La intrusa en la casa del millonario

Capitulo 45

Miro hacia la mujer -dime, ¿cuál es tu precio?

¿Qué?

Rebecca lo miro analizándolo

-Quiero el precio para romper ese contrato que tienes de un mes y medio. Después de todo, cuando pase el tiempo ya no necesitare ofrecerte un soborno para llevarme a Lyra. Yo de ti, aprovecharía ahora que puedo obtener un interés monetario

-¿Crees que vendería a mi propia hija?- sonó herida

-Deja el drama. No me haras el mismo teatro que fuiste a hacer a mi casa hace una semana -le soltó frio. La mirada de James hacia ella era de puro desprecio -habla ahora

-Bien.-le cambio el rostro. Una actriz de primera -hablemos de cifras

-...

-¿Cuanto pides?

James saco de su mano un cheque junto con un bolígrafo

-Nada de cheques sin fondo.

James enarco una ceja, quizás ofendido por la insinuación de que al momento de cobrar uno de sus cheques este rebotara o no encontrar dinero dentro

-Solo transferencia -indico ella

Entonces James llamo a su asesor y a su banco -Bien, dime. No tengo tiempo para esto.

-Quiero…-la mujer pensó quizás analizando lo valiosa que podía ser Lyra para este hombre ¿Qué cantidad seria prudente? ¿Qué tanto podría rascar?

-Dime la cifra rápido -entonces indico a otro hombre que se acercara -mi abogado. El testigo oficial hará un escrito de que renuncias a su custodia completa

-Yo… bien. Bueno... quiero diez millones de dólares -sonrio quizas sabiendo que seria rechazada al instante. Ya estaba pensando la idea de reducir esto a un millon, pero queria apuntar alto para luego al bajar la oferta este cediera. Esta pensando en eso cuando lo oye decir...

-Es un trato -entonces empezó a marcar

Lyra abrió mucho los ojos. Era una cantidad exorbitante, absurda y ridícula de dinero. Realmente impresionante. Y no creeia valer tanto.

-¡No!- dijo Lisa dudando -quiero… -su mente trabajando rapido -veinte…

-Bien-cedió James de nuevo sin problema

El no mostraba el mayor miramiento por esto

-¡No! Yo…-la madrasta de Lyra se estaba volviendo loca pensando en las posibilidades del limite en la cartera de James Brown. Cegada por la avaricia de cuanto podria llegar en realidad a sacar

-Rebecca, -la corta el -te daré treinta y seis millones de dolares y esto quedara aquí. ¿Lo tomas o lo dejas?

Y sin más demoras-¡Lo tomo!

-Pero mama... ¡este no era el plan! -pero la voz amortiguada del joven quedo en el olvido. Su opinion no iba a contar en esta situacion. No cuando habia tanto dinero de por medio.

James hizo las llamadas, y su abogado lo suyo. Grabando todo. Entonces pronto la petición ridícula de la cifra se reflejo en la cuenta de la mujer

-Hecho. Ahora nos marchamos- James tomo de la mano a Lyra

-Bien- cedió Rebecca. Ella ya no le servia de nada de todos modos.

Y así Lyra junto a James y todo el equipo de sus hombres desfilaron fuera de las puertas de aquella mansión donde había tenido los pésimos de su vida. Ni siquiera había tenido las ganas, o la intención de ir a recoger sus cosas. Por último, se las regalaba. Pero no volvería a ese lugar jamas.

En el trayecto de vuelta al auto ambos no habían dicho nada, solo habían permanecido en silencio y abrazadas mutuamente.

Una parte de Lyra pensaba que quizás ahora con su recién adquirida fortuna dentro de unos meses podría lograr ser una digna prometida de James Brown. Así también podría aportar algo a su relacion. Economicamente hablando. Y tambien algo de status. El saber que no se casaria con una don nadie recogida de la calle. Menospreciarse era todo un don.

Aunque dudaba que a James lo ultimo que le interesaba fuera el dinero...

-Debiste darle menos…- confeso luego de un rato– o quizás solo esperar el mes y la semana que faltaban

-No te dejaría ni loco otro segundo más en esa mansión. Debí llegar antes…

-Aun así, fue mucho dinero

-Eso no importa ya Lyra. Tu estas conmigo. Estamos juntos y es todo lo que importa ahora. – en ese momento el celular de James volvió a sonar. Había estado sonando desde que se subieron al vehículo y a cada rato.

-¿Qué pasa?

-Pasa que tengo a un mosquito molesto del otro lado de la línea impaciente por recibir noticias tuyas...

-¿M-mosquito…?

-Si. Esta en la mansión tan desesperada como yo estaba horas antes de ir por ti. Se muere por verte llegar

Entonces entendió -Andrea- sonrió

-Es insoportable. No se como la aguantas. Aunque debo decir que le agradezco.

-No digas eso. Es nuestra familia también

James empezaba a aceptar que eso era así. Si. Si que lo era.

-Ustedes vienen en combo… ¿que mas puedo hacer…?-rodo lo ojos y suspiro cansado– aunque la verdad, ahora mismo preferiría estar a solas contigo, pero dudo que Andrea quiera separarse de tu lado esta noche. Supongo que tienes mucho que contarle.

Cuando llegaron a la mansión los ojos de la joven la recibió con aquella expresion de cachorro abandonado. Y Lyra se desahogó con ella. Enterándose así de todas las mentiras y artimañas baratas que les habían dicho y hecho a ambas. A todos.

-Esa mujer desgraciada, como si yo me fuera a tragar tal cuento de que ya no querias verme mas. ¡Ja! Para ser alguien tan calculadora no fue muy lista

-En tan solo una semana logro hacer tanto daño... a todos nosotros... yo no la subestimaria del todo.

-Hizo muchos estragos por aqui -informo Andrea mirando hacia James recordando el sufrimiento del joven -Aunque aun no entiendo como es que te dejaron marchar asi de fácil…-confeso volviendo a ella

-¿Fácil dices?- pregunto Lyra incrédula -¿llamas fácil soltar a alguien por treinta y seis millones de dólares? Ahora si que pertenezco a James Brown -su ultima frase era una irónica. Pero no había malicia en ella

Aquella observación que menciono Andrea le hizo una sospecha a James. Una leve que ya tenia, pero que luego se fue asentando aun mas en su mente. Andrea nunca dejaba de sorprenderlo.




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