La intrusa en la casa del millonario

Capitulo 37

Lyra sintió una molestia en la cara, como cuando un mosquito se te posa, o quizás una mosca.

Abrió los ojos al notar la molestia. Fue entonces cuando lo vio.

Se retractaba, no se trataba de un mosquito molesto. O bueno, al menos no un insecto -¿James?- bostezo

-Buenas, amor-le sonrió -¿estas bien?

-¿Me estabas besando la cara?

-Si. Losiento, fui débil. Te vi ahí y te desperté. Quizás debí dejarte dormir un poco más…

-No. Está bien.-dijo -¿Cómo te sientes? -le pregunto recordando que estaba enfermo

-Mejor. Mucho mejor – se tocó la cabeza -la fiebre se ha ido

-Me alegra oír eso -entonces le sonrió

James desvió su vista de ella -bueno… yo ya estoy sano y…

-¿Qué?

-Y ya amaneció. Y… yo me preguntaba… si lo que dijiste ayer…-la miro con aquellos ojos azules que la volvían débil -¿lo decías enserio?

¿Decir enserio? ¿Qué cosa? ¿de que hablaba?

Pero entonces los recuerdos volaron a su mente más rápido que un rayo.

“Si para mañana estas recuperado… entonces te dejare hacerme lo que quieras”

Entonces se sonrojo violentamente -Yo… -lo miro -¿has estado pensando en eso?

-Toda la noche…-confiesa el, y desvía la vista de ella y ríe levemente -no tienes que hacerlo realmente. -el hace un amago de levantarse de la cama, pero entonces ella lo detiene tomando un trozo de su camiseta

James voltea a verla. Sus ojos azules se ven claros por la mañana, pero la expresión de su rostro es de sorpresa

Lyra tomo una bocanada de aire por la boca llenándose de valor -lo decía enserio.

El pestaño en clara vacilación

-Lo decía enserio, James. -agacho la mirada – podríamos hacerlo… podríamos hacerlo ahora. Si es contigo, entonces estará bien

James siempre la había tratado con extremo cuidado, y aunque dijera odiarla en todo este tiempo siempre la terminaba cuidando y protegiendo. Sus amenazas solo eran palabras vacías.

Entonces siente el peso de nuevo en la cama -¿podría hacerlo realmente?- su mano toca sus cabellos -no sabes lo mucho que te adoro. Honestamente, creo que si supieras lo obsesionado que estoy contigo saldrías huyendo de mí.

-James…

-Lyra-dice su nombre y su tono hace que se le corte la respiración, se acerco hasta ella mientras se subía sobre ella en la cama. Se acerco hasta su cuello y ella sentía su aliento contra su piel causándole escalofríos, una corriente de pura tensión, vaya tentación... entonces susurro -solo estaba bromeando, Lyra

Entonces Lyra abrió los ojos de golpe para mirarlo y James tenia una sonrisa plasmada en el rostro, pero sus ojos la miraban con una ternura y ensoñación indescriptible

-¿Me tomas el pelo?- se sentó en la cama mientras lo empujo suavemente con su mano en el hombro

James rio -en realidad no lo hacía. Pero tenías razón en algo,- lo pensó – te hice la promesa de que iría lento. Además, ya aceptaste ayer ser mi esposa. -puso su cabeza sobre sus propias rodillas -debería ir por un anillo. Podemos hacerlo de la forma correcta. Podemos primero casarnos y luego… luego podemos hacer lo demás. -lo pensó- todo lo demás - añadio mirando a la cama

Lyra suspiro – te agradezco que respetes mis deseos y peticiones que antes te hice pero… -entonces se acerco mas a el -¿si te pidiera lo contrario?

James entrecerró los ojos confundido-no entiendo

Pero quizás el si entendiera su corazón. Entonces ella le tomo el rostro entre sus manos depositándole un beso. Y lo beso. Y lo beso. Y siguió haciéndolo hasta que se subió a horcajadas sobre él.

James estaba sorprendió. Su expresión de incredulidad en el rostro, los ojos bien abiertos mientras estaba acostado en la cama mirándola sorprendido. Ojos azules claros y llenos de desconcierto -¿s-sabes... sabes lo que haces Lyra…?

No lo sabía. Pero entendía lo que ambos podían querer -si… creo que sí. -sus manos hechas puños sobre el pecho duro de el -¿me ayudarías?

Los ojos antes claros de James se oscurecieron por el deseo -dime si de verdad lo deseas.

-Lo deseo

-Júramelo

-Lo juro.

Entonces es lo que el necesitaba para realmente ceder. La tomo de la cintura y empezó a quitarle el vestido. Era esto lo que él quería. Que no fuera solo el que deseaba esto.

Su mano rozando su piel

Que también fuera ella.

Ella temblando debajo de el por el anhelo, el miedo, la euforia, la emoción al sentimiento desconocido, y nuevo recién descubierto.

Que ella lo deseara de la misma manera.

Sus vestimentas cayendo a la par.

Que estuviera loca por el

Su pecho contra el suyo

Que su corazón se acelera al mismo ritmo

Su mano se poso en su muslo levantando su pierna levemente para separarla.

Que sus voces se mezclaran juntos

El en su posición

-J-james…

-Si te duele algo puedo parar…

-No quiero que pares...

Ella agarrada a sus hombros con fuerza y el finalmente entrando en ella.

Sus movimientos lentos, sus gemidos soltados, los quejidos al inicio, el placer poco a poco desatándose. -I-iré más rápido...

Como sus movimientos se movían mas agiles. Un vaivén de adelante y hacia atrás.

La cama haciendo sus propios sonidos.

Gemidos que ella soltaba y James se estaba volviendo loco. Como vivir sus sueños más íntimos.

Lyra… Su Lyra… por fin siendo suya.

Ya habría tiempo para experimentar otras formas, otras poses, otros momentos. Pero por hoy, lo quería así. Lento, sin excederse, una primera vez. Un momento que le pertenecía solo a ellos dos.

Un genuino amor de años haciéndose realidad.

-J-james…- ella jadeando su nombre -Agh… agh…

-Lyra…- y el admirando todo el cuerpo de la chica. Retribuida de forma perfecta por todos lados. Su cintura pequeña, sus grandes caderas. Sus pechos. La amaba de forma inocente y la amaba de forma perversa. ¿Se podía sentir tantas cosas por una sola persona?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.