La joven que vivía de la poesía

Otoño

Entre los rincones de polvareda,

Se encuentran estantes de conocimientos anegar,

Y entré los corredores desolados el silencio perdura,

Entre la sección de filosofía y amor se encuentra al otoño llegar,

Sin embargo el invierno hizo su presencia,

Gélido y frío en su estancia eterna,

Dónde da paso a la calidez del verano,

Una extraña mezcla del dulce almíbar y durazno,

Recorriendo en cada poro de la piel un escalofrío abrazador,

Que otorga en la memoria del corazón un recuerdo enternecedor,

Dónde la brisa helada contrasta contra la ráfaga de calor,

De tonos áureo azafranado escarlata y esmeralda,

Un vínculo perteneciente a la fotosíntesis del frío y calor,

Entre los pasos de mi caminar se puede contemplar un sendero de las hojas que refleja su antigüedad con claridad,

Entre la causa senescencia se ubica los azúcares del tiempo los aminoácidos de su valor se encuentran los minerales su abscisión, 

Otoño de pigmentos limitados del verano y el invierno eterno,

Tonalidades de memorias párvulo entre la razón de su corazón,

Una armonía que ofrece estabilidad a la consciencia de lo que ha dejado de ser sereno,

De carotenoides que te absorben y tiñe de antocianina la madera de árbol,

Una unión de frialdad y calor como lo es la luna y el sol,

Pigmentos de recuerdos nebulosos y enternecedores,

Rebosante de rententivas para los merecedores,

Irradiación de luz y penumbra oscuridad,

Estacional como la emoción de la verdad,

Un término simple ante el concepto,

Dejando su significado obsoleto,

A un sociedad de mentalidad errónea que carece de interés,

Que perdió del gusto de un amanecer como atardecer,

Quedando en el vacío del aborrecimiento,

De lo que una vez fue la intensidad otoño que nos provocó sentimiento.

 

Atte.M.L




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