La joven que vivía de la poesía

Susurro

Una ola de calor sumerge mi cuerpo,


Inerte en este espacio de soledad,


Dónde los secretos del corazón se están  impartiendo,


Mientras los agudos gritos indiscretos brota la verdad, 


Pero el sonido es débil y tenue,


Callando lo fuerte que es como una nuez,


Sin embargo la brisa se impregna de nostalgia y amor,


Que se quedan en el aire cual susurros guardando dolor,


La impotencia del corazón,


Me hace perder la razón,


Mientras más conservo este sentimiento,


Más grande es mi anhelo,


Pero mi temor es más profundo que mi osadía, 


Por ello tan solo ser una amiga pretendía,


Esta presión en el pecho me agobia,


Causando mi agonía,


Por ser egoísta y callar lo que sentía,


Pretendiendo ocultando que a 
a mí misma me hería,


Pero como no temer a aquello que te hace perder la razón,


Que domina profundamente el corazón,


Que mantiene su imagen en cautiverio del recuerdo,


No obstante te hace dudar si estás cuerdo,


Tan solo la brisa que rosa mi labios,


El aire que absorbe mis palabras,


Serán testigos de lo que guardan los  sabios,


Y de la dolorosa azaña,


Que en el tiempo transcurrió,


Quedando la verdad en un susurro.

 




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