejor que le lleves esto antes de que baje aquí

-¿Por qué lo dices?

Pero entonces Lyra se dio cuenta de la dirección de su mirada. Ni siquiera había escuchado los pasos de su amiga. No como James, quien al parecer siempre estaba pendiente de todo a su alrededor.

-¿Andrea?

La muchacha entro en un camisón bordado de flores bostezando – te tardabas demasiado -entonces se fija en el muchacho – buenas noches, James

El joven asintió -buenas noches, Andrea- y ahí estaba esa formalidad que hacia que se levantara aquel muro que lo hacía parecer distante

Andrea entro sin preocuparse a la cocina. Después de todo había pasado aquí media vida también y todos ya estaban acostumbrados a su presencia.

James le había permito a Lyra conservar a Andrea como si se tratara de un perrito. Una mascota, algo con lo que distraerse. El pensamiento era frívolo y horroroso, pero en su cabeza, eso era mejor a estar sola.

-¿Acaso te quedaste hirviendo el agua?-le cuestiono con sorna

-Hay… hay agua del grifo. Puedes tomarla y…

Pero la chica solo paso por su lado como si ella fuera un fantasma y tomo el vaso que le ofreció James -que amable. -sonó cortante

Los ojos azules de James la ignoraron a ella para luego fijarse en Lyra – te veo mañana

Entonces desapareció por el umbral de la cocina

Lyra miro hacia su amiga -¿Por qué tan grosera con él?

-¿Y desde cuando no lo odiamos?- le cuestiono ella – pensé que estábamos en guerra. ¿O es que eso ya cambio?

-¿No eras tu quien estaba interesada en salir con él?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.