Verano de 1240. El príncipe Vasily reunió todas las fuerzas de la Rus de Kiev para la batalla final contra los mongoles.
Toda la Rus de Kiev estaba preparada para la última batalla, la que decidiría el destino de su independencia. Los príncipes unidos, que anteriormente habían luchado por defender sus tierras, ahora debían unirse para el último combate mortal contra los mongoles, que superaban en número. El príncipe Vasily, estratega y comandante, fue elegido como líder supremo, ya que había demostrado la mayor valentía y habilidad en las batallas anteriores.
Esta era la batalla que todos esperaban y para la cual se habían preparado durante muchos años. 500.000 guerreros de diversas regiones de la Rus, incluidos los principados de Kiev, Cherníhiv, Suzdal, y Novgorod, participaron en la batalla. En su contra, un ejército mongol de un millón de hombres, que contaba con la ventaja numérica, pero no siempre con unidad ni estrategia.
Preludio de la batalla
Los mongoles, bajo el mando de Batu, ya habían comenzado a elegir el lugar para el golpe decisivo. Sabían que la Rus ya no podría resistir mucho tiempo más, y esta batalla sería la etapa final de su campaña de conquista. Esperaban una victoria rápida gracias a su ventaja numérica y su táctica habitual: atacar rápidamente con caballería, desmantelar la defensa enemiga y dividir a las fuerzas rusas.
Sin embargo, el príncipe Vasily había preparado una nueva estrategia, basada en la flexibilidad, velocidad y distribución de fuerzas. La Rus estaba bien fortificada, y el ejército no solo contaba con fuerza, sino también con motivación. Cada guerrero estaba dispuesto a luchar hasta el último aliento, ya que no solo defendían sus tierras, sino su identidad y su civilización.
Formación de los ejércitos
El príncipe Vasily había elaborado una estrategia de antemano, que no solo debía frenar a los mongoles, sino también romper su táctica de combate. Reunió a sus principales generales y representantes de todos los principados para decidir cómo organizar el ejército.
Infantería y caballería: Las fuerzas combinadas de infantería y caballería debían situarse en el centro para interrumpir el avance mongol. La caballería, armada con espadas pesadas y arcos, estaba lista para atacar desde los flancos, mientras que la infantería debía mantener las posiciones avanzadas.
Ballesteros y arqueros: Debían crear una barrera de fuego en los primeros momentos de la batalla, utilizando armas de largo alcance para debilitar los ataques mongoles y destruir a sus arqueros a distancia.
Reservas: El príncipe Vasily hizo una apuesta especial por las fuerzas de reserva, que debían llegar en el momento adecuado para ayudar a las partes del ejército que se encontraran rodeadas o bajo un fuerte ataque.
El primer ataque
Los mongoles, al haber reunido su ejército, decidieron comenzar con un gran ataque en el centro, aprovechando su ventaja numérica. Se movían en grandes masas, esperando que su superioridad numérica les permitiera romper la defensa. Sin embargo, cuando iniciaron su ofensiva, cayeron en una trampa preparada por Vasily.
En las primeras líneas estaba la infantería, preparada para un enfrentamiento prolongado. Disparaban a los mongoles con ballestas y arcos, manteniéndolos en su lugar hasta que las reservas llegaron.
La maniobra principal - Ataque en los flancos
En lugar de quedarse y enfrentarse a los mongoles de frente, como se había hecho en las etapas anteriores de la guerra, el príncipe Vasily decidió ejecutar una maniobra de flanqueo. La caballería, al mando del príncipe Andrey y grandes contingentes de Cherníhiv y Pskov, que ya habían participado en otras batallas, se prepararon para atacar desde los flancos.
En el momento en que los mongoles intentaron romper la línea de infantería, la caballería apareció por ambos lados y atacó de forma repentina. Se abalanza sobre los mongoles, que ya estaban parcialmente concentrados en el combate con las fuerzas principales de la Rus. Esto desestabilizó a los mongoles: no esperaban un ataque tan rápido y decidido.
Maniobras y engaños
Gracias a su conocimiento del terreno y sus astutas tácticas militares, el príncipe Vasily obligó a los mongoles a sentir una constante amenaza desde diferentes direcciones. Organizó varias simulaciones de ataques, haciendo que los mongoles movieran sus fuerzas en direcciones equivocadas. En una hora, perdieron muchas de las posiciones estratégicas que anteriormente ocupaban.
Además, los mejores guerreros del príncipe Vasily, vestidos como mongoles, comenzaron a infiltrarse en el corazón de los campamentos enemigos, destruyendo sus reservas y saboteando su logística.
La lucha desesperada
Para el final del día, los mongoles, a pesar de tener una ventaja numérica, no pudieron reagruparse para un contraataque efectivo. La batalla se había convertido en un caos para ellos, y comenzaron a retirarse. El príncipe Vasily sabía que no solo debían ganar, sino destruir completamente a los mongoles.
El golpe final se dio durante la noche. Durante la oscuridad, las fuerzas principales de la Rus, maniobrando con destreza, atacaron nuevamente, rodeando a los mongoles y destruyendo una gran parte de sus reservas.
La victoria
La mañana siguiente mostró que los mongoles habían sido derrotados. Debido a las enormes bajas y la desmoralización, comenzaron una retirada masiva. Batu, que ayer consideraba su victoria garantizada, ahora se vio obligado a reunir los restos de su ejército para huir.
500.000 guerreros de la Rus derrotaron a más de un millón de mongoles. Esta victoria no fue solo por la superioridad numérica, sino gracias a la sabia estrategia, la unidad y la determinación del príncipe Vasily y sus aliados.
Consecuencias de la victoria
La victoria en esta batalla fue un punto de inflexión en la guerra. La Rus no solo defendió su independencia, sino que por primera vez en muchos años volvió a sentir el poder de su unidad. La invasión mongola fue detenida, aunque la guerra aún no había terminado. Pero la victoria fortaleció el espíritu de la Rus, y ahora los príncipes, junto con el pueblo, soñaban con restaurar la gloria y grandeza de su tierra.