La intrusa en la casa del millonario

Capitulo 33

¿Qué?

-Múdate a mi alcoba

La propuesta parecía muy real y aunque hubiera intentado huir no podía. James la tenía acorralada entre sus brazos

-Una vez más, -lo empujo un poco – eso no es ir lento

James le movió su mano quitándosela de su rostro – No te estoy pidiendo que tengamos algo más allá de solo dormir. Pero acostumbrarnos a nuestras presencias seria bueno. El hecho de que estes cerca de mi me da cierta paz.

-No tiene sentido… ¿Hablas de que me mude a tu cuarto?

-Bueno, el tuyo es mas pequeño. El mío es el cuarto mas gran de la mansión ¿o estas proponiendo construir uno nuevo?

-No estoy proponiendo nada, solo quería que quedara claro lo que significaba eso que acabas de decir…

-Tienes que darme una respuesta

-Tu siempre quieres una respuesta

-Y a ti siempre te gusta evadirme

-Hablar de mis sentimientos… de mi corazón… para ti parece muy sencillo. Para mi… nunca lo fue… -y su vista fue al suelo

James entendía lo diferente que debía sentirse ella. Perder a sus padres, llegar a la casa de unos extraños, y luego que el hijo de tu nuevo padre te declarara abiertamente la guerra, que te dijera que te odiaba y que te haría la vida miserable

-No todos somos iguales – acepta el – eso no tiene nada de malo ¿me oíste Lyra? -la hace alzar la vista hacia el – tu no tienes nada de malo

Ella asintió agradecida. James siempre parecía estar ahí para consolarla. En un pasado fríamente ahora como algo mas cercano

-Sera mejor irnos, -miro hacia el reloj – ya es tarde. Hablaremos de esto despues.

-El jefe puede darse la libertad de llegar un poco tarde -sonrió

-Hoy no, jefe -entonces lo tomo de la mano y lo jalo tras de si sonriendo. Un gesto que en un pasado hubiera querido hacer, pero que apenas se atrevia a tocarlo. No como ahora.

***

James mando a Lyra ese día al departamento de contabilidad; las personas encargadas de todos los asientos financieros de su empresa. Que le muestren los datos del año pasado y los comparen con el presente, un administrador podría guiarla. Quería que ella se empapara de todo el tema, así como en un pasado lo hicieron con él.

Lyra quería aprender y el estaba dispuesto a enseñarle. Ya sea de su mano, o de la mano de alguien más. El conocimiento es poder, y James lo sabia muy bien.

Así que no se sorprendió cuando a su oficina le anunciaron aquella visita sorpresa

Sonrió ante el teléfono y dijo -déjenla pasar

Esperaba el reencuentro con esos ojos furiosos de un pasado atrás. Pero estaba dispuesto a enfrentarla, y esta vez no se quedaría callado

Cuando la puerta se abrió sus ojos verdes fueron como flechas que vinieron de un bosque salvaje.

-Has tardado. Pensé que me buscarías ayer mismo

-¿Te estas burlando? ¿esto te parece una broma?- los paso largos de la chica llegando hasta su escritorio y lo apunta con el dedo -si esto es un juego...

James se inclino en su silla -¿Qué te hace pensar que esto es un juego, Andrea?

Ella lo fulmino con la mirada -Tu siempre has tratado de hacerle la vida miserable, si esta es una jugado cruel tuya, yo…

-Andrea, -la llamo serio – ya te lo dije. Yo no estoy jugando con Lyra

-El corazón de Lyra es vulnerable, tu no lo entiendes. Ella es honesta y no conoce la malicia del mundo. No sabría si están jugando con ella, aunque se lo dijeran. Ella siempre tiende a creer las mejores cosas de las personas, aunque estas no tengan nada de admirable por dentro. -lo miro casi con desprecio – si le haces daño…

James la miro -escúchame. Siempre he estado agradecido contigo por querer cuidarla. Cualquier persona que quiera protegerla en automático me agrada también. Pero no estoy fingiendo nada. Me gusta Lyra

-¡¿Así que de pronto la amas?!- soltó histérica. Casi irritada – no me digas

-Puede que no me creas, pero es así. -la miro -Andrea, yo la amo

Y aquella frase le corto la respiración. No podía creer que una palabra como “amor” pudiera salir de la boca de James Brown

-Si existiera alguien en el mundo que yo conociera que podría amarla a ella mas que yo, entones me haría a un lado, pero te aseguro Andrea. Yo te juro, que no existe hombre en esta tierra capaz de amarla tanto como yo lo hago

Las declaraciones de James eran cortantes como el hielo. Y sus palabras tan firmes y decididas que parecían honestas.

-¿Cómo? ¿cuándo?

Esas parecían las preguntas que todos le hacían -quizás desde siempre y ni yo lo sabia...

Andrea sacudió su cabeza tratando de despertar de toda esta situacion- si de verdad la amas, entonces esperemos ella te corresponda. Pero si esto es una broma cruel…

El alzo las manos -lo sé, me cortaras la cabeza. Pero no lo es. No me gustan los juegos absurdos. La propuesta de este amor hacia Lyra es muy real. Y estoy dispuesto a probarle mi amor a ella. Solo esperaba, que pronto lo aceptaras.

-Si ella es feliz, yo lo aceptaría

-Pues en ese caso creo que deberías hablar con ella

-¿Por qué dices…?

-Porque ella esta triste,- le informa – piensa que te ha decepcionado. Y le importas demasiado como para perderte -entonces James se levanto -me retiro ahora.

Y se fue. Como si esa advertencia fuera su despedida.

Andrea también salió de la oficina minutos después. Si tenía mas preguntas sabia a quién tenía que escribirle para obtenerlas.

Mientras caminaba por el pasillo se topo con el grito de una mujer -¡No puede ser! Eres Andrea Santana. Soy tu mayor admiradora. -y la mujer de cabellos negros se le hacía muy conocida

-¿Evelyn Campbell?-murmuro por el reconocimiento

A la mujer se le ilumino el rostro y sus ojos se abrieron como platos -¿me conoce? No puedo creer que la supermodelo Santana me reconociera -y parecía tan emocionada como si pudiera echarse a llorar

En realidad, Andrea no consumía su trabajo. Solo la conocía porque era la mujer de los anuncios amarillistas que habían emparejado a James hace algunas semanas atrás. Pero no pensaba decirle eso.




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