LA LLEGADA

Sin lugar a duda era la mujer perfecta o así la recordaba yo, aunque había mucho personal nuevo aún quedábamos algunos antiguos, lo único cierto es que todos  esperaban con inquietud conocer en persona a la leyenda andante que se suponía era ARTEMIZ BANZ ya que los rumor es de pasillo la describían como una mujer dulce, tierna, comprensible y con el corazón más blando del universo, en el tiempo de su mandato más que un Imperio de  finca raíz era un lugar acogedor  para los trabajadores.

Al abrirse el viejo ascensor un brillo lleno todo el recinto su belleza sin lugar a duda irradiaba como el Sol  el viejo BANZ la presento, la verdad no fue muy impactante todo paso sin mucho  preámbulo. 

El. Día trascurria como si nada el usual silencio cada quien en su cubículo realizando sus tareas, y yo perdido en aquella oficina que no se había abierto en toda la mañana aquella chica no parecía ser la misma de hace algunos años. 

Callendo la tarde salió de su oficina con un viejo maletin quize saludarla pero se su boca solo salió un perdón cual es tu nombre para mañana quiero a Primer hora el uñto informe trimestral es  hora de poner reglas y normas  a  esta ambigua compañia. 

Quede petrificado no supe que decir un frío recorrió mi ser quizás solo había sido un mal día.